El juzgado de Vic (Barcelona) que investiga la muerte de aves electrocutadas en los tendidos y postes eléctricos ha requerido a la compañía Endesa que tome las medidas de protección necesarias para que esto no suceda, tal y como solicitó la fiscalía ante el aumento en los últimos meses de fallecimientos de especies protegidas. La togada ha tomado esta decisión por ahora en la comarca de Osona, en su partido judicial, por una cuestión de competencias, a pesar de que el fiscal Antoni Pelegrín extendía en su querella este tipo de incidentes en toda la provincia de Barcelona. La acusación pública insiste en que se deben arreglar la red eléctrica en toda la comunidad autónoma.

Precisamente la jueza de Vic que instruye la causa ha solicitado al fiscal su parecer sobre si la investigación debe ser repartida o no entre varios juzgados de la provincia de Barcelona, en base a la ubicación de las zonas donde se detectaron las muertes de aves por electrocución. De entrada, la fiscalía sostiene que todas las pesquisas deben realizarse por un mismo juzgado, pues hay una conexión entre cada uno de los sucesos. Además, los querellados son los mismos: altos responsables de Endesa. En el caso de que se dividiera el proceso judicial se podrían dar resoluciones contradictorias.

Las fuentes consultadas por este diario han asegurado que la manera de proteger a las aves de morir electrocutadas es instalando un recubrimiento de los cables de alta tensión, sobre todos los que sobresalen de los postes, con un material aislante. Las mismas fuentes reconocen que Endesa ya ha realizado alguna de las labores para mejorar las instalaciones, pero que siguen falleciendo pájaros a causa de las deficiencias que existen en algunos tramos.

Contra seis directivos

La querella fue presentada por la fiscalía por delitos ecológicos y va dirigida contra la misma Endesa ( ahora E-distribución), así como contra seis directivos. La acusación pública atribuye a los encausados el haber incumplido las normas legales que "le imponían la obligación de mantener las redes eléctricas en condiciones técnicas adecuadas y sin dañar o poner en peligro la fauna y el medio ambiente en general". Los tendidos eléctricos distribuidos a lo largo de España ocasionan el fallecimiento de, al menos, unas 33.000 rapaces al año. La demanda detalla la electrocución de especies protegidas, como la cigüeña blanca, el busardo ratonero, el águila culebrera, el azor y el búho real, entre otras. El simple gesto de desplegar sus alas provoca que toquen los cables y reciban una descarga.

El fiscal solicitó en septiembre al juzgado de Vic que requiriera a Endesa, como medida cautelar, que se arreglaran algunos tendidos eléctricos, ya que había recibido información de los Agents Rurals de “más episodios de electrocución de aves” en tendidos eléctricos “responsabilidad” de la compañía y “de las personas investigadas” (hay seis directivos querellados), como máximos responsables de su correcto funcionamiento. 

El representante del ministerio público precisa que estos incidentes son indicativos “de la situación de riesgo grave que suponen” las instalaciones bajo sospecha y que tienen los cables “sin ninguna protección que evite” el fallecimiento de los pájaros. Al menos, se han constatado en los últimos meses electrocución de aves en varios tramos de suministro eléctrico, como los que pasan por los municipios de Hostalets de Pierola, Calonge de Segarra, Calaf, Igualada, Òdena, Santa Eugenia de Berga, Tona, Pinós, Gelida, Perafita, Bellprat, Sant Martí d’Abars, entre otros muchos.