Cada día, lo primero que hace todo el mundo después de levantarse es lavarse la cara; es un paso esencial para la salud y el bienestar de la piel. Mucha gente lo subestima, pero en realidad, no sólo hay que limpiarse bien por la mañana, sino también por la noche antes de ir a dormir para tener una piel luminosa y fresca.

Sin embargo, lavarse la cara sólo con agua no es suficiente para eliminar las impurezas. Hay muchos productos buenos y eficaces en el mercado para una limpieza facial perfecta. Sin embargo, existe un método natural coreano que te dejará gratamente sorprendido por su increíble eficacia: después de probarlo, no podrás prescindir de él.

¿Qué es? Es muy sencillo, hay que lavarse la cara con agua con gas. Al principio puede parecerte extraño, pero este método aporta increíbles beneficios a la piel. Si tienes curiosidad por saber cómo poner en práctica este increíble remedio coreano, lee los siguientes párrafos donde encontrarás todo lo que necesitas y el sencillísimo procedimiento.

Los rituales de belleza coreanos siempre han sido conocidos por su increíble eficacia, este con agua con gas te sorprenderá. Tanto en Corea como en Japón, el agua con gas se utiliza en muchos centros de bienestar y belleza, y también se emplea para fabricar cosméticos.

Este producto sencillo y natural, comparado con el agua del grifo, limpia la piel más profundamente, haciéndola más brillante y firme. Además de acelerar la regeneración y la renovación celular, estimula la circulación sanguínea. También actúa eficazmente contra el acné, reduciendo considerablemente las marcas que provoca, y en algunos casos incluso haciéndolas desaparecer por completo.

Al parecer, las burbujas del agua con gas también tienen un efecto exfoliante, pero éste se produce de forma natural, por lo que no es necesario utilizar productos exfoliantes, que suelen ser muy agresivos para la piel. Todo lo que necesitas para lavarte la cara con agua con gas es una botella de agua con gas y una palangana. Viértelo y añade un poco de agua del grifo.

Una vez hecho esto, empapar la cara en ella durante unos diez segundos e inmediatamente después dar unos toques muy suaves. A continuación, aplica el limpiador que utilizas habitualmente y masajea un poco tu rostro, tras lo cual lo aclaras con el agua con gas. Para disfrutar plenamente de sus beneficios, repita esta operación al menos dos veces por semana; notará inmediatamente que su piel estará mucho más fresca y luminosa.