La diabetes es una de las enfermedades no contagiosas más frecuentes del mundo. Solo en España, según los últimos datos de la Federación Internacional de Diabetes, afecta a más de cinco millones de personas. 

Así, España es el segundo país europeo con mayor tasa de incidencia (8 de cada 100 personas). Fuera de nuestras fronteras, China es el país con más diabéticos (140 millones), seguido de India (74 millones de personas), Pakistán (32 millones) y Estados Unidos (32 millones de personas).

La diabetes tipo 2 es la más común. Las principales causas de su aparición son un estilo de vida sedentario y la acumulación de tejido adiposo. Es hasta diez veces más habitual que la diabetes tipo 1, una enfermedad autoinmune crónica que suele desarrollarse durante la infancia o la adolescencia. 

Sin embargo, un estudio publicado en Nutrients y liderado por Diana Díaz Rizzolo, profesora de Estudios de Ciencias de la Salud de la UOC, resalta que el consumo habitual de quinoa puede contribuir a la aparición de la diabetes tipo 2. 

Algunos estudios anteriores habían evidenciado que los polifenoles, presentes en la quinoa, podrían reducir la glucosa en sangre.

La diabetes también puede causar pancreatitis aguda Freepik

Y es que el valor nutricional de este alimento, de origen andino, lo convierte en uno de los más ricos. Por cada 100 gramos, 14 de proteínas, 22 miligramos de vitamina C, 47 miligramos de calcio, 4,6 de hierro y, por supuesto, polifenoles. 

  • "Hicimos una revisión para averiguar qué decía la bibliografía científica sobre todos los beneficios que se atribuían a la quinoa y vimos que no había evidencia científica previa, que solo había hipótesis y que los trabajos existentes solo se centraban en algún componente o nutriente concreto, sin tener en cuenta todo el alimento", explica la principal autora de la investigación.

Priorizar el consumo de quinoa

Por ello, tanto la doctora Díaz Rizzolo como su equipo pusieron en marcha un estudio clínico de ocho semanas de duración: cuatro semanas con dieta normal, con hidratos de carbono complejos como cereales y legumbres, y otras cuatro semanas con quinoa. 

La edad media de los participantes, en estado de prediabetes, era de 69 años, con morbilidades como hipertensión, hiperlipidemia (presencia de grasas en la sangre como colesterol y los triglicéridos) y antecedentes de diabetes mellitus. La mayoría de ellos, mujeres.

"Un 70 % de las personas que se encuentran en un estado de prediabetes acabarán desarrollando la enfermedad. Además, esta proporción de conversión aumenta en los adultos de más edad. De este modo, la suma de estado prediabético y envejecimiento eleva enormemente el riesgo de desarrollar la enfermedad", destaca la doctora.

Ensalada de quinoa con langostinos. Shutterstock

En la dieta, también se incluyó otros alimentos elaborados con harina de quinoa (con un porcentaje superior al 70%) como bizcochos, pan de molde o pasta. 

La quinoa contiene un elevado contenido de grasas insaturadas, de antioxidantes y de polifenoles, con claros beneficios cardiovasculares

Y los resultados fueron muy prometedores, aunque al tratarse de un estudio piloto, la muestra fue muy reducida. "Comparamos los patrones de la glucosa en sangre y vimos que, cuando los participantes habían ingerido quinoa, el pico de glucosa era inferior que con la dieta habitual", detalla.

  • "Esto es crucial, porque estos picos de glucemia después de comer son determinantes en la evolución de la diabetes tipo 2".