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Funeral

Asturias despide emocionada a José Luis Balbín: “Estás en tu casa”

Amigos y vecinos acompañan a la familia del conocido periodista en la plaza de la Colegiata praviana, un marco estrechamente ligado a sus años de infancia y juventud

Funeral por el periodista José Luis Balbín. María Fuentes

La plaza de la Colegiata que tantas veces vio corretear a José Luis Balbín de niño fue el mejor marco para la despedida que Pravia tributó hoy al “más universal” de sus paisanos, el periodista que llevó a la televisión debate, análisis y reflexión cuando España se abría a la democracia, en plena Transición. “José Luis, estás en tu casa”, anunció el párroco Miguel Ángel García Bueno, poco después de que la viuda del célebre comunicador praviano, Julia Mesonero, depositara la vasija con sus cenizas en el crucero de la colegiata de Santa María la Mayor, a escasos metros de la casa donde vivió la familia de Balbín.

Amigos de infancia, juventud y madurez del artífice de 'La Clave', programa de referencia de la Transición, acompañaron en la tarde de hoy tanto a la viuda, como a los dos hermanos que sobreviven al periodista, Mari Carmen y Fernando, que recogieron el cariño que sembró José Luis Balbín en su villa natal a lo largo de una vida tan prolífica en lo profesional como millonaria en amistades. “Era un hombre libre en pensamiento y en obras”, destacó en su homilía el párroco que quiso dedicar unas palabras a su familia más próxima: “Comenzáis una nueva etapa sin él, pero experimentaréis que está con vosotros”, les dijo al final de una eucaristía en la que el coro parroquial, todas mujeres, entonó 'Al atardecer de la vida'.

La viuda y los dos hermanos del praviano que ya ha entrado en la historia del periodismo español se sintieron bien arropados antes, durante y después del funeral, ya la práctica mayoría de quienes se dieron cita en el corazón de Pravia tuvieron palabras de consuelo y cálidos abrazos que desprendían emoción, como reconocía Julia Mesonero. “Es momento muy intenso, estoy muy agradecida por todo el cariño que nos estáis dando. Poco más puedo decir ahora”, comentaba a las puertas del templo praviano, poco antes de dirigirse hacia el cementerio local de San Andrés, para depositar allí las cenizas de José Luis Balbín. Su hermano, Fernando Balbín, explicaba el sentido y trascendencia del último retorno del que fuera nombrado en vida hijo predilecto, hace ya más de siete años: “Estamos aquí para cumplir su último deseo, que era quedarse en Pravia. Y aquí se va a quedar entonces. La idea desde el principio era que viniera, porque todo los hermanos, menos uno, están enterrados aquí. Todos juntos”, comentaba un Fernando Balbín con una voz que, si se cierran los ojos, recuerda de inmediato a la de su hermano, tan radiofónica, inconfundible. Desde que este pasado miércoles la vida de José Luis Balbín se apagara, las muestras de cariño a su familia han sido constantes. “El teléfono echa humo y sobre todo de gente de Pravia”, comenta el hermano que también emocionado, se excusa: “No me gusta mucho hablar”.

Hasta la Colegiata praviana se acercó en la tarde de este sábado, al principio incluso ventosa, el empresario Francisco Rodríguez, el “alma mater” de Industrias Lácteas Asturianas (ILAS), al que le unía una estrecha relación con Balbín. “Aparte de ser un grandísimo amigo, era un tipo con mayúsculas en el orden profesional y en el orden humano, una persona inconmensurable”, afirmaba Francisco Rodríguez. “La salud siempre influye en las relaciones. Desde que tuvo aquel ictus, para reponerse de aquello y llegar hasta estos momentos, fueron unos años duros. Un grandísimo amigo”, recordaba el empresario, de un etapa que el conocido periodista afrontó con coraje.

También asistió al funeral Francisco Javier Fernández Casielles, exalcalde de Pravia (1979-1991) y amigo y compañero del colegio. “Estudiamos en Madrid juntos muchos años y fui médico de sus padres. Hablábamos siempre, pero así es la vida...”. La praviana Marisol Vega, también coetánea, recordaba en esa plaza de la Colegiata, donde aún se conserva la casa donde vivían los Balbín, en un segundo piso, y en cuya planta baja tenía una tabacalera su tía Carmina, que “fue el niño más guapo de Pravia”.

La senadora María Jesús Álvarez tampoco quiso perder el último tributo a José Luis Balbín, al que conoció en la distancia corta por la relación entre sus familias. “Es el praviano más universal que tenemos, un referente del periodismo. Un gran defensor y luchador por la libertad de expresión, que condujo el mejor programa de debate que haya habido nunca en la televisión de este país. Fue un gran protagonista de nuestra Transición”, valoraba la expresidenta del parlamento asturiana. “Era un magnífico conversador, le gustaba polemizar y tenía un altísimo sentido del humor. Sin duda le vamos a echar de menos. En realidad ya lo estábamos echando de menos porque ya hacía un tiempo que no disfrutábamos tanto de su presencia. Se nos va un maestro de periodistas, de cuyo ejemplo debería tomar nota la profesión”, apuntaba esta praviana de un José Luis Balbín que en su juventud, mucho antes de que su pipa se hiciera famosa en las tertulias que seguían a la película de 'La Clave', ya se había afanado en refundar 'El Sol de Pravia', una revista de su patria chica. Y es que su concejo natal y las vivencias de su infancia y adolescencia siempre formaron parte de una mochila que llevaba con gusto allá donde fuera este praviano universal. La novedad que supuso en los años 80 unir el pase de una película a un debate posterior seguramente tuviera conexión con la afición cinéfila que Balbín labró en su Pravia natal, donde uno de sus tíos regentaba el cine local.

El actual alcalde, David Álvarez, que representó a la Corporación praviana en el funeral, tuvo ocasión de saludar a la familia del periodista fallecido el pasado miércoles, al igual que Antonio de Luis Solar, que era el regidor cuando el 17 de enero de 2015 el Ayuntamiento de Pravia distinguió a José Luis Balbín con el título de Hijo Predilecto de Pravia, en un acto donde confesó, sin ambages, que era “el mejor premio” que había logrado a lo largo de su extensa y fecunda trayectoria profesional. Tampoco faltó uno de sus amigos, Juan Luis Álvarez del Busto, que puso su granito de arena para que José Luis Balbín fuera profeta en su tierra en vida, cuando los homenajes pueden agradecerse de viva voz; ni Jerónimo Granda, al que además de estrecha amistad unía esa retranca tan asturiana. También presentaron sus condolencias, entre otros, el Síndico mayor, Roberto Fernández Llera y compañeros de profesión, representados por el decano del Colegio de Periodistas de Asturias, Ceferino Vallina; la exdecana de esta entidad, Lucía Fraga y la responsable de prensa del Tribunal Superior de Justicia de Asturias (TSJA), la periodista Ana Cano Devesa, también praviana.

Finalizado el funeral en la Colegiata praviana que tantas veces pudo admirar Balbín desde el piso de sus padres, la familia partió con sus cenizas al cementerio municipal de San Andrés. En el vehículo funerario, que portaba las flores y ramos, había una corona del Movimiento de Ciudadanos hacia la República Constitucional. Las banderas a media asta daban testimonio de que Pravia decía adiós a uno de los suyos.

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