El 29 de junio de 2021, el cuerpo de una mujer aparecía flotando en el puerto de Sant Antoni. Un mecánico de la zona la vio y se lanzó al agua para intentar auxiliarla. Poco después sanitarios de los servicios de emergencias practicaron durante una hora labores de reanimación, pero nada se pudo hacer por la víctima.

La mujer muerta se llamaba Diyamis García, tenía doble nacionalidad (española y cubana), vivía en Torremolinos (Málaga) y trabajaba en una embarcación privada, 'Emili', que había llegado a Ibiza procedente de Marbella el día anterior al fatal accidente.

Siete meses después del suceso, la familia de la mujer sigue pidiendo justicia y, desde medios de comunicación malagueños cuentan que la situación en la que se encuentran es "desesperante".

José Labella, el abogado que representa al padre de la víctima, explica en el periódico Málaga Hoy que la Guardia Civil mantiene abierta la investigación sobre las causas del fallecimiento de Diyamis, pero apenas se han producido avances.

Diyamis García, la mujer fallecida en Ibiza. DI

Desde la defensa de los afectados pretenden demostrar que la empresa para la que trabajaba la fallecida "vulneró el derecho a los trabajadores". Asegura que su contrato, de 20 horas semanales, establecía que sus funciones estaban limitadas a las de empleada del hogar en una vivienda de Marbella propiedad del dueño de la embarcación de la que cayó, por lo que argumentan que Diyamis carecía de la cualificación necesaria para trabajar en un barco.

La autopsia realizada a la joven, cuyos resultados no se conocieron hasta cinco meses después del fallecimiento, concluyó que la muerte se produjo por “asfixia por sumersión tras caída accidental” y no se observaban signos de violencia. Posteriormente se llevó a cabo un análisis toxicológico, explica Málaga Hoy, para descartar que la mujer hubiera consumido alguna sustancia estupefaciente antes de morir.

"Dinero o cárcel"

Emilio López, padrino del hijo que Diyamis dejó huérfano -ella era madre soltera-, denuncia en el rotativo malagueño la "mala gestión de la Justicia" y asegura que su intención es descubrir "qué ocurrió" aquel 29 de junio, que fue la última ocasión en la que el responsable del barco del que cayó la chica se puso en contacto con la familia. Hace hincapié en las "contradicciones" que ha habido entre las declaraciones que éste realizó y las del compañero de la víctima, además de las "seis versiones distintas" que conocieron "en menos de dos días".

Para el hijo de la joven, de 7 años, la familia, que ha solicitado su tutela, reclama una indemnización económica, de forma que "no le falte nada hasta que cumpla los 18". "Me da igual que paguen con dinero o con cárcel", añade.

Desde que Diyamis falleció los familiares, y en especial el padre de la víctima, han criticado la desinformación que ha rodeado el caso (personal del puerto y agentes de la Guardia Civil). Pocos días después del suceso explicaron a Diario de Ibiza que había varias hipótesis sobre el hecho y que diferían bastante entre ellas.

El dolor de la familia por la pérdida se vio incrementado por la situación que se encontraron cuando llegaron de Málaga a Ibiza para reconocer el cadáver. El traslado del cuerpo a Andalucía costaba unos 7.000 euros, una cantidad que no podían asumir, por lo que optaron por incinerarlo para poder trasladarlo.