Pronto se cumplirán dos años desde la llegada de la borrasca Cecilia a Galicia. Y con sus lluvias, los embalses lograron situarse en las siguientes cifras: un 86% de su capacidad en los de Galicia-Costa, dependientes de la Xunta y con 588 hectómetros cúbicos entonces; y un 67% para Miño-Sil, gestionado por el Gobierno central y que quedaba en 2.000 hectómetros. Pero en estos últimos dos años, estas cuencas han bajado un 40%. Según datos aportados ayer por el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (Miteco), la media en los embalses gallegos es de un 42,7% de su capacidad. En la última semana han perdido otros 11 hectómetros cúbicos.

En comparativa, ofrecen las peores cifras del norte peninsular y justo cuando la reserva hidráulica se ha contabilizado tras días de lluvias. Las presas de la cuenca Galicia Costa están al 51,6% con 353 hectómetros cúbicos —nueve menos que hace siete días—. Y Miño-Sil se encuentra por debajo de su capacidad: con un 40,7% y 1.233 hectómetros cúbicos —dos menos que en la semana pasada—. Mientras tanto, el Cantábrico Oriental dispone de una reserva del 63%, el Cantábrico Occidental del 55,6%, las cuencas internas del País Vasco del 66,7% y las internas de Cataluña del 66,3%. Otras reservas peninsulares que sobrepasan el 50% son Tinto, Odiel y Piedras, al 65,5%; y Júcar al 51,3%.

En total, las presas gallegas acumulan 1.586 hectómetros cúbicos de los 3.030 que podrían almacenar. En toda España, la reserva hídrica ha subido con las últimas precipitaciones y llega al 39%. Se almacenan actualmente 21.897 hectómetros cúbicos de agua: 111 más que en la pasada semana. Desde el Ministerio para la Transición Ecológica recalcan que las lluvias han afectado considerablemente a toda la península y han mejorado la situación de los embalses. Por ejemplo, llegó a registrarse la máxima en Madrid Retiro con 118,9 litros por metro cuadrado. Pero las lluvias en Galicia no están siendo acompañadas con un incremento del nivel en estas cuencas.

Entre noviembre de 2018 y el mismo mes de 2019, el agua almacenada en nuestra comunidad ascendió un 35%. Y se superaba en un 40% la media de la década anterior. De todos modos, se trata de un proceso cíclico. En 2017, los embalses gallegos se encontraban en peor situación que ahora: con un 37% de su capacidad. Otros ejercicios con niveles similares a los de ahora son 2007 (41,67%) y 2005 (43,21%).

Descenso general en 10 años

A nivel general, los datos aportados por el Ministerio para la Transición Ecológica indican un aumento ligero esta semana en toda España por las lluvias del puente de Todos los Santos: del 0,2%. Pero las cuencas no viven su mejor situación. Los embalses guardan un 23,98% menos de agua que la media de los últimos diez años y un 15,98 % menos que en las mismas fechas del año pasado.

La media de las cuencas gallegas en la actualidad se asemeja a la del Tajo, con un 42,8%. Pero es peor que la del Ebro, con un 48,6%. Otras áreas por debajo de su capacidad son las del Duero al 50,6%, Guadiana al 30%, Guadalete-Barbate al 30%, Guadalquivir al 26,1%, Mediterránea Andaluza al 35,5% y Segura al 34,4%.

En un análisis por provincias, Ourense es la que peor se encuentra en Galicia con un 39,68% de sus reservas. Hace diez años, alcanzaba el 61,72%. Y en las mismas fechas del año pasado, las cuencas ourensanas llegaban al 61%. En la misma semana del año pasado, Galicia lograba el 59% de su capacidad. Tenía por entonces más de 1.900 hectómetros cúbicos, según datos de la red estatal.