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'Bullying'

Jornada "No+odi' en el Palacio de Congresos de Ibiza: «Nunca calléis ante el acoso escolar»

«El observador de 'bullying' no puede ser pasivo», esa es la idea en la que insisten David Álvarez, Ángel Pablo Avilés y Pedro García Aguado durante sus intervenciones

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Jornada de prevención del acoso escolar y ciberbullying

La infancia fue un infierno para David Álvarez. Desde los seis a los doce años fue víctima de acoso escolar. El primer «varapalo» lo recibió en primero de EGB en el colegio Sant Ciriac, de Santa Eulària. Un compañero, burlándose del angioma que tiene en la cara, le espetó: «Oye, tomatón, ¿y tú quién eres?» Después llegaron otros insultos y vejaciones: «Me robaron, me humillaron… solo por ser diferente». La ansiedad ante aquel «bullying bestial» le llevó a comer sin control y a padecer obesidad mórbida. Llegó a pesar 165 kilos. Con casi nueve años, totalmente hundido, estuvo «al borde del suicidio», pero «el amor» a su familia le disuadió de optar por esa desesperada vía de escape. A los 18 años decidió pedir ayuda psicológica y también fue al Hospital Can Misses, donde se sometió a una operación de reducción de estómago para quitarse de encima «80 quilos de mochila», los que llevaba cargando desde que en la infancia empezó a sufrir acoso en la escuela. Una de las cosas que más le dolió de toda aquella terrible experiencia, «fueron los pasivos», es decir, los que se callaron o no hicieron nada para parar aquel acoso, entre los que estaban los profesores y el director del colegio. Todo eso pasó hace 40 años, es la primera vez que lo cuenta. Lo hace en el Palacio de Congresos de Ibiza, en Santa Eulària, en la segunda edición de ‘No+odi’, una jornada dedicada a la prevención del acoso escolar y el ciberbullying organizada por Garabatoos y patrocinada por el Ayuntamiento de Santa Eulària con la colaboración del Ayuntamiento de Sant Antoni y OD Hotels.

«Se puede tocar fondo y luego subir arriba, pero para eso hay que pedir ayuda»

David Álvarez

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Álvarez, que tiene una escuela de golf infantil, cuenta su testimonio ante un auditorio lleno, en el que hay cerca de 400 estudiantes de los institutos Quartó del Rei y Xarc, de Santa Eulària, y Sa Serra y Quartó de Pormany, de Sant Antoni. Entre el público están también sus dos hijos, que no conocían hasta ahora lo que había padecido su padre en la infancia. Con su intervención, Álvarez quiere transmitir a los adolescentes dos mensajes claves, que «el observador de acoso escolar no puede ser pasivo» y que «se puede tocar fondo y luego subir arriba, pero para eso hay que pedir ayuda».

David Álvarez cuenta al público su testimonio. J.A. Riera

A Álvarez le llueven los aplausos por la valentía demostrada. «Necesitamos más Davides, gente que haya sufrido bullying y tenga el valor de contarlo», afirma emocionado Ángel Pablo Avilés, exprofesional del grupo de delitos telemáticos de la Guardia Civil. Antes de que el escritor y editor del popular ‘El blog de Angelucho’ comience su intervención, habla el presentador del evento, David Serrato, coach, profesor y director de un centro de alto rendimiento deportivo. Al inicio del acto ha contado que «su infancia fue algo dura por las insultos y las collejas» que recibió de sus compañeros de clase por ser el hijo del profesor.

El presentador ahora intenta que los estudiantes no pierdan la concentración y escuchen atentamente todas las intervenciones haciendo «pausas activas» en las que les propone algún juego divertido y de paso les lanza algún que otro consejo y algunas perlas de sabiduría. «No intentéis ser lo que no sois»; «si perdemos el derecho a ser diferentes no podremos ser libres» o «la gente que se quiere a sí misma no hace daño a otras personas».

