Diario de Ibiza

Diario de Ibiza

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

¿Un verano sin mascarillas? Los expertos lo ven difícil: solo los vacunados y en condiciones muy limitadas

Epidemiólogos y virólogos coinciden en abrir la mano solo con los inmunizados, al aire libre, en grupos burbuja y con distancia de seguridad

Una pareja con mascarillas sentada en un banco de un parque. EP

¿Qué pasará este verano con las mascarillas?. Se podría levantar ligeramente la mano solo con quienes estén inmunizados, al aire libre, en grupos burbuja y guardando la distancia de seguridad de 1,5 metros. Esta es la posición de epidemiólogos y virólogos de cara al verano, diferente a la medida adoptada en Estados Unidos, donde las autoridades sanitarias permitirán a los ya vacunados ir sin mascarilla y sin guardar distancias. Asimismo, los epidemiólogos asturianos rechazan que el ocio nocturno pueda reabrir.

"Se ha demostrado que la mascarilla ha sido el método crucial para luchar contra el virus. Mientras no esté inmunizado el 90 por ciento de los mayores de 50 años, no se debería quitar".

“Aún es pronto. Hasta que haya poca incidencia y el nivel de inmunidad sea mucho más elevado, no se puede plantear siquiera quitar la mascarilla, y además no se podrá hacer de repente”, asegura Santiago Melón, jefe del laboratorio de Virología del Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA). “Todavía tenemos pacientes ingresando en los hospitales y en la UCI, y no se deben correr riesgos. Se ha demostrado que la mascarilla ha sido el método crucial para luchar contra el virus. Mientras no esté inmunizado el 90 por ciento de los mayores de 50 años, no se debería quitar”, añadió rotundo.

Pedro Arcos, epidemiólogo y director de la Unidad de Investigación en Emergencias y Desastres de la Universidad de Oviedo, asegura que “en estos momentos Asturias está en lo que se denomina ‘control funcional’ de la epidemia, pero aún es insuficiente. Con la variante inglesa, que es la dominante, hay que llegar al 85 por ciento de inmunizados para detener la transmisión”. Con esta situación, añade, en verano se podría quitar la mascarilla solo en exteriores, donde el riesgo de contagio es bajo. “En ningún caso en interiores. Esto es ahora la clave”, asevera.

La catedrática de Epidemiología Adonina Tardón plantea que puedan empezar a quitarse la mascarilla, “solo al aire libre, quienes tengan las dos dosis de vacuna inoculada y una vez que hayan pasado dos semanas de la segunda, y manteniendo la distancia de seguridad”. En todo caso, “podría ser en el verano manteniendo los grupos burbuja”. Tardón advierte, además, de que “es necesario vacunar a los niños y a los jóvenes, a más tardar en septiembre, para recuperar la presencialidad en las aulas y su vida. Hay que hacerlo por ética y por principio epidemiológico”.

En verano se podría quitar la mascarilla solo en exteriores, donde el riesgo de contagio es bajo. En ningún caso en interiores, opinan los expertos.

Daniel López Acuña, epidemiólogo y exdirectivo de la Organización Mundial de la Salud (OMS), es radical y rechaza rotundamente que se quiten las mascarillas en el verano. “Hay que ser cautelosos y no apresurar las cosas. Solo podremos empezar a considerar dejar de usar la mascarilla cuando la incidencia acumulada de 14 días sea menor de 25 casos por cien mil habitantes y cuando se haya vacunado al 70 por ciento de la población con dos dosis. No antes”, afirma.

Compartir el artículo

stats