Las primeras semanas del desarrollo embrionario es una etapa crítica, en la que la influencia del ambiente en el que se desenvuelve una mujer embarazada es clave y puede tener mayores consecuencias en la salud materno-infantil que otra etapa de la gestación. En esta etapa tan precoz del embarazo, según explica la Dra. María Dolores Gómez Roig, parece que la sensibilidad al ambiente puede ser mayor. A pesar de ello, también es bien conocido que la etapa de la peri-concepción, y luego durante todo el embarazo, son momentos cruciales donde el ambiente en el que se encuentra la mujer embarazada puede influir en la salud del feto, no solo en ese momento, sino también en su salud tras el nacimiento, a lo largo de la infancia y en la edad adulta.

Durante la peri-concepción, además, también es importante la salud de la pareja y el ambiente en el que esta vive y se relaciona.

Los contaminantes ambientales que repercuten en la salud del feto son muchos y todos ellos son importantes. “Los más fácilmente modificables y que están ampliamente estudiados, habiéndose demostrado su repercusión en la salud de la embarazada y el feto, son el consumo de sustancias tóxicas”, señala la Dra. Gómez Roig. Estas sustancias incluyen el tabaco, el consumo alcohol, o medicamentos no recomendados en la peri-concepción y en el embarazo. En referencia al alcohol, es importante saber que no hay una dosis segura para el feto y que la recomendación debe ser siempre de consumo “cero”.

Disruptores endocrinos

La contaminación del aire que respiramos, la presencia de productos químicos en los alimentos que ingerimos, pero también la calidad del agua, las radiaciones y la contaminación acústica son algunos otros factores que influyen durante el embarazo. Entre los contaminantes más estudiados científicamente en relación a la salud materno-infantil está la contaminación del aire y las sustancias químicas que actúan como disruptores endocrinos. Las sustancias químicas que podemos ingerir con algunos alimentos, o que pasan a través de nuestra piel por el uso de jabones, cremas, colonias, etc., pueden simular hormonas de nuestro cuerpo y actuar a nivel de los receptores hormonales cambiando equilibrios relacionados con las hormonas sexuales, los estrógenos, e incluso las hormonas tiroideas. De esta manera, los disruptores endocrinos pueden influenciar en la salud sexual y reproductiva de los adolescentes, y en las embarazadas pueden provocar cambios a nivel placentario, restricción de crecimiento fetal y prematuridad. En la edad adulta también han demostrado provocar obesidad, afectación del neurodesarrollo, diabetes, incluso aumentar la incidencia del cáncer. En la actualidad, hay muchos estudios en marcha para acabar de conocer sus repercusiones.

Contaminación y desarrollo neurológico

La contaminación del aire se ha relacionado con problemas placentarios y mayor frecuencia de patología obstétrica, como sería la restricción de crecimiento fetal, los estados de hipertensión del embarazo y la prematuridad, entre las más frecuentes.

Según detalla la Dra. Gómez Roig, un estudio realizado en Barcelona relacionó áreas de mayor contaminación atribuible al tráfico con peores puntuaciones en testsneuro-conductuales en niños escolarizados en escuelas ubicadas en áreas con mayor contaminación. Debido a ello, también se estudia la influencia de esta contaminación del aire en el desarrollo neurológico.

Ruido

La contaminación acústica es un importante problema de salud ambiental.Aproximadamente 113 millones de personas en Europa están expuestasa niveles excesivos de ruido ambiental de acuerdo con la Directiva Europea sobre ruido ambiental (2002/49 / EC), principalmente por el ruido relacionado con el tráfico.

Muchos estudios han encontrado una asociación entre el ruido y complicaciones cardiovasculares, comopor ejemplo, hipertensión, accidente cerebrovascular e infarto de miocardio en la población adulta.

Aunque existen pocos estudiossobre el efecto y la exposición al ruido en mujeres embarazadas, algunos de ellos ponen el foco ensu relación con la preeclampsia o estados hipertensivos del embarazo. Parece ser que a mayor exposición de contaminación acústica puede haber mayor probabilidad de preeclampsia de inicio precoz, aunque esta sea leve. Los estudios que evalúan la exposición a la contaminación acústica y su efectosobre el desarrollo placentario todavía son escasos.

