Un niño de 10 años logró salvar la vida en la tarde de este jueves gracias a la rápida intervención de dos agentes de la Policía Local de San Vicente del Raspeig y la enfermera que en ese momento se encontraba haciendo test covid. El menor estaba en el campo de fútbol de la Ciudad Deportiva cuando cayó desplomado al suelo.

En el momento del desplome, la enfermera que estaba realizaba los test covid al equipo de tercera división del Jove Español junto a la fisioterapeuta y el preparador físico del club Jove Español, intentaron reanimar al pequeño.

La central policial había recibido el aviso de una posible parada cardiorrespiratoria y al lugar se trasladó la Unidad de Atestados de Policía Local que al llegar recibieron a un numeroso grupo de personas con el niño en brazos. Los agentes verificaron que el niño se encontraba inconsciente y no respondía a estímulos. 

Desde Policía Local destacan que automáticamente le practicaron una reanimación cardiopulmonar y le aplicaron los parches del DESA (dispositivo de desfibrilación), siendo necesaria una nueva maniobra y también una segunda descarga ya que en la primera no respondía adecuadamente. Y fue en esa última cuando se consiguió la estabilización y el chaval volvió a respirar. 

Al lugar también acudieron una ambulancia de Soporte Vital Básico y una del SAMU. Fue el SAMU el que monitoreó al pequeño y finalmente lo trasladó hasta el Hospital General Universitario de Alicante. 

"La gran profesionalidad y destreza de los dos agentes hizo posible evitar un fatal desenlace para el niño", indican desde el área de Seguridad.

Apuesta por comprar dispositivos

La concejalía de Sanidad y la de Seguridad Ciudadana del Ayuntamiento destaca que en su momento hicieron una apuesta por contar con dispositivos DESA con la compra e incorporación de aparatos en dependencias municipales, vehículos policiales y de Protección Civil así como en la formación de agentes policiales, quedando demostrada su efectividad para poder salvar vidas. 

La Policía Local cuenta con cinco de estos dispositivos móviles y uno estático en la entrada de la propia Jefatura, lo que convierte a los edificios municipales y sus entornos zonas cardiosaludables.