Un equipo de arqueología de Estados Unidos ha encontrado en un yacimiento una cruz de Caravaca de hace casi cuatro siglos durante los trabajos que han realizado en Maryland.

La cruz de Caravaca habría sido desenterrada en el transcurso de las excavaciones arqueológicas hechas en el fuerte de St. Mary's, dentro del condado de Meryland y perteneciente al estado de Washington de Estados Unidos, según recoge en su edición digital el periódico The Washintong Post.

La pregunta que se hacen los investigadores es cómo pudo llegar esa cruz de Caravaca a suelo estadounidense. Los arqueólogos descartan que un sacerdote católico español o alguno de esos primeros colonos ingleses fuera su portador debido a las tensas relaciones que los reinos español y británico tenían en aquella época.

La arqueóloga encargada de la excavación, Stephanie Stevens, explicó al medio de comunicación estadounidense que "se quedó sin aliento" tras el hallazgo. Se trataba de un objeto con dos barras transversales en lugar de uno y extremos acampanados inusuales en las piezas verticales y horizontales".

El arqueólogo Travis Parno, director del Historic St. Mary's City, calificó el hallazgo de "fascinante".

Según recogen las páginas del diario estadounidense, la explicación más probable es que fuera un objeto de intercambio dado a los pobladores de St. Mary's por alguno de los indígenas con los que mantenía relaciones comerciales y que éstos, a su vez, lo hubieran conseguido mediante al haber tenido contacto con misioneros castellanos ubicados en las colonias españolas situadas en tierras próximas al hallazgo, en los estados de Carolina del Sur o Florida que estaban bajo posesión de la Corona española en la época del hallazgo.

Con aleación de cobre

La reliquia salió a la luz el pasado 25 de octubre y, tras la pruebas hechas por los arqueólogos, la cruz tiene una aleación de cobre que la sitúa con las que se hacían, por aquella época, en la localidad caravaqueña.

Además, tiene un pequeño orificio superior lo que hace que fuera un colgante a modo del que solían portar misioneros que, desde España, viajaron a tierras del Nuevo Mundo a evangelizar a la población indígena local.

El objeto religioso podría tener más de 350 años de antigüedad y habría estado sepultado, todo ese tiempo, en lo que sería el primer asentamiento británico en tierras del estado estadounidenses de Maryland, por lo que esa cruz desenterrada podría datar del año 1630.

Amplia presencia en América

La Cruz de Caravaca está muy presente en toda América, ya que se puede encontrar en países como Cuba, Brasil, Argentina o Estados Unidos. De hecho, en la canonización de Fray Junípero Serra en Washington el 26 de septiembre de 2015 su relicario estaba formado por una cruz de Caravaca.

El llamado Apóstol de California fundó nueve misiones que luego dieron lugar a ciudades estadounidenses como Los Ángeles, San Francisco o San Diego. Su devoción hacia la Cruz de Caravaca fue tal que siempre la llevó consigo en la incansable actividad misionera.