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El solar legado por ‘Coques’ para hacer un centro de mayores en Ibiza aún no se ha aceptado

El Consell negocia ampliar el plazo para poder hacer realidad este servicio en Sant Josep: «Si lo aceptamos y no está listo, se lo queda la Iglesia»

Plano a vista de pájaro de la finca de Sant Josep. GOOGLE MAPS

Han pasado algo más de tres años desde que el que fuera alcalde de Sant Josep entre 1975 y 1976, Josep Tur Serra Coques, falleciera, a los 95 años, de edad, y dejara en herencia, entre otros bienes, una finca en suelo rústico de unos 70.000 metros cuadrados a partes iguales entre el Ayuntamiento de Sant Josep y el Consell de Ibiza.

Josep Tur Serra ‘Coques’ . CARLES RIBAS

El terreno, situado detrás de la Pizzería Es Verger, lindando con la carretera en dirección a Sant Antoni y el cruce hacia Cala Tarida, se legó con una condición: construir una residencia en el municipio para gente mayor y hacerlo en un plazo máximo de cinco años. Sin embargo, la herencia aún no se ha aceptado. «De momento, tanto nosotros como el Ayuntamiento de Sant Josep estamos trabajando en aspectos jurídicos relacionados con la aceptación de esta herencia, que todavía no se ha producido», confirman desde el Consell de Ibiza.

Según explican, la aceptación de la misma puede formalizarse hasta en 30 años, por lo que «el plazo no sería determinante en este caso concreto». El problema que hay, reiteran, es que «no es viable» construir el centro y poner en marcha el servicio en cinco años.

El primer escollo que se han encontrado es que, al ser terreno rústico no edificable, hay que tramitar una declaración de interés general o la recalificación del terreno. «Casi sería lo de menos de todo el proceso, pero, aun así, no dejaría de ser un trámite que ocuparía un año entero y que podría alargarse más si la Comisión balear de Medio Ambiente no informa favorablemente», señalan fuentes del Consell.

El segundo paso sería la redacción del proyecto. En este sentido, el Ayuntamiento de Sant Josep envió, a finales de diciembre del año pasado, un anteproyecto al Govern, Consell y al obispado sobre cómo podría ser la edificación. Después habría que licitar la obra, ejecutarla y poner en marcha el servicio.

Trámites que la máxima institución insular considera que no se pueden llevar cabo en cinco años, por lo que está negociando con el albacea (quien se encarga de hacer cumplir la última voluntad del difunto y de sus bienes hasta que se repartan) si se puede ampliar el plazo y que sea «más realista». Y es que, de lo contrario, en el momento en el que acepten la herencia y empiece a correr el tiempo, si la residencia no está funcionando en cinco años, Ayuda a la Iglesia Necesitada (ACN, en sus siglas en inglés) podría reclamarla. «Esta es otra de las condiciones que fijó el propietario», añaden desde el Consell. De ahí que el Ayuntamiento de Sant Josep también haya derivado el anteproyecto al obispado.

Por tanto, desde el Consell insisten en que el albacea se encuentra en negociaciones con ambas partes [Consell e Iglesia] y «será quien ponga un plazo para que le contestemos a él, si se acepta [la herencia], o si queremos que pase al segundo beneficiario [en este caso la Iglesia]».

Anteproyecto de Sant Josep

«Desde el Ayuntamiento hay mucho interés porque es una reclamación histórica», puntualizan fuentes municipales. Por este motivo, el 29 de diciembre del 2021 remitieron el anteproyecto de la residencia al Govern, Consell y Obispado. «El Consistorio hace un trabajo preliminar, teniendo en cuenta que el papel que tenemos es de mero colaborador», puntualizan.

La redacción de este anteproyecto plantea la construcción de diferentes bloques integrados en la finca. Según explican fuentes municipales, se prevé la edificación de una residencia de mayores, un centro de día y tres viviendas completas que se destinarán a casos de acogida, como condición indicada en el testamento.

Todo ello ocupará 4.677 metros cuadrados de los alrededor de 70.000 que tiene la parcela. «El problema es el alto porcentaje de suelo protegido que tiene, por lo que requiere de una declaración de interés general», coinciden con el Consell, que añade que «en este terreno no hay suministros y está muy pegado a la carretera, por lo que hay que mirar bien si se puede habilitar un aparcamiento, que también se necesita».

De salir el proyecto hacia delante, la residencia contaría con un total de 64 plazas disponibles (30 habitaciones individuales y 15 dobles) con el objetivo, reiteraron desde el Ayuntamiento, de integrar «al máximo posible», la edificación en el entorno.

Además de esta finca, Coques legó varias viviendas a Cáritas para dar alojamiento a mujeres víctimas de violencia machista y personas en proceso de reinserción social tras salir de prisión, entre otros perfiles. También donó locales y dinero en efectivo a otras entidades y particulares.

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