Las garrapatas están de actualidad. La fiebre hemorrágica de Crimea-Congo y su presencia en esos animalitos no demasiado encantadores, nos ha llevado a hablar de ellas.

Se trata de una enfermedad causada por un virus y que según la Organización Mundial de la Salud (OMS), «es una de las siete enfermedades epidémicas de mayor gravedad, y representa un gran riesgo para la salud pública». Las garrapatas son unos artrópodos (biológicamente cercanas a las arañas y los escorpiones) que suelen medir entre 3 y 8 mm, se alimentan de sangre y las hembras, cuando están recién alimentadas, pueden llegar a medir hasta 1 cm.

Portadoras de muchas enfermedades

Los meses más cálidos son los preferidos de las garrapatas.

Normalmente parasitan a los animales silvestres (ovejas, cabras, jabalíes) y también a los domésticos.

Pero en ocasiones y de forma accidental pueden buscar «alojamiento» en los humanos.

Y aunque pudiera parecer una cuestión menor, saber cómo evitar su picadura y como actuar en caso de que lo hagan es importante, porque son portadoras de un gran número de enfermedades.

En España, las enfermedades infecciosas transmitidas por garrapatas más frecuentes son la fiebre botonosa o exantemática mediterránea, y la enfermedad de Lyme y Debonel/Tibola.

Me ha picado una garrapata ¿Qué hago?

Si a pesar de todas las precauciones alguna garrapata se ha adherido a tu cuerpo debes tener precaución para retirarla correctamente.

  • Lo primero que debes recordar es que si encuentras una garrapata en tu cuerpo la debes retirar lo antes posible.
  • La mayoría de las enfermedades que transmiten estos parásitos necesita que estos se adhieran y chupen sangre durante algunas horas.
  • Según la creencia popular, sustancias como el aceite o el petróleo ayudan a quitarlas. Pero no es cierto, así que ni lo intentes. Tampoco se debe utilizar el calor.
  • La mejor forma de retirarlas es utilizar unas pinzas de borde romo y punta fina. Si no tienes nada parecido, ponte unos guantes y retírala con los dedos, ¡pero sin aplastarla!
  • Cógela firmemente a ras de la piel y tira de ella suavemente hacia arriba.
  • Una vez retirada, limpia la zona con agua y jabón. También puedes aplicar un antiséptico.
  • Finalmente, lávate bien las manos.

A partir de este momento es importante que te observes durante los siguientes días a la picadura.

En el caso que te suba la fiebre o la zona de la picadura empeore debes acudir a un centro médico y contarles que hace unos días te picó una garrapata.

Esta información les ayudará a dar con el tratamiento adecuado.