"En España se hace muy buena ciencia", presume la química Rosa Menéndez (Asturias, 1956), convertida desde el 2017 en la primera mujer que preside el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), un mastodonte de 120 centros de estudio, donde 3.000 investigadores se afanan en los laboratorios por mejorar la calidad de nuestras vidas.

Dígame, señora Menéndez. ¿Qué descubrimiento reclama hoy su mayor atención como presidenta del CSIC?

Desde el Centro Nacional de Biotecnología estamos colaborando con científicos alemanes, norteamericanos y chinos para desarrollar una vacuna efectiva contra el coronavirus. Eso es lo más inmediato, pero destacaría también los estudios que hacemos sobre envejecimiento y enfermedades neurodegenerativas, la apuesta por combatir los efectos de la emergencia climática y las investigaciones en Astrofísica en las que estamos a la cabeza de Europa.

¿Cómo es posible controlar los 120 centros de la institución que preside dedicados a las investigaciones más diversas?

El CSIC está muy bien estructurado, pero necesita una mayor agilidad de gestión para facilitar la vida al máximo a nuestros científicos.

¿Cuál es su aportación más específica como científica y como primera mujer que preside a este mastodonte de más de 11.000 empleados?

Soy una persona cercana a la que le gusta dialogar y no imponer sin razonamientos. He apostado siempre por el factor humano, la empatía y la necesidad de que los más de 3.000 científicos que trabajan aquí se sientan partícipes de este proyecto.

¿Cuál sería su gran sueño dentro del CSIC?

Tener una ley propia y unos presupuestos plurianuales que nos permitan ajustar todos los procedimientos a lo que son las necesidades de la investigación.

¿Con qué presupuesto cuentan?

700 millones de euros pero una parte de ese dinero lo generan los propios científicos a través de proyectos financiados en convocatorias competitivas y contratos con empresas.

¿Necesita la mujer la discriminación positiva para acercarse al hombre en la igualdad de oportunidades en la carrera científica?

En la Ciencia, como en todo, existen discriminaciones más o menos intencionadas. La participación en general de la mujer es del 48 por ciento en el CSIC pero el problema comienza en las escalas superiores, como en la de profesor de investigación. Ahí baja considerablemente el porcentaje de mujeres y entre las causas podrían estar la conciliación familiar y la educación. Lo importante es que la mujer crea en sus capacidades.

¿En qué categoría juega el CSIC en Europa?

Jugamos en la Champions. Estamos entre las cinco principales instituciones europeas a pesar de ser menos y contar con la mitad del presupuesto que cuentan otras instituciones similares. Somos muy competitivos, aunque sea un partido desigual.

Pero nuestro atraso científico sigue en pleno vigor. Desde Severo Ochoa no hemos vuelto a tener un premio Nobel en Ciencias.

Eso no quiere decir que no se haga buena Ciencia. Estoy segura de que en cinco años tendremos un Permio Nobel español.

¿Del CSIC?

Me conformo con que sea español.

La misma Europa se está quedando muy rezagada respecto de Asia y Estados Unidos, donde se producen la mayoría de los inventos que están cambiando radicalmente nuestra sociedad.

El nivel científico de Europa es magnífico pero tenemos que centrarnos en los aspectos que podemos liderar, como es la lucha contra la emergencia climática, y trasladarlos a la innovación para que tengan impacto en el desarrollo empresarial.

¿Estamos dejando que el talento se vaya de España en busca de mejor trato y mayor reconocimiento?

El talento se fue durante la crisis pero ahora hacemos un esfuerzo ímprobo por hacer que vuelva y que regresen también aquellos científicos no tan jóvenes que han desarrollado con éxito su carrera fuera de España.

Pero es que la media de edad de los científicos españoles es muy elevada.

Sí, en el CSIC es de 54 años y a mí me gustaría que fuese de 48. Un problema adicional, a nivel europeo, es la pérdida de atractivo de la ciencia por los jóvenes. Es difícil convencer a los jóvenes de hoy de que se queden en centros de investigación, en muchos casos prefieren irse a la empresa privada.

¿Van a tener ahora más apoyo financiero para impulsar la investigación con el Gobierno de Pedro Sánchez y Pablo Iglesias?

Buena voluntad parece que hay, pero a ver lo que pasa.

¿Ha planteado ya al ministro de Ciencia e Innovación Pedro Duque que España no puede seguir dedicando la mitad de los recursos que la media europea destinada a la ciencia y a la investigación?

Se lo digo continuamente y él es consciente de que la Ciencia necesita unos presupuestos dignos para ir más allá.

¿Qué opina de la separación ministerial entre universidades y Ciencia?

A mí no me gusta porque la Ciencia se desarrolla también en la universidad.

¿En qué materias de investigación está más avanzada España?

Somos líderes en astrofísica, energía y en los estudios sobre salud.

¿Cómo van las investigaciones dirigidas a combatir el alzhéimer?

Tenemos muchas investigaciones abiertas sobre enfermedades neurodegenerativas pero requiere un tiempo para las pruebas clínicas y el proceso es lento.

La influencia de la alimentación en nuestra salud es uno de los asuntos más investigados hoy. ¿A qué conclusiones ha llegado usted de cómo hay que actuar para llevar una vida saludable?

Una vida sana, una dieta saludable, hacer ejercicio, no fumar ni beber alcohol ayudan a ralentizar el envejecimiento. Todos lo sabemos, otra cosa es llevarlo a la práctica.