Ali Cleek es una madre que la pasada semana viajaba con la compañía Southwest Airlines de Orlando (Florida) a Norfolk (Virginia) cuando su hija Drew, de dos años, se puso a llorar, provocando un incidente con una azafata.

El Centro de Control de Enfermedades de Estados Unidos recomienda, no obliga, que los mayores de dos años lleven puesta la mascarilla en lo vuelos para prevenir contagios de covid. Pero Southwest sí que pide que los menores que se la pongan.

Ali y su pequeña embarcaron con una hora y media de retraso, publica el Daily Mail, y cuando subieron al avión y se acomodaron en sus respectivos asientos aún no estaba activado el aire acondicionado y hacía calor. Este cúmulo de circunstancias provocó que Drew empezase a llorar y que se negase a ponerse la mascarilla. La niña se tranquiliza chupándose el dedo así que la madre prefirió que lo hiciese para que se relajase y posponer la colocación del tapabocas.

Fue entonces cuando una azafata se le acercó y le sugirió a Ali Cleek dos opciones que la dejaron boquiabierta: que le hiciese un agujero a la mascarilla para que la niña se pueda meter el dedo en la boca o que se la pegase a la cara.

La madre no daba crédito a lo que oía y le pidió a la auxiliar de vuelo que tuviese un poco de paciencia a que la niña se calmara y le pondría la mascarilla.

Ali Cleek contó lo ocurrido en su cuenta de Instagram y tras el incidente, que tuvo lugar la pasada semana, la compañía aérea se puso en contacto con ella para disculparse y anunciarle que hablaría con la tripulación de su vuelo.