Una mujer de 67 años ha fallecido este lunes tras la picadura de una avispa en Teulada Moraira (Alicante). Minutos después de la picadura, la mujer, de nacionalidad británica, ha perdido el conocimiento como consecuencia de un shock anafiláctico (una grave reacción alérgica). 

A la llegada de los servicios de emergencia, y después de realizar maniobras de reanimación cardiopulmonar avanzada y otras técnicas de recuperación, solo se ha podido certificar su fallecimiento.

Con la llegada de las buenas temperaturas, y más en algunas zonas de España donde ya están disfrutando de un verano anticipado, empezamos a ver los primeros ejemplares de avispas y abejas. Y aunque su picadura puede parecer inofensiva, en determinados grupos de población es un auténtico riesgo.

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Según señala la Sociedad Española de Alergología (SEAIC), en nuestro país "la prevalencia de reacciones locales extensas por picadura de himenópteros (abejas, avispas, hormigas…), lo que vulgarmente entendemos como hinchazón de la zona de la picadura, que persiste unas 24 horas, se sitúa entre el 5,3% y el 26,4%".

Como estima SEAIC, el 2,3% de la población general sufre una reacción generalizada en todo el cuerpo, lo que se conoce como una reacción sistémica, tras la picadura de una avispa o una abeja. En cuanto a quienes sufren una reacción mortal, las cifras se sitúan entre 0,03 y 0.48 muertes por cada millón de personas al año.

En el caso de pacientes con antecedentes a reacciones graves a picaduras de avispa, o diagnosticados, avisar inmediatamente a los servicios de emergencia y aplicar el tratamiento prescrito

Solo en la Unión Europea, cada año unas 200 personas fallecen como consecuencia de la picadura de uno de estos insectos.

Picaduras: ¿Qué tipos hay?

Como ya se ha indicado, todas las personas no reaccionan igual ante la picadura de una avispa o abeja. Cuando uno de estos insectos pican en alguna zona del cuerpo, introducen veneno en nuestro cuerpo. Un conjunto de sustancias, muchas de ellas tóxicas, que hacen que nuestro cuerpo reaccione.

Existen tres reacciones ante el veneno de abejas y avispas.

  • Reacciones por la acción propia del veneno. Tras la picadura aparece una reacción en la piel de corta duración, con enrojecimiento e hinchazón alrededor del sitio de la picadura, de un diámetro menor de 10 cm. En función de la zona de la picadura podemos sentir un dolor más o menos intenso, e incluso picor, que desaparecerá en cuestión de pocas horas.
  • Reacciones locales extensas. En estos casos la cosa se complica un poco, porque la inflamación se extiende más allá de los 10 centímetros y dura mucho más tiempo. Por ejemplo, si hemos tenido la mala suerte de que nos piquen en una mano o un pie, se puede llegar a inflamar todo el brazo o parte de la pierna. Además, suele doler, picar y la zona estará enrojecida y dura.
  • Anafilaxia. Este tipo de reacción generalizada se produce en personas alérgicas al veneno de estos insectos. Una sola picadura bastará para que aparezcan ronchas o habones, dificultad para respirar, mareo… Y si nos encontramos ante este tipo de reacción el tiempo es vital. Así que hay que llamar a los servicios de emergencias para que traten al paciente lo antes posible.

SEAIC especifica que "en individuos con un buen estado general de salud y no alérgicos al veneno de abeja o avispa, se ha demostrado que se pueden soportar bastante bien de 1 a 25 picaduras". Los efectos tóxicos podrían empezar a partir de las 50 picaduras. La dosis letal: 100 picaduras en niños, 500 en adultos.

¿Cómo actuar ante una picadura?

Todos conocemos remedios caseros para tratar las picaduras de insectos: hielo, restregar ajo, barro, vinagre y agua…

Y aunque es cierto que pueden calmar un poco los síntomas de picazón, no sirven para tratar la picadura y, lo que es peor, incluso pueden infectarla.

Por ello, los expertos de la Sociedad Española de Alergología nos dan una serie de consejos a tener en cuenta.

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  1. Lo primero es lavar la herida con agua y jabón para evitar "sobreinfecciones".
  2. Una vez limpia la zona, podemos aplicarnos frío. ¡Pero cuidado! Si nos ponemos hielo hay que hacerlo siempre envuelto en una toalla o algún tejido para evitar el contacto directo con la piel, porque nos podemos quemar.
  3. Si lo que nos ha picado es una abeja tendremos que retirar el aguijón que nos ha dejado dentro. Pero sin apretar, porque contiene veneno y si presionamos podríamos incluso inocular más veneno. Debe retirarse con la uña de abajo hacia arriba.
  4. Cuando la reacción es más extensa los alergólogos aconsejan "la aplicación en la zona de frío o amoniaco en los primeros momentos, para retrasar la absorción de veneno". Un antihistamínico puede aliviar la hinchazón y el dolor.
  5. Si ya hablamos de reacciones anafilácticas lo mejor es avisar a emergencias. En caso de que el paciente sepa que es alérgico a este tipo de picaduras, probablemente llevará consigo el tratamiento prescrito por su médico (adrenalina), así que habrá que administrarlo de manera inmediata.

¿Cómo evitar las picaduras de avispa o abejas?

Aparentemente, no es nada fácil. Pero desde la SEIAC nos recuerdan algunos trucos para evitarlo, sobre todo si ya sabemos que tenemos alergia a este tipo de insectos.

Archivo - Una abeja en un almendro en flor en Garrovillas de Alconétar, a 16 de febrero de 2022, en Cáceres, Extremadura (España). Gustavo Valiente - Europa Press - Archivo

  • No acercarse a panales de abejas ni a nidos de avispas. Si accidentalmente esto ocurriera, debemos alejarnos con movimientos lentos.
  • Si una abeja o avispa se posa sobre nosotros, "no debemos intentar matarla ni espantarla. Mejor permanecer quietos o hacer sólo movimientos lentos hasta que se aleje".
  • Si bebemos algún líquido azucarado, cuidado. Debemos comprobar que no hay abejas o avispas en los bordes del recipiente.
  • No manipular frutas ni comidas al aire libre.
  • No acercarse a los cubos de basura en la calle.
  • Si dejas ropa en el suelo, sacudirla antes de ponérsela, pues puede haber alguna avispa entre sus pliegues.
  • Evitar caminar descalzo, así como hacerlo por huertos en floración, campos de trébol o cualquier área con abundantes flores.
  • Usar ropa de colores poco llamativos puede ayudar. Y si vamos a ir al campo puede ser una buena idea no echarnos colonia o lacas.
  • No podar árboles ni segar césped o setos durante la época de actividad de estos insectos.
  • Es posible chocar con insectos cuando practicamos deporte al aire libre, así que debemos evitar zonas donde haya muchas flores.