La muerte del rey del pop, Michael Jackson, ha acaparado la última semana la mayor atención mediática en la desaparición de un artista desde hace años. Su trágica muerte ha conmovido a su fans al mismo tiempo que ha despertado todo tipo de controversias y opiniones sobre su figura humana y artística. Pino Sagliocco, productor musical afincado en Ibiza, conoce muy de cerca al autor de ´Thriller´ ya que fue el productor de sus tres últimos conciertos en España y tenía, además, una relación particular con Michael Jackson, cuyo funeral está previsto para hoy mismo en Los Ángeles.

—¿Qué le ha parecido la controversia y el revuelo mediático provocado por la muerte de Michael Jackson?

—He leído y escuchado en estos días a mucha gente hablar, escribir y opinar sobre la figura de Michael Jackson y tengo la impresión de que muchas veces queremos encontrar explicaciones a hechos que son tan sencillos y tan grandes que hablan por sí solos. Michael Jackson ha sido el artista más grande de los siglos XX y XXI. Su música sobrevivirá a las generaciones venideras y su espíritu seguirá impregnando de amor y de esperanza a los niños del futuro. El espíritu de Peter Pan sigue más vivo que nunca.

-—Usted ha tenido el privilegio de conocer muy de cerca al artista…

—Accedo a hablar de este tema, con la sola idea de hacer llegar el mensaje de un alma limpia y bella que tuve el honor y el privilegio de conocer muy de cerca. Desde el primer momento que conocí a Michael tuve la sensación de estar con Peter Pan, el niño que nunca quiso crecer, y que siempre transmitía que las únicas personas limpias a las que podía mirar a los ojos sin ningún atisbo de temor o interés, eran los niños. Esta idea le llevó a comprometerse y a luchar por ellos.

Su idea de luchar por los niños no fue bien entendida.

—La primera vez que estuve en su mansión de Neverland palpé el compromiso que tenía Michael con los jóvenes. Él ofreció durante años su rancho, convertido en el sueño de todos, el país de Nunca Jamás, a los más necesitados y enfermos para que pudieran disfrutar de ese sueño y tener unos momentos de felicidad y esperanza, sin darle nunca publicidad, ya que su compromiso era puro y total hacia los más jóvenes. En nuestra múltiples conversaciones siempre destacó su preocupación por hacer algo en pro de los derechos de los niños y crear una conciencia social para conseguir un mundo mejor para ellos.

—Michael mantuvo una relación especial con España en los últimos años.

—Michael fue muy amigo de España y siempre la mantuvo en un lugar especial. Buena prueba de ello son los conciertos que dio aquí. Además de los de 1992, que formaron parte de su gira europea —en Madrid, Barcelona y Oviedo—, le dio a España un puesto especial a partir del 1993. Sus únicos conciertos en Europa en 1993, 1996 y 1997 fueron en Tenerife, Zaragoza y Valladolid.

—Era un coleccionista de las esculturas de Lladró y pretendía incluso tener una con su figura…

—En una de estas charlas me habló de la sensibilidad que le transmitían las figuras de porcelana de la marca llorado, las cuales coleccionaba, y me pidió ver si había alguna posibilidad de conocer a la familia propietaria para plasmar en una de sus figuras y crear una escultura que representara su compromiso con la infancia. Los llorado aceptaron con entusiasmo esta genuina colaboración.

—¿Su escultura no vio nunca la luz?

—La idea era ofrecer la escultura junto a la declaración de los derechos universales de los niños a gobernantes y líderes de opinión del mundo, para crear una conciencia global sobre la situación infantil. La idea prosperó, Michael Jackson vino a España de forma privada y fuimos a la fabrica de llorado y allí presenció los últimos retoques de la figura que se diseñó. Estaba tan entusiasmado con el proyecto que aún hoy me emociono al recordar su pasión, pero tras las acusaciones de pederastia el proyecto se canceló.

—Cuénteme algunas anécdotas personales vividas con el artista en su faceta de promotor.

—Recuerdo una en particular. En su concierto de Valladolid organizamos con el programa de Isabel genio ´Sorpresa, Sorpresa´ un encuentro con un niño cuyo sueño era conocer al artista. La sorpresa fue doble tanto para Michael como para el afortunado. Me cautivó en ese momento la sencillez y la belleza con la que un artista de fama de inaccesible recibió a este joven. Reaccionó con inmensa alegría porque sabía que hacía feliz a este chico. Otro artista de su fama quizá no le hubiese dado tanta importancia.

—También habrá tenido algún momento difícil en su relación.

—En Zaragoza, Michael se sentó en la terraza del hotel con los pies colgando en el vacío, yo le agarraba por detrás con un miedo enorme a que se desplomara. En Barcelona salía a escondidas de todos a comprar discos y juguetes por las tiendas de la capital, ante la sorpresa de los dependientes, que dudaban si era Michael Jackson en persona. Él disfrutaba de ese anonimato exhibiendo una sonrisa ingenua al ver cómo la gente se preguntaba si realmente era él.

—¿Qué opina de las acusaciones de pederastia que le han perseguido en la última etapa de su vida?

—Recuerdo con cierta tristeza cuando tras el concierto de Tenerife le comunicaron que había sido acusado de chirleen molester en Estados Unidos. Fue un golpe devastador para él. A partir de ese momento comenzó el calvario de acusaciones e injusticias que llevaron a Michael a un largo vía crucis de años. Portadas de periódicos, aperturas de telediarios y de casi todos los medios destrozaron todo lo que representaba y por lo que había luchado.

—¿Cree que como otros genios de la música, Michael ha sido un artista incomprendido y no se le ha hecho justicia?

—Me he sentido muy triste estos años al ver la injusticia que estaba viviendo. Lo he defendido en privado, en público y en todos los foros posibles. No entendía cómo se podía manchar el nombre de uno de los más grandes, un artista que ha sido inspiración para la juventud, un luchador inquebrantable en favor de la infancia y sus derechos. Ojalá aprendiéramos a valorar, querer y proteger a los grandes artistas cuando están vivos y no sólo aclamarlos cuando ya no están entre nosotros. Ha muerto el hombre pero su espíritu y su música sobrevivirán para siempre. Muerto el rey ¡Viva el rey!