A menudo se oye hablar de la "dieta del sueño". Por su nombre, está claro que es un método que consiste en aumentar las horas de descanso para que la comida se distribuya de forma diferente a lo largo del día. Si uno duerme más, el cuerpo tiene menos necesidad de alimentarse. De este modo, se podría combatir eficazmente la obesidad.

Los estudios se han centrado mucho en este tema. Grupos de voluntarios han experimentado con este método de adelgazamiento, que sería muy útil en presencia de condiciones clínicas. Las personas que sufren de sobrepeso y obesidad necesitan absolutamente perder peso para mejorar su salud. Pero, ¿qué es la dieta del sueño?

No es tan difícil seguir esta dieta, ya que sólo se necesitan algunos trucos para dormir más. Este es entonces un excelente punto de partida para modificar las distintas comidas del día. Por supuesto, siempre es imprescindible contar con un nutricionista que pueda valorar cada caso concreto con detalle.

La dieta del sueño suele recomendarse a las personas cuya vida es especialmente estresante. El estrés, como todos sabemos, tiene un efecto muy negativo en el organismo. No sólo porque provoca ansiedad, ataques de pánico e insomnio. Pero el estrés hace que el cuerpo produzca una sustancia muy específica, el cortisol, que aumenta el azúcar en sangre y ralentiza el metabolismo.

Como consecuencia de este estado, la gente se inclina a comer más cosas dulces y no las elimina como debería. Las consecuencias también pueden ser graves. Piensa en la aparición de la diabetes. Por eso, también tratamos de intervenir en el descanso y no sólo en la alimentación.

El objetivo de esta dieta es eliminar el estrés y desinflarse. Los beneficios de este método van desde la mejora de la digestión, la reducción del colesterol y el azúcar en sangre, y la mejora del metabolismo para deshinchar el vientre y perder peso. Ni que decir tiene que si todo esto se combina con algo de actividad física, el resultado será perfecto.

Un ejemplo

Lo primero que hay que hacer es crear un ambiente propicio para el descanso. Esto significa evitar las bebidas con cafeína por la noche, evitar la televisión y los dispositivos electrónicos al menos en las dos horas anteriores a acostarse. Además, debes crear las condiciones ambientales para un descanso ininterrumpido y prolongado de al menos 7 a 9 horas.

Dicho esto, un ejemplo de menú del día para esta dieta podría ser éste:

  • desayuno: pan, mermelada y fruta de temporada;
  • almuerzo: arroz y verduras, o carne y verduras, o pescado y verduras
  • cena: ensalada, productos lácteos, carne o pescado y verduras.

Las reglas básicas son: abundar en carbohidratos por la mañana, reducirlos a la hora de la comida y evitarlos por completo por la noche. Y no sólo eso, en este esquema, la cena debe hacerse temprano, al menos entre las 5 y las 7 de la tarde. Obviamente, estas son indicaciones generales, que luego deben ser investigadas y ajustadas por un profesional.