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Ryanair paga una multa de 19.200 euros en Baleares por un recargo abusivo

La aerolínea había cobrado 178 euros a una pasajera por imprimir una tarjeta de embarque

Imagen de archivo de un avión de Ryanair.

La aerolínea Ryanair ha aceptado pagar voluntariamente una multa de 19.200 euros al Govern, que había aplicado esta sanción al considerar que dicha empresa había impuesto un recargo «desproporcionado» a una pasajera. La falta, considerada grave, consistió en exigir a esa persona el abono de 178,7 euros por imprimir su tarjeta de embarque, que ella no portaba alegando que se había registrado un error en la web de esta compañía aérea cuando intento hacerse con ese documento.

Los hechos se remontan a 2020, cuando en el mes de agosto esa pasajera presentó una reclamación contra Ryanair ante la conselleria de Salud por considerar que el citado cobro de 178 euros por la impresión de la tarjeta resultaba abusivo, al tiempo que alegaba que no había podido hacerse con ella a causa de un error en la web de la aerolínea.

En el artículo 6.2 de los Términos Generales y Condiciones de Transporte de esta empresa se señala que «los clientes que no presenten una tarjeta de embarque en el aeropuerto (en papel o en móvil) tendrán que abonar un cargo por emitir de nuevo» el citado documento, y se remite a la tabla de pagos fijada por la compañía.

Como no se alcanzó un acuerdo entre la empresa y la clienta, en abril de 2021 el director general de Consumo, Félix Alonso, decidió iniciar un procedimiento sancionador contra Ryanair, bajo la presunta infracción de «cobrar un importe desproporcionado por la emisión de las tarjetas de embarque» de la citada pasajera.

El pasado 24 de noviembre, este departamento propuso una multa de 24.000 euros contra la aerolínea, importe que corresponde a la cuantía máxima de las faltas consideradas como graves. El hecho de optar por la multa más alta en esa categoría se justifica por su reincidencia a la hora de ser denunciada por parte de otros consumidores y por el elevado volumen de clientes que maneja.

La compañía aérea finalmente ha optado por no recurrir la sanción y asumir los cargos. El pasado mes de diciembre pagó la multa que, al hacerlo de forma voluntaria, se vio reducida por el correspondiente descuento, siendo finalmente de 19.200 euros.

Desde el departamento balear de Consumo no se oculta que son numerosas las denuncias que recibe contra la citada aerolínea.

En este sentido, se recordó que también el pasado año el Govern obtuvo una sentencia a su favor por parte del Juzgado Contencioso Administrativo número 2 de Palma, después de que Ryanair recurriera otra multa de 24.000 euros aplicada igualmente por la Dirección General de Consumo debido a que la aerolínea se negó a efectuar un cambio de billete sin cargo a petición del pasajero cuando la cancelación fue por motivos de causa mayor.

Entre los argumentos que expuso la aerolínea, estaba el que se le debía de aplicar la legislación irlandesa (donde tiene su sede) y que la multa era desproporcionada, pero finalmente la sentencia ha sido favorable al Govern balear.

El peso que las actuaciones contra Ryanair tiene en el departamento de Consumo se vio reflejado esta misma semana, después de que esta Dirección General fijara una nueva multa de 24.000 euros contra la empresa, tras una denuncia presentada por la asociación FACUA, por cobrar el equipaje de mano que los pasajeros introducen en la cabina.

Desde el Govern se considera una práctica abusiva el pretender cobrar un recargo por ese motivo, al existir sentencias en las que se determina que los bultos de mano no se consideran equipaje, y que los pasajeros tienen derecho tanto a llevarlos consigo al interior de la cabina como a hacerlo de forma gratuita.

La decisión del Ejecutivo autonómico ha sido considerar estos comportamientos como falta grave en su grado máximo, de nuevo amparándose en el elevado volumen de usuarios que hacer uno de los servicios de las aerolíneas y en la reiteración de comportamientos sancionables.

El director general de Consumo reconoce que su departamento está siendo especialmente vigilante con la actividad de las compañías aéreas, dada la trascendencia que esta actividad alcanza en un territorio insular.

En este sentido, ha subrayado la dependencia que los ciudadanos de las islas tienen de estas empresas a la hora de facilitar su movilidad y la necesidad de garantizar que sus derechos están garantizados.

El director general de Consumo, Félix Alonso, ha anunciado que uno de los apartados sobre el que este servicio ha decidido poner la lupa en relación a la actividad de las aerolíneas es en el equipaje de mano, al detectar que hay empresas que cobran por portarlo, lo que se considera ilegal, pero también otras que, sin aplicar recargos, simplemente no permiten que el cliente lo lleve y están obligando a facturarlo y a trasladarlo en las bodegas del avión.

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