La artritis psoriásica es una enfermedad inflamatoria crónica, cuyos síntomas pueden ser muy heterogéneos. Así, un paciente con esta patología puede sufrir molestias como dolor e inflamación en las articulaciones como los dedos de las manos, las rodillas, los pies o las muñecas. 

Pero personas con artritis psoriásica puede que lo que les aqueje es una gran hinchazón de los dedos de las manos o los pies. En otros casos, los pacientes pueden sentir dolores difusos por todo el cuerpo, en lugar de en la articulación afectada. 

Por último, están las afecciones cutáneas. Los afectados por este tipo de enfermedad inflamatoria ven como aparecen manchas secas y escamosas de color plateado o gris en distintas zonas del cuerpo, como el cuero cabelludo, los codos, las rodillas o en el extremo inferior de la espina dorsal. 

Pues bien, además de todas estas manifestaciones los pacientes con artritis psoriásica suelen tener con mayor frecuencia otras patologías como obesidad, enfermedad cardiovascular, hígado graso no alcohólico, uveítis, enfermedad inflamatoria intestinal y depresión en comparación con la población general.

Así se desprende de diferentes estudios que muestran como “la obesidad y el síndrome metabólico son más prevalentes en los pacientes con artritis psoriásica que en población general e incluso que entre los pacientes exclusivamente con psoriasis y con una prevalencia de entre el 32-60% de obesidad”, señala la doctora Raquel Almodóvar, reumatóloga del Hospital Universitario Fundación Alcorcón de Madrid.

El círculo vicioso de la inflamación

En este sentido, el doctor Juan José Gorgojo, endocrino del mismo hospital, explica que “en pacientes obesos, el tejido adiposo presenta cambios celulares por mayor infiltración de células proinflamatorias con disminución de células antiinflamatorias. De esta forma, se vuelve disfuncional y actúa como un órgano endocrino, generando un estado inflamatorio sistémico que, en sujetos genéticamente predispuestos, favorece la aparición de psoriasis cutánea y artritis psoriásica. La inflamación sistémica de la enfermedad sumada al sedentarismo secundario a la incapacidad funcional por la afectación articular perpetúa el aumento del tejido adiposo, produciéndose un círculo vicioso de inflamación crónica”. 

A causa de ello, “tanto  la obesidad como el síndrome metabólico provocan un peor pronóstico al asociarse a mayor actividad, severidad de la artritis psoriásica, depresión, peor calidad de vida e incremento del riesgo cardiovascular”, advierte la doctora Almodóvar.

La pérdida de peso esencial para el tratamiento de la artritis psoriásica. JCOMP. FREEPIK

La pérdida de peso esencial para el tratamiento de la artritis psoriásica

Es fundamental un abordaje multidisciplinar con los especialistas implicados: reumatólogos, endocrinos, junto al médicos de Atención Primaria y Enfermería para identificar y tratar adecuadamente la obesidad en los pacientes con enfermedad psoriásica. 

“La probabilidad de respuesta al tratamiento farmacológico de la artritis psoriásica aumenta con la pérdida ponderal de peso, especialmente con pérdidas superiores al 10%. El problema es que alcanzar esta situación es muy complicado exclusivamente con la modificación de estilo de vida. En el momento actual disponemos de nuevos fármacos que favorecen la pérdida de peso como los agonistas del receptor de GLP-1, que tienen efectos anorexígenos, antihiperglucemiantes y antiinflamatorios”, precisa el doctor Gorgojo.

Y es que las limitaciones en la movilidad que supone la artritis psoriásica puede resultar complicado lograr esa pérdida de peso ideal para la efectividad de los tratamientos. Para ayudar al paciente en este punto, los especialistas de la Sociedad Española de Reumatología enumeran algunas pautas a seguir: 

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  • Tiene una importancia especial que los pacientes sigan una dieta mediterránea (baja en calorías si ya hay sobrepeso).
  • También es necesario que se realice ejercicio físico aeróbico moderado entre 150- 300 minutos a la semana. El ejercicio debe estar adaptado a la situación clínica del paciente. ¿Y qué actividades son las más indicadas? Pues por ejemplo, caminar entre 10 y 15 mil pasos diarios contados con un podómetro. 
  • Además de aeróbico, los expertos en reumatología recomiendan también practicar ejercicio de fortalecimiento 2-3 días a la semana (también adaptado).
  • Controlar periódicamente el peso. 
  • Evitar conductas alimentarias inapropiadas.

Por último, el doctor Juan Carlos Torre Alonso, reumatólogo y profesor de la Universidad de Oviedo, señala que “las manifestaciones de la artritis psoriásica generalmente dictan la elección del tratamiento, aunque también es necesario tener en cuenta las manifestaciones extramusculoesqueléticas y la comorbilidad asociada en la elección del mismo. Sin embargo, la identificación y el diagnóstico tempranos de los pacientes y el control efectivo de la enfermedad siguen siendo necesidades médicas no cubiertas en esta patología”.