Con la llegada del verano las playas se llenan de turistas que buscan refrescarse para combatir los meses más calurosos del año. Grupos de amigos, parejas y familias enteras disfrutan del buen tiempo, de la arena y de las olas del mar. Pero, en estos días de disfrute y descanso acechan peligros que en ocasiones pasamos desapercibidos.

El sol, las medusas, los erizos de mar o el propio peligro de las corrientes marinas son amenazas que podemos encontrar en un día de playa. Sin embargo, muchas veces no contamos con esos peligros invisibles, que cada vez son más habituales.

Es el caso de la bacteria 'come carne', que ya desde hace años hemos oído hablar de ella. De nombre científico Vibrio vulnificus, este patógeno, que prospera en aguas marinas cálidas, puede provocar infecciones en el ser humano.

Normalmente, las personas se ven afectadas por el consumo de marisco contaminado con esta bacteria, aunque también es posible que esta bacilo (bacteria con forma de barra) penetre en nuestro organismo por medio de una herida abierta que entra en contacto con el agua donde se encuentra esta bacteria 'come carne'.

La mayoría de las personas que se ven afectadas suelen padecer síntomas leves, aunque en los individuos que tienen deficiencia inmunológica provoca septicemia, que puede llegar a ser mortal. También puede provocar en estas personas infección de heridas o problemas gastrointestinales. Es posible que este patógeno genere infecciones de la piel, de la sangre o causar fascitis necrotizante, una infección poco común que destruye la piel y el tejido muscular.

Un estudio publicado en Annals of Internal Medicine considera que los médicos han de "ser conscientes de la posibilidad de que las infecciones por V. vulnificus se produzcan con más frecuencia fuera de las áreas geográficas tradicionales". Y es que, esta bacteria está apareciendo cada vez más cerca de las playas y en lugares más al norte, debido al calentamiento global.

Con el fin de evitar que nos infectemos es recomendable no bañarse si tenemos alguna herida abierta en nuestro cuerpo. Si tenemos una pequeña herida, podemos optar por vendarnos la piel con un vendaje impermeable que impida que la piel entre en contacto con el agua. Otra forma de prevenir que nos infectemos sería no comer marisco crudo o poco cocido, con lo que habría que cocinarlo bien para reducir el riesgo.