Temperatura

La embarazada debe estar siempre en un entorno de temperatura adecuado. El exceso de calor o de frío es perjudicial, como lo es también en para cualquier persona, con la diferencia que si la mamá enferma por algún motivo esto puede influenciar en la salud de su bebé.

El aire acondicionado, ante exceso de calor, puede ser una opción correcta en las mujeres embarazadas, pero siguiendo siempre unas recomendaciones de buen uso. Entre estas recomendaciones destacamos:

  • Mantener una temperatura ambiente de alrededor de los 22 grados. 
  • Evitar grandes diferencias entre el exterior y el interior para evitar  cambios bruscos de temperatura.
  • Evitar que el flujo de aire esté dirigido directamente a la persona, enfriar la habitación antes de acostarse y apagar el aire durante de la noche, puesto que el aire acondicionado elimina la humedad y reseca las mucosas.
  • Es importante mantener los filtros del aire condicionado limpios, pues en  ellos se acumulan microorganismos que pueden causar enfermedades respiratorias. Los aparatos de aire acondicionado deben estar revisados y en condiciones.

Sobre si es o no peligroso que la embarazada respire humo de una chimenea, la Dra. Gómez Roig señala que, “en general, quemar leña en la chimenea es seguro durante el embarazo si la chimenea funciona correctamente y elimina la mayor parte del humo. Lo que no debe acumularse es humo con monóxido de carbono, que es gas formado por material en combustión y la exposición excesiva a él durante el embarazo puede ser perjudicial, restringiendo el crecimiento fetal, como algunos estudios han evidenciado. Además, la intoxicación por monóxido de carbonopuede provocar dolores de cabeza, náuseas y fatiga”.

También es interesante saber que el humo de incendios, motores, o que pasar mucho tiempo friendo o asando a la parrilla, también puede ser de riesgo respecto una exposición excesiva al monóxido de carbono y otros químicos, por afectaciones a la gestación.

El humo contiene varios productos químicos peligrosos, que incluyen:

  • Gases, incluido el monóxido de carbono. Este gas es especialmente tóxico y peligroso para un bebé en desarrollo.
  • Productos químicos sólidos o mezclas de productos químicos en partículas finas.
  • Productos químicos llamados hidrocarburos aromáticos policíclicos.

Es conocido que niveles muy altos de monóxido de carbono en la mujer embarazada pueden perjudicar el neurodesarrollo del bebé, aumentar la incidencia de abortos espontáneos, o provocar defectos al nacimiento.

Aumentar la ventilación abriendo una ventana o usando un ventilador mientras se cocina en casa ayudará a mantener su hogar saludable.

Estrés y tensiones laborales o familiares

La mujer embarazada es una persona vulnerable emocionalmente debido a variaciones y cambios hormonales, por lo que debemos conocer más sobre las emociones y el embarazo.

La depresión en el embarazo o tras el parto no es infrecuente. Los trastornos de ansiedaden esos momentos dela vida también son comunes y pueden coexistir con frecuencia con los trastornos depresivos.La ansiedad y la depresión durante el embarazo y el postparto tienen graves consecuencias para las madres, los bebés, y las familias. Ambos trastornos, así como cambios emocionales bruscos, producen en la gestante una situación de estrés, que se asociaaresultados negativos comoel parto prematuro, la restricción del crecimiento fetal y la preeclampsia.

La vida fetal es un período crítico para el desarrollo, que le confiere una alta sensibilidad a las circunstancias, tanto positivas como negativas.

Ante situaciones de estrés en el embarazo, la meditación y otras terapias para la mente y el cuerpo pueden ser complementos útiles para las enfermedades que generan estrés. Durante el embarazo, algunos estudios han constatado que el Mindfulness reduce el estrés y la ansiedad en estas mujeres.

Afrontar dificultades

Durante la gestación, la gestión emocional puede ser más dificultosa de lo habitual. Ante situaciones o noticias desfavorables que le pueden afectar emocionalmente, una mujer embarazada se encuentra en situación vulnerable. No saber cómo puede afectar el cambio de estado de ánimo al feto puede generar ansiedad y preocupación. Por ello, -señala la Dra. Gómez Roig- en estos casos se recomienda realizar un buen acompañamiento emocional por el entorno familiar, amigos o personas de confianza. Si esto no es suficiente, se puede solicitar apoyo a un profesional especialista en psicología o salud mental. Terapias como la meditación o el Mindfulness también pueden ayudar, lo más importante es no dejar pasar situaciones emocionales de riesgo en el embarazo y postparto.

