José Antonio López es director del laboratorio de Neurovirología de la Universidad Autónoma de Madrid (UAM) y está al frente del Proyecto NeuroCovid, una iniciativa para estudiar nuevos viricidas y antivirales frente a coronavirus humanos. Autor de más de una decena de libros de divulgación científica, este investigador natural de Esparragalejo (Badajoz) se ha convertido también en una cara habitual en las tertulias televisivas sobre la pandemia de covid-19. Responde a las preguntas de EL PERIÓDICO EXTREMADURA, diario que pertenece a este grupo, Prensa Ibérica, a caballo entre España y República Dominicana, donde ha participado en el Foro Global Casa de Campo

¿Ha vuelto a pasar? ¿Estamos igual que hace un año?

No, ni mucho menos. Ahora España, Portugal y quizás Italia estemos ya en lo que seguramente sea la nueva realidad. Que no es la vieja realidad, es diferente, porque vamos a convivir con un virus que tiende a ser estacional: seguramente nos va a visitar en otoño-invierno, solapándose fácilmente con la gripe. En esta nueva realidad, cuando llegue el frío, aumentarán los casos. 

¿A qué se debe este nuevo repunte? ¿Es la variante ómicron una amenaza que deba preocupar? 

De momento no tiene que ver con la variante ómicron, no está tan presente en España como para justificar este repunte. Se debe a que llega el frío. El virus es más estable en condiciones de bajas temperaturas, hay menos radiación ultravioleta, hacemos más vida social en interiores y sitios no todo lo bien ventilados que se debería y todavía hay un colchón de personas con baja inmunidad, porque no se han vacunado o porque si lo han hecho no han desarrollado toda la protección que deberían. No creo que estemos ante una nueva ola como las que ya hemos vivido en estos meses, lo que ocurre en España es totalmente distinto a lo que ocurre en Europa. El continente está donde estábamos nosotros el verano pasado, con la diferencia de que ahora allí es invierno: con solo un 60% de media de vacunados, mucha movilidad y temperaturas bajas que hacen que el virus circule más.

"Tendremos que acostumbrarnos a que los casos y las hospitalizaciones suban con el frío. Es duro, pero habrá que asumir un número de muertes, al igual que con la gripe"

¿El covid-19 se quedará entonces con nosotros como la gripe?

Seguramente el virus se haga estacional en otoño-invierno y coincidirá con los picos de gripe. Tendremos que acostumbrarnos a tener subida de casos, una mayor presión hospitalaria y por desgracia también fallecimientos. Es decir, tenemos que tomar la decisión, para asumir la nueva realidad, de con cuántos fallecidos estamos dispuestos a vivir. Parece que es muy duro, pero ya lo hemos hecho con la gripe: todos los años mata en varios cientos de miles de personas en todo el mundo y no se cierran colegios, no se cierran perimetralmente ciudades, no nos exigen ir con mascarilla ni nos cierran el acceso a interiores. El repunte actual se debe más a esa nueva realidad, aunque incrementado un poco por el colchón de personas sin vacunar y la bajada de inmunidad en algunos sectores poblacionales vulnerables. 

En este contexto que nos presenta, ¿qué medidas recomienda a ciudadanos y políticos ante las fechas que se aproximan?

A los políticos les pediría altura de miras, que dejen de mirarse de reojo unos a los otros a ver quién pone la medida más populista y que más votos pueda acarrear. Dedicarse a lo que importa, que es la nueva realidad, intentar poner medidas que se puedan implementar y no estar con el día de la marmota ahora cierro perimetralmente, ahora pongo un 60% de aforo, ahora un toque de queda a las 20.00 o las 22.00. Hay muchas cosas que se pueden hacer para ver si respondemos a la baja, como el pasaporte covid. Hay mucha controversia, pero no se puede decir como ha dicho una presidenta que no se pone porque ahora no interesa. Claro, hay tres o cuatro millones de jóvenes con movilidad que no se quieren vacunar y que al fin y al cabo no dejan de ser votos. Decir que es que se puede falsificar… también se puede falsificar un DNI, y no por eso estamos exentos de llevarlo. Tampoco tiene sentido decir que como la mayoría de personas ya estamos vacunadas, se presupone que todo el que va a un bar está vacunado. Si esto fuera cierto, no tendríamos tanta circulación del virus. 

