La digitalización y la sostenibilidad se han convertido en un binomio indivisible. Las llamadas transición digital y transición ecológica son prácticamente omnipresentes en la agenda institucional y legislativa, y los principales actores industriales a nivel nacional e internacional dan por hecho que una revolución no puede darse sin la otra”, plantea Marc Gómez Ferret, consejero delegado y presidente de ABB en España, empresa que ha aumentado sus beneficios gracias a la venta de tecnologías que contribuyen a prevenir el cambio climático (que suponen Entre el amplio abanico de tecnologías disponibles actualmente, el directivo destaca algunas de las tendencias tecnológicas que hoy en día ya están sirviendo como palanca para un desarrollo más sostenible y que tendrán un papel aún más relevante en los próximos años.

Movilidad minimalista y conectada

Uno de los aspectos claves es la movilidad. La pandemia ha obligado a reducir a niveles mínimos los movimientos y un informe de publicado por Greenpeace, durante las dos primeras semanas de confinamiento bajo el Estado de Alarma -declarado en marzo de 2020- las emisiones de NO2 en Madrid y Barcelona se desplomaron alrededor de un 60%.

“Los análisis hechos durante el confinamiento confirman que la movilidad más sostenible es aquella que no se produce”, señala Marc Gómez, que insta a aprovechar las ventajas que ofrecen las tecnologías para fomentar el teletrabajo e incrementar la gestión y los modelos de prestación de servicio en remoto.

La automatización, impulsada por la inteligencia artificial y la conectividad IoT es un elemento que abre las puertas a modelos de movilidad mucho más eficientes en este sector. El primer ferry autónomo habilitado con tecnología ABB ya es una realidad y mediante tecnologías de optimización de rutas marítimas -que contemplan aspectos como la meteorología- se consigue mejorar la seguridad y la eficiencia energética en el transporte de mercancías. Actualmente el 90% del comercio mundial se lleva a cabo transportando las mercancías por mar.

Producción de cercanía

La tendencia de grandes desplazamientos a grandes urbes es otro de los retos a abordar. Se estima que en 2050 cerca del 65 por ciento de la población vivirá en grandes ciudades y, al mismo tiempo, se prevé que anualmente la población humana siga creciendo hasta alcanzar en 2050 los 9.000 millones de personas.

Para alimentar a toda esa población se necesitaría en torno a un 35% más de superficie, lo cual supondría deforestar gran parte de los bosques. En este sentido, los expertos apuntan a la digitalización como una solución a este problema, llevando el concepto de ‘huerto urbano’ a algo mucho más ambicioso y aprovechando las ventajas ambientales que tiene la producción de cercanía para fabricar o generar alimentos allí donde se van a consumir.

Las tecnologías digitales también favorecen la producción de cercanía más allá de los alimentos, ya que actualmente es sencillo instalar microfactorías en cualquier ciudad, o pueblo, fomentando también la producción en núcleos rurales fuera de las grandes ciudades, mediante soluciones modulares que incluyan poco más que algún robot, impresoras en 3D y los equipos eléctricos y conectividad necesaria para hacerlos funcionar.

Electricidad ‘digital’ de principio a fin

El cambio también tiene que llegar al sector eléctrico. Cuando se habla de ‘electricidad digital’ de principio a fin los expertos se refieren a la digitalización de toda la cadena de valor de la energía, desde su generación hasta su consumo. “Sólo una red eléctrica completamente digital va a tener la suficiente ‘inteligencia’ como para permitir la incorporación masiva de energías renovables al sistema energético”, explica Marc Gómez.

Para hacer un buen uso de esta energía, sin malgastarla y reduciendo las emisiones de gases de efecto invernadero, será clave la automatización de edificios. A modo de ejemplo, actualmente se estima que las tecnologías domóticas permiten ahorrar hasta un 10 por ciento de la energía consumida en los edificios.

Hace tan sólo unos pocos años, se estimaba que la digitalización podría suponer una creación de alrededor de 1.300.000 nuevos empleos en España en el periodo de 2017 a 2020. Hoy en día, tras la pandemia de la Covid-19, y el aumento de las tecnologías de la información, todavía se desconoce todo el potencial de creación de empleo que la digitalización tendrá en los próximos años.