Ángel Pablo Avilés habla del ciberacoso. J.A. Riera

‘Ciberbullying’

Como experto en ciberseguridad, Avilés comienza su charla con la voluntad de «hackear» a los alumnos que han acudido a la jornada. Lo primero que les explica es que «la tecnología no es mala», es el uso que se hace ella lo que puede ser nocivo. Es en ese momento cuando Angelucho se adentra en las entrañas del ciberbullying, el acoso a través de medios digitales. Recurre al testimonio de David Álvarez: «Para él hace 40 años los domingos por la tarde eran criminales porque sabía que el lunes tenía que ir a clase. Hoy en día el acoso escolar se sufre siete días a la semana, 24 horas, porque se da en el centro escolar, pero también a través de los medios digitales». Pone dos ejemplos. Empieza con uno de los primeros casos de ciberacoso que se dio a conocer en los medios de comunicación, el de Amanda Todd. Cuenta a los estudiantes que esta joven canadiense de quince años en 2012 «grabó un vídeo en YouTube contando su situación y luego se suicidó». Relata después un caso más cercano, el de Diego González, un niño de once años, víctima de bullying. Da el play y todos escuchan el contenido de la carta de despedida que dejó a su familia antes de arrojarse al vacío. «Llevamos años sufriendo en España este tipo de sucesos», afirma antes de ahondar en la idea que antes ya ha manifestado David Álvarez: «El problema del acoso son los pasivos. Están los espectadores activos, es decir, los que ríen las gracias al acosador, y los espectadores pasivos, los que no ríen pero sí se callan. Si sois testigos de acoso escolar, nunca calléis, así evitaremos casos como el de Diego».

«Acordaros que somos nuestra mayor vulnerabilidad, pero también nuestro mejor antivirus»

Ángel Pablo Avilés

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Avilés habla de la Ley Orgánica 5/2000, de 12 de enero, reguladora de la responsabilidad penal de los menores. Explica a los estudiantes que «los mayores de 14 años que cometen un delito son responsables penalmente y eso puede conllevar que acaben en un centro de internamiento de menores y que, si hay que pagar algo, recaiga sobre sus tutores legales, como responsables subsidiarios». «Eso de grabar cuando a alguien le están pegando y luego subirlo a TikTok es un delito y está penado», subraya. «Humillar a alguien te hace miserable», añade cuando habla del troleo. Avilés advierte a los jóvenes de los peligros que corren en internet: «En la red el anonimato no existe para vosotros. Tenéis que estar vigilantes. Podéis ser víctimas de pedófilos y pederastas, de fraudes, de robos de identidad...». Lanza otra advertencia, «un móvil es un GPS», y muestra a los alumnos de Secundaria lo fácil que es averiguar la localización de la persona que manda una foto o la sube a la red. Les da otro consejo, no facilitar a nadie las contraseñas, porque a través de ellas, se «puede acceder a toda vuestra vida». «Acordaros que somos nuestra mayor vulnerabilidad, pero también nuestro mejor antivirus», concluye.

Llega entonces el turno de preguntas y otra intervención del presentador para ilustrar con un vídeo que ante alguien que habla de forma agresiva lo mejor es reaccionar «con tranquilidad para que el conflicto pierda fuerza».

«El 9,3% de los estudiantes de España sufre ‘bullying’»

Pedro García Aguado

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El último en intervenir es Pedro García Aguado, exjugador español de waterpolo, medalla de oro en los Juegos Olímpicos de Atlanta 1996, escritor y presentador de programas de televisión como ‘Hermano mayor’, que le han servido para comprender que «el niño o el adolescente que se porta peor es el que más cariño y atención necesita». Él sabe perfectamente lo que supone ser víctima y acosador. Ha estado en los dos lados. Con doce años sus padres se divorciaron y tuvo que cambiar de casa. En el nuevo barrio una pandilla le amenazó de muerte. Cuando pasó al instituto fue él el que empezó a meterse con los que creía más débiles. Lo hacía, confiesa, «para esconder sus inseguridades». Habla de un caso hipotético, el de María, que podría formar parte del «9,3% de alumnos de España que sufren acoso». García Aguado se acerca con el micrófono al público para que los estudiantes definan lo que es el bullying y les ofrece algunos datos interesantes, como que quien lo sufre tarda entre ocho y nueve meses en pedir ayuda. También les explica cómo puede empezar el acoso, «mandando fotos comprometidas por el móvil, con la expulsión de un grupo de WhatsApp o usando motes».

