Londres recomienda consumir agua del grifo frente a la mineral para luchar contra el cambio climático

"El mensaje es muy simple. No tengan vergüenza de pedir agua del grifo en el restaurante", dijo el político laborista.

En opinión de Livingstone, de esa forma los ciudadanos ahorrarán dinero y ayudarán a salvar el planeta.

"Bebiendo menos agua embotellada, reduciremos las emisiones de gases (CO2) procedentes de la producción y el transporte y contribuiremos a resolver el problema de qué hacer con las botellas usadas", agregó.

Según un estudio de expertos, un vaso de agua del grifo en Londres deja una impronta de CO2 de sólo 0,3 gramos frente a los 185 gramos en el caso de un vaso de agua mineral de la marca Volvic o 172 de Evian.

De acuerdo con una encuesta del Consejo Nacional de Consumidores, si muchos clientes de restaurantes no piden agua del grifo en lugar de mineral es porque sienten una especie de vergüenza.

David Owen, consejero delegado de la empresa Thames Water, que suministra el agua potable a la capital, afirmó que "Londres tiene probablemente la mejor agua del grifo del mundo, que a un penique (1,34 céntimos de euro) el litro es, además, 500 veces más barata que la embotellada".

El director ejecutivo de la ONG ecologista "Friends of the Earth" (Amigos de la Tierra), Tony Jupiter, alabó la campaña y dijo que "es una locura desde el punto de vista medioambiental transportar botellas de agua mineral a miles de kilómetros de distancia".