100 millones de semillas

Inauguran el "Arca de Noé" de las semillas en el Ártico

La Premio Nobel de la Paz, Wangari Maathai junto al primer ministro noruego, Jens Stoltenberg antes de la inauguración del Svalbard Global Seed Vault (una reserva de semillas y granos) cerca de Longyearbyen, en Svalbard (Noruega). La reserva, que abrió hoy sus puertas en Spitzbergen, Noruega, es una especie de Arca de Noé para plantas. El gobierno noruego vació una montaña para colocar en su interior tres cámaras que enfriará con capas subterráneas de hielo y que rellenará con una colección gigante de granos y semillas de todo el mundo. El objetivo del muestrario es asegurar la perduración de estos cultivos en caso de un gran desastre natural.

La Premio Nobel de la Paz, Wangari Maathai junto al primer ministro noruego, Jens Stoltenberg antes de la inauguración del Svalbard Global Seed Vault (una reserva de semillas y granos) cerca de Longyearbyen, en Svalbard (Noruega). La reserva, que abrió hoy sus puertas en Spitzbergen, Noruega, es una especie de Arca de Noé para plantas. El gobierno noruego vació una montaña para colocar en su interior tres cámaras que enfriará con capas subterráneas de hielo y que rellenará con una colección gigante de granos y semillas de todo el mundo. El objetivo del muestrario es asegurar la perduración de estos cultivos en caso de un gran desastre natural. / EFE/Larsen Hakon Mosvold

EFE

El proyecto, impulsado por el Gobierno noruego, el Fondo Mundial para la Diversidad de Cultivos y el Banco Genético Nórdico, permite la creación de un depósito seguro de bancos de duplicados de semillas de cultivos alimentarios, asegurando su supervivencia frente a fenómenos como el cambio climático y catástrofes naturales.

Situada cerca de Longyearbyen, en una isla del archipiélago noruego de Svalbard, la bóveda bautizada como "del fin del mundo" o "Arca de Noé", ha sido excavada a 130 metros de profundidad en una montaña de piedra arenisca, impermeable a la actividad volcánica, los terremotos, la radiación y la crecida del nivel del mar.

El primer ministro noruego, Jens Stoltenberg, y la premio Nobel de la Paz 2004, la activista keniana Wangari Maathai, fueron los encargados de colocar en su interior las primeras semillas, variedades de arroz de 104 países.

En la ceremonia, a la que acudió el presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, Stoltenberg calificó la instalación de "bloque fundamental de la civilización humana", mientras que el director del Fondo Mundial para la Diversidad de Cultivos, Cary Fowler, habló del recurso "más potente" para afrontar amenazas como el cambio climático o los déficit de energía, alimentos y agua.

La bóveda acogerá inicialmente 268.000 muestras distintas de semillas -de una capacidad total de 4,5 millones de muestras y unos 2.000 millones de simientes-, que han sido guardadas en paquetes sellados dentro de cajas cerradas herméticamente en cada una de las tres habitaciones en que se divide la cámara acorazada, situada al final de un corredor de 125 metros.

Las semillas permanecerán almacenadas a una temperatura de -18 grados Celsius, que garantiza una baja actividad metabólica y un perfecto estado de conservación durante siglos; en caso de fallo eléctrico, el "permafrost" ártico (capa permanentemente helada) del exterior actuaría como refrigerante natural.

Veinte instituciones de todo el mundo han enviado muestras para participar en el proyecto, entre ellas, el mexicano Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT), el colombiano Centro Internacional de Agricultura Tropical (CIAT) y el Centro Internacional de la Papa (CIP) de Perú.

La bóveda acogerá semillas de cerca de noventa cultivos como la alfalfa, espárrago, judía, cebada, albahaca, acelga, zanahoria, lenteja, tomate, cebolla, patata, guisante, espinaca, trigo y arroz.

Se trata de variedades poco frecuentes o tipos tradicionales producidos en países en desarrollo, excluyendo árboles frutales y plantas medicinales, así como organismos genéticamente modificados.

Sólo en caso de que todas las fuentes de semillas de ese tipo hayan sido destruidas o se hayan agotado podrán ser extraídas del almacén, a no ser que los países donantes -que son los propietarios de las simientes- así lo requieran.

El Gobierno noruego ha asumido la construcción de la instalación, presupuestada en unos 50 millones de coronas noruegas (6,4 millones de euros; 9,4 millones de dólares), mientras que el transporte de las semillas y el mantenimiento futuro de la bóveda correrá a cargo del Fondo Mundial para la Diversidad de Cultivos.

El considerado depósito de semillas de cultivos alimentarios más completo del mundo cuenta con las máximas medidas de seguridad, y su techo y entrada han sido decorados por artistas noruegos con acero, y espejos, de modo que en verano refleje la luz polar y en invierno adquiera un tono verde turquesa y blanco, haciéndolo visible a cientos de metros de distancia.

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