Extremadura es una de las pocas comunidades que ha dicho que no al pasaporte covid. 

Con los nuevos casos, la incidencia acumulada y la amenaza de ómicron, que aunque no sea más virulenta puede ser más contagiosa, insisto que debería ser una medida a considerar. El pasaporte covid no ofende a nadie porque la mayoría de la población está vacunada. Y los que no están vacunados porque no quieren, bueno pues tendrán que ser conscientes de que la sociedad tiene pleno derecho de defenderse contra personas que pueden ser mucho más transmisoras. Porque las vacunas sí protegen de la transmisión del virus. No cien por cien porque no son esterilizantes, pero desde luego una sala con personas vacunadas siempre será más segura que una sala con personas sin vacunar

"El pasaporte covid es un buen filtro, los no vacunados tienen que entender que tenemos derecho a defendernos de los más transmisores"

¿Qué otras medidas cree que se pueden tomar ahora?

El pasaporte covid es un filtro, pero no el único. Se puede exigir a los locales cerrados que tengan un buen sistema de ventilación, natural o artificial, con medición para el control de los niveles de CO2. También exigir, para conciertos o actividades multitudinarias, el uso de la mascarilla. En cines, teatro y demás es algo que no molesta, pero imponer la mascarilla en restaurantes y discotecas... Sinceramente, ¿alguien cree que se ha cumplido esa norma desde que empezó la pandemia? Mejor control de entrada a los no vacunados. Otra opción son los test de antígenos baratos, sino gratis, como ocurre fuera de España, que por céntimos tienes un test de antígenos. Si aquí consiguiéramos los test en los centros comerciales como se consiguen yogures, y lo digo literalmente porque yo lo he hecho en Alemania, pues muchas personas lo harían para reuniones familiares con amigos, en casa y demás. Y aunque luego no lo notifiquen, no importa, pues ya de alguna forma esta persona está predispuesta:puede actuar él mismo de rastreador y seguramente se inhiba de quedar con amigos durante un tiempo. Pero a 8 o 10 euros el test, no hay forma de que la gente opte por esta vía y creo que los gobiernos deberían fomentarlo. Por último, el teletrabajo. Ha funcionado muy bien durante la pandemia y protege de la dispersión del virus, lucha contra el cambio climático y favorece la conciliación familiar. En cuanto a lo que podemos hacer nosotros, ser responsables: vacunarnos, intentar no confluir con mucha gente los mismos días o que no estén vacunados, escalonar la cena de Navidad y si participan no convivientes, un test. 

¿Qué opina de la vacuna pediátrica y la tercera dosis?

Antes era reacio no por su seguridad y eficacia, sino porque consideraba que con el porcentaje de vacunados que tenemos en España y la eficacia de las dos dosis era suficiente como para intentar aumentar el porcentaje de vacunados de la aldea global. Ahora, a raíz de las nuevas evidencias y los ensayos clínicos de Pfizer y Moderna, cada vez más seguros y documentados, y discutiéndolo con compañeros virólogos en el congreso en el que he estado en República Dominicana, debo decir que deberíamos no descuidar la vacunación global, pero si las vacunas se aprueban para uso pediátrico, no tengo nada en contra. Eso sí, para este grupo de edad considero que sigue siendo una vacuna pensada más para proteger al resto de la población que a ellos mismos. 

¿Ha sido un error no vacunar más en África y centrarnos en solo Euoropa? 

Mientras haya países con un 10% o 20% de vacunados el virus seguirá circulando y generando nuevas variantes como está ocurriendo en África. Allí hay gente joven con movilidad que rechazan las vacunas porque tienen otras preocupaciones, entre ellas no morir de hambre o el acceso al agua potable y otras enfermedades mucho más peligrosas como malaria. Muchos dicen que vacunarse ellos para que nos protejamos en el primer mundo, pues va a ser que no. Eso habría que intentar cambiarlo apoyando el desarrollo de estas regiones desfavorecidas. También se da el caso de que en el cono sur hay un gran porcentaje de personas con VIH y por tanto el sistema inmune debilitado, y eso es una bomba de relojería.