Si quieres borrar un tatuaje, no te fíes de cualquiera

Melanie Griffith quiso demostrar al mundo que su amor por Antonio Banderas era para siempre. Por eso, se tatuó un corazón con el nombre ‘Antonio’ en el brazo. Pero el amor terminó y el tatuaje permaneció como un recordatorio de lo que no pudo ser. Años después, decidió eliminarlo y, poco a poco, el corazón desapareció, esta vez definitivamente. Lo que le ocurrió a Melanie puede pasarle a cualquiera. La vida cambia y lo que en un momento nos encanta puede convertirse en un mal recuerdo.

Afortunadamente, casi todo tiene solución, y eliminar los tatuajes en Ibiza es posible. Sin embargo, eliminarlos de forma segura solo es posible si el procedimiento lo realizan médicos especialistas con la experiencia y la tecnología adecuada.

Es importante recordar que la tinta del tatuaje se encuentra infiltrada en la piel y que el pigmento presenta características que lo hacen permanente. Por eso, su eliminación es más compleja que su aplicación. Eliminar un tatuaje no es un proceso sencillo y puede ser peligroso si no se hace correctamente.

Por ello, hay que evitar las supuestas cremas milagrosas y los tratamientos caseros, que no solo son ineficaces, sino que pueden causar irritaciones, reacciones adversas o incluso cicatrices irreversibles. También es fundamental desconfiar de quienes prometen eliminar tatuajes con láser sin contar con la titulación ni el equipo necesario.

El doctor Ángel Gálvez, especialista en Medicina Estética, advierte que este es un procedimiento invasivo, aunque no lo parezca. «Estamos actuando sobre un pigmento depositado en la piel. Tratamos de fraccionarlo, provocando el menor daño posible en el lecho cutáneo, para que el tatuaje deje de ser permanente y el cuerpo pueda absorberlo».

Eliminar un tatuaje puede requerir anestesia local

Eliminar un tatuaje es un proceso que puede ser doloroso y requerir anestesia local, algo que solo un médico puede administrar. Además, el tipo de tinta, el color, la ubicación del tatuaje y otras variables determinan el número de sesiones necesarias y cómo debe llevarse a cabo el tratamiento. No es lo mismo borrar un tatuaje en una zona del cuerpo que en otra, ya que la respuesta de la piel y su capacidad de drenaje varían según el área.

«El médico sabe cómo tratar cada zona según el tipo de tinta y la piel del paciente. No podemos olvidar que esto es una intervención realizada con láseres de clase 4», explica el doctor Gálvez.

Otro aspecto importante es la reacción de los pigmentos tras cada sesión. «A veces se alteran y cambian de color, por lo que cada zona debe tratarse de manera específica. La parametrización del láser depende del conocimiento del médico sobre la tecnología que está manejando», apunta el especialista.

Una mala praxis puede causar heridas, infecciones y quemaduras muy dolorosas, dejar cicatrices permanentes y resultados insatisfactorios.

Si estás pensando en eliminar un tatuaje, acude a profesionales cualificados y no pongas tu salud en manos de cualquiera.