Algunos elementos que de ese entorno saludable con el tendría que contar la embarazada, según la Dra. Roig, debería incluir:

  • Una vida saludable, un buen descanso, un buen estado de bienestar físico y mental.
  • Evitar completamente el consumo de tóxicos (tabaco, alcohol, medicaciones no necesarias y no recomendadas en el embarazo).
  • Una dieta sana mediterránea con productos lo más ecológicos posibles y de proximidad.
  • Evitar ambientes altamente contaminados: polución relacionada con el tráfico, entornos altamente ruidosos. Aprovechar los espacios verdes disponibles y áreas rurales para pasear y pasar más tiempo.
  • Evitar la utilización y reciclaje de plásticos. No calentar en recipientes de plásticos ni usarlos en el microondas.
  • Evitar la exposición a sustancias químicas que se incorporen a nuestro hogar provenientes de ciertos puestos de trabajo (en fábricas, empresas químicas, laboratorios, servicios de limpieza, sanitarios que llevan la ropa a lavar a sus casa….. en general cualquier puesto de trabajo externo con manipulación de productos) y vigilar los productos de higiene y limpieza que consumimos.

Los productos químicos del ambiente, trabajo y hogar pueden llegar a la embarazada y al resto de personas a través de la piel, cabello, ropa y zapatos.

Es conocido que cuando una persona cuando regresa a casa de un entorno desfavorable, según el tipo de trabajo, puede que haga que sustancias químicas entren en el hogar y alcancen muebles y entorno domiciliario donde los miembros de la familia pueden estar expuestos.

Las exposiciones que llegan a casa pueden ser particularmente peligrosas para las embarazadas y los niños pequeños. En especial para estos últimos, ya que pasan mucho tiempo en casa, tienden a llevarse cosas a la boca y sus cuerpos aún están creciendo y desarrollándose.

Los metales pesados como el plomo influyen en el neurodesarrollo de los niños y también puede ser perjudicial para las mujeres embarazadas, ya que pueden afectar al feto. Otras sustancias químicas modulan la actividad hormonal e influyen en la salud de la embarazada y la salud sexual y reproductiva de los niños y adolescentes.Si alguien trabaja con productos químicos, debe asegurar no llevarse estos productos a su casa.

Para prevenir que productos químicos lleguen a casa a través de la vía laboral hemos de seguir las siguientes recomendaciones:

  • Dejar la ropa sucia en el lugar de trabajo
  • Separar la ropa de trabajo y la ropa que no usa para trabajar
  • Ducharse antes de salir del trabajo o al llegar a casa
  • No llevar a casa herramientas, desechos, embalaje, etc.
  • Almacenar de una manera apropiada las sustancias peligrosas
  • Airear los espacios
  • Aspirar con frecuencia y limpiar las superficies

Por otro lado, con el uso de productos domésticos que incorporamos en nuestro día a día, también podemos aumentar la exposición a químicos. Por ejemplo, los jabones, cremas, maquillajes y productos de limpieza pueden llevar químicos en su composición. La regularización de estas sustancias no siempre es la deseable. Cada vez se contemplan más los productos libres de químicos, pero como siempre los productos más saludables también suponen un mayor coste.

Agua del grifo

El problema principal del agua es que no sea potable o, en países en vías de desarrollo, que transporte infecciones. En los países desarrollados su problemática se relaciona con la composición dela misma y si incluye productos químicos, principalmente relacionados con la cloridificación. Los estudios no son muchos, y en los pocos existentes, se ha visto una posible correlación de estas sustancias químicas con la restricción de crecimiento fetal y la prematuridad. A pesar de ello, se necesita más evidencia científica para asegurar estas repercusiones.

El agua del grifo en países como el nuestro, donde hay una buena regularización de la calidad y componentes existentes en el agua de consumo, permiten beber agua del grifo sin riesgo y seguridad.

El agua embotellada en plástico no es el todo inocua, pues si no se manejan bien las botella (se exponen al calor o se reutilizan) se favorece el paso de algunas sustancias químicas al agua que luego se consume.