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Una sentencia disuade una banda de furtivos que esquilmaba las playas pontevedresas

La Cofradía de San Telmo constata la reducción del furtivismo tras el fallo, que incluía el alejamiento de los bancos marisqueros

Agentes de la Guardia Civil y un guarda rural con almeja decomisada a furtivos en Poio. / G. SANTOS

Mes tras mes, semana tras semana, la Policía Local de Poio, el Seprona de la Guardia Civil, los guardapescas de las cofradías e incluso los propios mariscadores tenían que enfrentarse a un grupo organizado de furtivos (casi siempre los mismos, vecinos en su mayoría de Poio) que esquilmaban día sí y otro también las concesiones marisqueras del fondo de la ría de Pontevedra.

Sin embargo, tanto los pósitos como las fuerzas de seguridad han detectado en los últimos tiempos algo que parecía impensable. La justicia ha logrado disuadir, al menos por el momento, a estos furtivos multirreincidentes de volver al mar. Lo hizo a través de una sentencia pionera en la zona de Pontevedra en la que además de condenar a los furtivos por un delito contra el medio ambiente y los recursos naturales, se les impone una orden de alejamiento de determinadas playas y bancos marisqueros en los que, de ser localizados, podrían incurrir en penalizaciones más serias.

"Desde que nos informaron de la existencia de esta sentencia, casi no se les ve, parece que cogieron algo de medio", indican desde la Cofradía de San Telmo

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Así lo confirman fuentes de la Policía Local de Poio y de la Cofradía San Telmo de Pontevedra, quienes señalan que, desde que se dictó dicha resolución, la actividad de este grupo organizado ha cesado o, cuando menos, no es tan descarada como hasta hace unos meses. “La verdad es que desde que nos informaron de la existencia de esta sentencia se puede detectar algún furtivo aislado, pero lo cierto es que no nos podemos quejar, al menos en nuestras playas ya no los vemos, parece que cogieron algo de miedo”, indica César Rodríguez, patrón mayor de la Cofradía de San Telmo de Pontevedra. Y es que de reiterar su actitud delictiva podrían incluso acabar en prisión.

Lo mismo confirma la Policía Local de Poio, que observa casos aislados, pero una una actividad organizada como la que había antes de que se produjese esta sentencia, de la que también tienen constancia. Tanto sus informes como los realizados por el Seprona de la Guardia Civil fueron claves en el procedimiento judicial.

Esto fallos judiciales son relativamente novedosas en la ría de Pontevedra. Pero hay ya precedentes de otras sentencias judiciales que implican orden de alejamiento de los furtivos de las playas en las que extraen marisco ilegal en Galicia. Pasó en 2016 con un furtivo muy agresivo de Ribeira cuya sanción fue ratificada por la Audiencia Provincial. En septiembre de este año se repitió el caso con dos furtivos de Boiro a los que denunción la Cofradía de Cabo de Cruz.

En el caso de Pontevedra, La Audiencia ya estimó en 2019 un recurso de la Fiscalía en el que pedía investigar este delito reiterado de furtivismo en grandes cantidades y organizado como un delito contra el medio ambiente y los recursos naturales.

Los bajos precios del marisco dejan una campaña navideña decepcionante

Por otra parte, la campaña de Navidad se cerró de manera decepcionante para el marisqueo en el fondo de la ría de Pontevedra. Para el sector de a flote, que basa sus capturas en la almeja babosa, diciembre no fue nada bueno por la entrada de marisco foráneo. En cuanto a los mariscadores a pie, que trabajan mayormente la japónica,el mes empezó con esperanza y buenos precios (de unos 14 euros el kilo) pero acabó en poco más de siete euros, cuando el año pasado se llegó a vender a 24 y 30.


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