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Condenada una mujer que simuló asaltos en su propia casa y ató con bridas a su perro para acosar a su ex

La acusada debe indemnizar a su expareja y a otra víctima con cuantías que suman 21.000 euros

Residencia en la que vive la acusada.

Un caso de obsesivo acoso que ha acabado en condena. El de la mujer que llegó a simular asaltos en su propia casa, a quemar su coche y a atar con bridas y colgar a su perro para dar verosimilitud a una sucesión de denuncias falsas que tenían como objetivo hostigar a su exnovio y sobre todo a una compañera de trabajo sobre la que se enteró que había mantenido algún tipo de relación con este hombre. Tras varias suspensiones, la vista se celebró ayer en el Juzgado de lo Penal 1 de Vigo. Y el asunto se zanjó con un acuerdo de conformidad: la acusada aceptó dos años de cárcel, el pago de multas que suman 1.710 euros y mantenerse alejada tres años tanto de su antigua pareja como de la otra víctima. Debe indemnizar a ambos con cuantías que suman 21.000 euros y abonar además 1.700 euros a una aseguradora.

La mujer no tendrá que ingresar en la cárcel. La jueza suspendió la ejecución de la pena de prisión, pero con varias condiciones: además de abonar la responsabilidad civil y no volver a delinquir en cuatro años, la encausada –que sufre un trastorno mixto adaptativo– deberá realizar trabajos en beneficio de la comunidad y seguir un tratamiento médico psiquiátrico.

Una relación finalizada

Todo tiene su origen en que esta mujer no aceptó el fin de la relación sentimental que mantuvo con su exnovio. Y al enterarse de que éste había tenido algún tipo de acercamiento con una compañera de trabajo suya, la situación fue a peor. Y fue cuando, para perjudicarla a ella y continuar interfiriendo en la vida de su antiguo compañero, empezó a presentarse como víctima de conductas que atribuyó a la mujer contra la que dirigió su ira. Y en ejecución de ese plan, detalla la Fiscalía, entre agosto y septiembre de 2019 presentó una decena de denuncias falsas.

Esas denuncias fueron poco a poco a mayores. Las primeras versaban sobre llamadas telefónicas y un ramo de flores, pero después expuso que, desde su teléfono, se estaban creando grupos de WhatsApp, culpando del hackeo a la amiga de su ex. Pero todo era una invención, ya que fue la propia acusada quien creó esos foros, que tenían nombres como “Pouco queda perra puta” y en los que se publicaron mensajes amenazantes, fotos de los asaltos simulados e incluso un vídeo sexual de la encausada y su ex.

Debido a este enfermizo acoso la mujer simuló asaltos en su casa, llegando al punto de atar con bridas de plástico las patas delanteras y traseras de su perra y colgarla a continuación con una cadena. En otra ocasión, publicó en uno de esos grupos de WhatsApp fotografías de sí misma en las que aparecía durmiendo y con una herida en la cara, para dar a entender que había sido atacada en su propio hogar. En otro foro colgó más imágenes suyas para hacer pensar a los demás integrantes del grupo que la vigilaban.

En otros episodios la mujer provocó incendios en su vehículo hasta dejarlo calcinado, en su propia vivienda –en el que fallecieron dos gatos– y en una caseta. Y en múltiples ocasiones fue dejando notas manuscritas amenazantes.

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