La sala Garden Art Gallery de Sant Josep vuelve a su empeño en redescubrir al artista italiano Giorgio Pagliari (Roma 1933 - Ibiza, 2015), con una nueva muestra que continúa a la que colgó en 2018 y que se inaugurará este domingo, 8 de mayo, de 12 a 14 horas. Esta vez recurre a sus obras más coloridas, con cuatro cuadros de gran formato y una decena de medianos.

Pagliari estudió arte en Roma y París, hasta que llegó a España en 1959 y se instaló en Ibiza en el 60, desde entonces vivió buena parte de su vida en la isla, donde se integró en los círculos artísticos de la época, aunque nuca se prodigó en exceso en exposiciones. La primera fue en el año 1961 en la galería de Ivan Spence y después se sucedieron sus muestras en la de Carl Van der Voort, en Dalt Vila, donde desde el principio destacó por la sensibilidad y la exquisita construcción de sus pinturas.

Fuera de la isla destacaron dos muestras en 1965 en dos reconocidas galerías, la René Metrás de Barcelona y la Juana Mordó de Madrid, antes del Museo de Arte Contemporáneo de Ibiza.

Giorgio Pagliari EEIF

Desde ahí sus exposiciones se fueron haciendo cada vez más escasas, hasta casi desaparecer en los años 90. Y solo se han podido ver en salas como el Espacio Micus o Can Botino, donde el MACE mostró sus fondos sobre el artista. «Se diría que su camino, libremente elegido, estaba trazado desde el principio hacia el silencio, la soledad creadora y el tono bajo y apagado de los matices delicados, la intimidad de su entorno, alejado del ruido y de las voces clamantes y reivindicativas de eso que se llama éxito, gloria, fama o reconocimiento», señala en un texto la directora del MACE, Elena Ruiz Sastre.

La suavidad, la elegancia, la libertad, el sosiego, la armonía... son algunos de los adjetivos que se han aplicado a la obra de Pagliari

«La obra de Giorgio Pagliari, vista ahora, con la perspectiva y la distancia de saber que nos mira ya de lejos, resulta conmovedora. se siente libre en los matices y la temperatura media, distanciándose de los extremos y los contrarios. Rebaja el color hasta quedarse solo con los matices más suaves y mates de la gama cálida, que suenan como susurros», señala Ruiz.

La suavidad, la elegancia, la libertad, el sosiego, la armonía... son algunos de los adjetivos que se han aplicado a la obra de Pagliari, que gustaba de trabajar sus cuadros con tiempo y paciencia, mirando una y otra vez, alterando las superficies con texturas, pestañas y solapas, jugando con la luz y los contrastes, añadiendo capas de pintura hasta completar cada pieza.

Esta casi obra nueva, recuperada de Giorgio Pagliari cinco años después de su muerte por su hija, Suska Pagliari Kosola, se podrá ver en Garden Art Gallery, km 8,5 de la carretera de Sant Josep (Cactus Lombribiza), hasta el 25 de junio, de lunes a sábado de 9 a 19 horas y los domingos de 9 a 13 horas.