Desde hace casi una semana, un equipo conformado por unas 400 personas está trabajando para velar por la seguridad y los vecinos de los pueblos ribereños de Aragón. Integradas y reunidas en el Centro de Coordinación Operativa Integrada (Cecopi), todas las administraciones con competencias y a cargo de prevenir las consecuencias de la crecida han estado en comunicación constante para tomar decisiones a tiempo. Uno de los responsables de este puesto de control es Miguel Ángel Clavero, que es jefe del servicio de Protección Civil del Gobierno de Aragón. "Están siendo días de mucho trabajo, pero ahora estamos ya relativamente tranquilos", decía este miércoles en declaraciones a este medio tras conocer que la avenida no iba a ocasionar daños en el casco urbano de Pina de Ebro.

"La punta ha pasado hace una hora y han comenzado ya los primeros descensos de caudal, aunque el nivel baja muy ligeramente», explicaba sobre las 18.00 horas desde Pina. "Esta avenida tiene una meseta como punta por lo que el caudal tarda en bajar", contaba.

Eso en lo que se refiere a lo urgente, que este miércoles eran las posibles afecciones en los pueblos de la Ribera Baja, pero sobre los últimos días Clavero explica que, como "servidores públicos" que son, ejecutan sus labores con "sensatez y ánimo". "Obviamente acabaremos la semana muy cansados pero los equipos de emergencia estamos preparados para esto. Además, estamos contentos porque no ha habido que lamentar daños personales y todo se ha ido resolviendo", decía.

Sobre la rapidez con la que han de tomar las decisiones, el jefe del operativo que ha vigilado la riada en Aragón explica que se basan siempre en criterios "técnicos". "Hemos aprendido de riadas anteriores. Como director de operaciones, tengo un historial de todas las riadas que ha habido desde el año 2003 y cuando algo así pasa ya sabemos dónde y cómo actuar y los límites que tenemos que aguantar antes de una evacuación", explicaba.

Cuatro riadas en seis años

Con respecto a la coordinación entre los diferentes organismos involucrados y las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, uno de los aspectos más destacados en los últimos días por los dirigentes políticos, Clavero explica que en esta ocasión, además de "la anticipación" –se ha trabajado con 48 horas de antelación–, ha sido clave la experiencia adquirida en los últimos años. "Cada vez tenemos más conocimiento. Ha habido riadas en 2015, 2018, 2019 (aunque no llegó a ser extraordinaria) y este año y eso nos ha permitido a los operativos conocernos y saber cómo trabajamos cada uno. Hemos trabajado mucho juntos ya", contaba.

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Asimismo, la tecnología también ha ayudado y el puesto de mando cuenta ahora con sistemas de conectividad que facilitan mucho la comunicación entre los diferentes operativos. También subrayaba Clavero que ha ayudado que Aragón cuente, desde el año 2019, con un plan específico de actuación ante el riesgo de inundación. "Desde entonces todos sabemos lo que tenemos que hacer", decía este miércoles a pie de campo.

La comunidad, explica Clavero, es un "territorio muy extenso" en el que se dan varias emergencias al año y con varios puntos calientes. "Tenemos zonas de mucha altitud, el 50% de Aragón es masa forestal y también está el Ebro. Tenemos además gaseoductos, autovías por las que circulan mercancías peligrosas y industrias químicas. Aragón fue una de las autonomías que antes comenzó a legislar en materia de protección civil y se ha trabajado mucho en este campo porque lo necesitamos", zanjaba el experto.