Palma | J. F. Mestre

El etarra José Ignacio De Juana Chaos, uno de los más sangrientos de la banda terrorista de ETA, quiso dejar su huella en Eivissa. El terrorista estuvo internado en la prisión pitiusa durante más de un año y quiso `celebrar´ con una comida especial el asesinato del portavoz del PP en Sevilla, Alberto Jiménez Becerril, y el de su esposa, Asunción García Ortiz.

La pareja fue asesinada en la madrugada del 30 de enero de 1998 cuando regresaba a su casa tras asistir a una cena. Un asesino de la organización terrorista les disparó a ambos en la cabeza.

En esa época el etarra José Ignacio De Juana Chaos se encontraba internado en la prisión de Eivissa. Este antiguo dirigente del desarticulado Comando Madrid de ETA participó en una docena de atentados mortales. Fue condenado a más de 3.000 años de cárcel, pero se prevé que salga en libertad a finales de verano tras cumplir sólo 18 años de reclusión. El etarra se ha visto beneficiado por las redenciones que otorgaba el antiguo Código Penal. Su caso ha abierto un debate a nivel nacional porque se considera un escándalo que este preso, con tantos delitos de sangre a sus espaldas, pueda abandonar este año la prisión.

José Ignacio De Juana Chaos ingresó en la prisión de Eivissa en 1997. En este centro penitenciario estuvo más de un año internado. Pasó toda esta época aislado del resto de presos. No tenía contacto con nadie, salvo con los funcionarios y con un asistente social que de vez en cuando le visitaba en su celda para jugar al ajedrez con él.

A pesar de su incomunicación el etarra recibía casi a diario un ejemplar del periódico Egin. Así conoció la noticia del asesinato del matrimonio Becerril, que conmocionó a toda la opinión pública. El etarra no sentía ningún sentimiento de lástima por este atentado, sino todo lo contrario. Y por ello pidió a la dirección que quería «festejar» este doble asesinato. Quiso que le enviasen a su celda una ración de marisco.

Con independencia del delito que han podido cometer, todos los presos tienen derecho a recibir alimentos que no se consideren perecederos y, en este caso, el marisco no lo es. El entonces director de la prisión, Luis Carlos Fernández Tejerina, que después llegó a ser delegado del Gobierno en Eivissa, cumplió con la petición del preso. Le hizo llegar una caja de langostinos a su celda. Pero no eran frescos. Se trataba de una caja de langostinos congelados.

El etarra presentó una queja al juzgado de vigilancia penitenciaria. Semanas después recibió la visita de la jueza y de la fiscal de vigilancia. No acudían sólo a visitar al terrorista, sino también al resto de presos que formulaban alguna protesta. Esta denuncia del terrorista no tuvo ningún efecto sancionador contra el director de la prisión.

Traslado de prisión

En 1999 De Juana Chaos fue trasladado a otra cárcel que tenía más medios de seguridad que la de Eivissa. Personas que tuvieron contacto con él en prisión recuerdan que era una persona muy fría y que siempre que escribía una carta para formular alguna petición no la firmaba con su nombre. A pie de página pedía el acercamiento de los presos etarras al País Vasco. El terrorista no ha mostrado, ni antes ni después de su paso por Eivissa, ni un sólo sentimiento de arrepentimiento. Se considera escritor y ha publicado varios artículos en el periódico Gara, en los que señalaba que «el enemigo está crecido» y pedía: «Sacad vuestras sucias manos de Euskal Herria. Sí, sacadlas, porque otro camino sólo implica más sufrimiento».