La Consejería de Educación desconoce cuántos profesores están afectados por covid y está agilizando el proceso de sustituciones, en caso de que el próximo lunes los colegios se encuentren con un gran número de docentes de baja, lo que según los sindicatos podría "obligar a cerrar aulas".

Según CCOO, "se espera un número de profesores y personal educativo de baja como nunca antes, y la Consejería no ha previsto ninguna medida extraordinaria. Dejan solos a los directores de los centros con la responsabilidad de tomar decisiones que no les corresponden", asegura su secretaria de Enseñanza Isabel Galvín.

Tras más de "un millón de contagios en toda España, sin contar el impacto de Reyes y sin que esta ola haya alcanzado el pico, ni siquiera han convocado una reunión extraordinaria que llevamos tiempo pidiendo. No han reforzado plantillas ni medidas sanitarias, ni tampoco la tercera dosis al personal", añade Galvín para quien "el cierre de aulas y de centros es más que previsible".

Desde la consejería explican que, visto el precedente de otros países con alta incidencia de docentes con ómicron, están “acelerando el procedimiento administrativo para cubrir las bajas. Hasta el lunes 10 los centros están cerrados y los docentes de vacaciones", pero los equipos directivos "comunicarán las bajas a primera hora para que se puedan hacer los llamamientos ese mismo día”, explican.

Según una circular de la Consejería, los primeros llamamientos para cubrir bajas están previstos a las 13.00 horas del lunes, a través del programa ARES, con incorporación a la plaza al día siguiente o el miércoles día 12.

Pero esta previsión de cobertura inmediata es “demasiado optimista”, según los sindicatos, porque cuando “un interino que viva en Móstoles reciba el llamamiento para sustitución de pocos días en Miraflores, lo más probable es que no le compense”, coinciden fuentes consultadas por Efe.

Los directores de colegios e institutos pueden verse “sin profesores suficientes e incluso tener que cerrar aulas, por lo menos el lunes y el martes por falta de personal educativo, e incluso más días”, advierten varios sindicatos, mientras que CCOO califica esta situación como "una irresponsabilidad" y acusa a la consejería de "abandonar a los directores".

Al inicio de las vacaciones navideñas el 21 de diciembre, había 1.535 profesores contagiados, según cifras oficiales, pero tras la expansión de la ómicron, pueden ser muchos más.

“Ahora mismo el personal educativo está confinado en sus casas y no hay manera de notificar la baja a los centros, quizá el día 9 por la tarde. Si falta demasiada gente, tendrían que cerrar algún centro o muchos”, según el secretaro de CSIF, Miguel Ángel González.

Se necesitan interinos

Para los sindicatos de la Mesa sectorial de Educación –CCOO, ANPE, CSIF y UGT- la solución pasa por reforzar las plantillas y volver a contratar “al menos a los 7.000 interinos” que se quedaron fuera el curso pasado.

En total, según UGT, la Consejería contrató a unos 10.000 refuerzos covid en el primer año de pandemia, de los que 3.000 se han quedado este curso, en su mayoría orientadores pedagógicos y terapeutas del lenguaje, pero se prescindió de unos 7.000 docentes, explica su secretaria Teresa Jusdado.

La contratación de interinos permitiría el “descenso generalizado de las ratios que no deberían exceder de 20 alumnos por aula, y hacer desdobles de grupos”, recalcan los sindicatos que también reclaman “cribados masivos” del profesorado y alumnado, y administrar “la tercera dosis de la vacuna a todo el personal”, al considerar que una tercera parte aún no la tiene.

En una carta remitida esta semana al consejero Enrique Ossorio, CCOO también pide “reforzar la limpieza y desinfección”, además de dotar económicamente a los centros para que “sea posible que las mascarillas estén a disposición de alumnado, profesorado y personal educativo”.

Además, CCOO ha enviado otra carta a la Dirección de área educativa (DAT) del Norte solicitando "una reunión telemática urgente" para abordar la vuelta a las aulas, a la que tampoco ha tenido contestación.

"Dejan a los equipos directivos solos ante el cierre de aulas o centros. Es inadmisible", concluye Galvín.