García Aguado se refiere también a las redes sociales y advierte: «Sois responsables primeros y últimos de lo que hacéis». Es entonces cuando interroga de nuevo a los estudiantes sobre lo que es la identidad digital y la reputación online. También da pistas para detectar cuando alguien está sufriendo acoso: «Cambia la personalidad, no le apetece ir al colegio, tiene dolores de tripa o de cabeza, se siente inseguro...». «Los acosadores provocan en la víctima lo que ellos mismo tienen, baja autoestima», asegura. «Querámonos un poco más, humanicemos las nuevas tecnologías», dice antes de invitar al público a «dar un unfollow al acoso escolar y al ciberbullying».

El testimonio de Paula 

Durante la jornada ‘No+odi’ los estudiantes de Secundaria que acudieron al evento tuvieron la oportunidad de trasladar todas sus dudas y comentarios sobre el acoso escolar y el ciberbullying tanto a Ángel Pablo Avilés como a Pedro García Aguado. Una de las intervenciones más aplaudidas fue la de una joven llamada Paula, que contó que había sufrido bullying. «Me parece mal que solo se pueda condenar a los acosadores que tienen más de catorce años y no a los que son menores de esa edad y que sean sus padres los que tengan que pagar por sus actos», lamentó primero, para luego contar su historia. «Están muy bien estas charlas, pero a veces se habla mucho de este problema y a la hora de la verdad nadie hace nada porque yo he sufrido muchos años bullying y he pedido ayuda a los profesores y me han humillado en la clase con ellos delante», denunció. Lo contó en el turno de preguntas a Ángel Pablo Avilés, que le dijo que era «una valiente» por haber dado su testimonio. «Espero que lo que has dicho impacte y que la gente ayude cuando vea a personas como tú sufrir acoso escolar. En caso de que nadie haga nada por ayudar a la víctima, hay que acudir a la policía», señaló el experto en ciberseguridad. Paula volvió a intervenir para hacer una sugerencia, que los niños que acosan vayan al psicólogo «para que éste les enseñe el peso de la situación y entiendan que eso no se puede hacer». 

Fueron muchos los estudiantes que levantaron la mano para preguntar a los ponentes. Uno de los temas que generó más preguntas entre los jóvenes fue respecto a las responsabilidades civiles y penales que se le pueden exigir al menor que comete acoso escolar. Otra pregunta que formularon a al experto en ciberseguridad es si es posible que te rastreen cuando el geolocalizador del móvil está apagado. «No debemos fiarnos nunca. La geolocalización va por aplicaciones, pero el dispositivo no deja de ser un GPS», advirtió Ángel Pablo Avilés en respuesta a esta cuestión.

También fueron muchos los jóvenes que quisieron dirigirse  a Pedro García Aguado, y algunos se quedaron con las ganas porque ya era la hora prevista para concluir el evento. Su turno de preguntas concluyó con una reflexión de una alumna respecto a que falta educación, tanto en padres como en hijos, en lo que se refiere al uso del móvil. La segunda edición de esta jornada dedicada a la prevención del acoso escolar y el ciberbullying, la primera que se organiza de forma presencial, concluyó con la intervención de la alcaldesa de Santa Eulària, Carmen Ferrer, y la proyección del vídeo musical ‘Stop Bullying’, de Subze y Diego Ojeda. Pocos alumnos se quedaron a verlo. La mayoría estaba en el vestíbulo del Palacio de Congresos de Eivissa haciéndose fotos con el presentador de ‘Hermano mayor’

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