Incluso en el recuerdo de una fatalidad absoluta como el accidente aéreo de ses Roques Altes puede hallarse un momento luminoso. Es el caso de Benito Pérez, un vecino de Sant Antoni que parece no creerse que salvó la vida gracias a tomarse unas cañas en Madrid cuando ofrece su testimonio en ‘Ibiza. 602’. Había estado ingresado largo tiempo por motivos de salud y su cuñado, que residía en la capital, le convenció para disfrutar de un día de ocio en vez de regresar nada más recibir el alta.
El suyo es un breve respiro dentro del horror al que queda abocado el espectador de este documental, que se hace una idea del infierno que aún estremece a los protagonistas de la cinta al recordar las 104 vidas segadas el 7 de enero de 1971.
Con la proyección de este documental, estrenado en 2012, el Ayuntamiento de Sant Josep cerró el domingo por la noche el ciclo de actos dedicado al 50 aniversario de la efeméride. El broche final se completó con un coloquio posterior protagonizado por el director de la cinta, José Luis Mir, y el jefe de Protección Civil de Sant Josep, Josep Tur Olivar, que fue una de las primeras personas en llegar a ses Roques Altes aquel día.
El propio jefe de protocolo de Sant Josep y organizador del ciclo de homenaje, Antonio Viñarás, ejerció de presentador y moderador del coloquio, al que también se invitó al cantante y escritor Chris Martos. Una de las dos novelas publicadas por Martos a través de Círculo Rojo, ‘Multiverso’, se inspira en una parte del trágico suceso, aunque se trata de una obra de ficción.
El documental
Una voz en off que recrea el boletín informativo de Radio Nacional de España da comienzo a ‘Ibiza. Vuelo 602’. Revive la conexión con su corresponsal en la isla en esa época, Nito Verdera, en unos momentos en que se confirmó que el avión, que había partido de Madrid para hacer escala en Valencia, se había estrellado en ses Roques Altes a su llegada a Ibiza.
Inicialmente, se sospechó que cayó al mar. Un joven Marcial Mota, que estaba con unos amigos a la hora del vermut en el antiguo bar Biblos, en Sant Antoni, fue uno de los que, al momento, se ofreció voluntario para embarcarse en su búsqueda. En plena navegación, oyeron el aviso por radio anulando la operación.
Vicente Ramón se encontró el cadáver de un bebé a un kilómetro del punto donde colisionó el avión
Se movilizó al Ejército para iniciar la recuperación de los restos de las víctimas. Vicente Ramón fue uno de los soldados de reemplazo que vivió es horror. Como el resto de testigos in situ, aún se le pierde la mirada al evocar su experiencia trasladando trozos de cuerpos destrozados. Él tuvo la mala suerte de encontrar uno que se conservó entero. Estaba a un kilómetro del punto de impacto, donde Ramón no esperaba encontrarse con ningún cadáver. Era un bebé, de un año aproximadamente.
Las hermanas Vicenta y Josefa Richart aportan la perspectiva de los familiares de las víctimas. Ellas estaban en su pueblo de Albacete, con 16 y 18 años, cuando se enteraron de que perdieron a toda su familia, sus padres y sus dos hermanos. Uno de estos últimos fue una de los pocos cadáveres que logró identificarse, al igual que la tripulación al completo. Pero, al contrario que estos, no les permitían llevarse sus restos para darles sepultura en su pueblo. Imploraron al obispo de entonces, «pero nos mintió», narran sollozando. Seis meses después, lograron cumplir su objetivo.
José Carrasco conducía la excavadora que abrió la fosa común donde se enterraron los ataúdes con diferentes restos en ellos, según los testimonios. Carrasco confirma la urgencia con que les obligaron a acabar todo el trabajo.
El coloquio
Mir confiesa después que la entrevista a las hermanas Richart fue el momento que más le impactó. «¿Aún se acuerdan en Ibiza del accidente?», le preguntaron durante el rodaje. En el coloquio explica que a todos los familiares de víctimas de la Península, la inmensa mayoría, se les hizo subir en un autobús tras el funeral. Creían que les llevaban al cementerio, pero se encontraron en el aeropuerto para regresar a sus lugares de origen.
Las hermanas Richart perdieron a sus padres y a sus dos hermanos cuando tenían 16 y 18 años
«Se los quisieron llevar en seguida», interviene desde el público Pilar Sevilla, sobrina de un matrimonio de víctimas que residía en la isla. «Pienso que no querían que vieran cómo los enterraban [los féretros] en la fosa común», apunta Mir.
El realizador confiesa algunos secretos que le revelaron otros protagonistas del rodaje, como que una parte de los restos humanos de menor tamaño fueron enterrados junto a un horno de cal de la zona. «Así sabían donde estaban por si luego había que recuperarlos». Después de los primeros días de búsqueda, el protocolo empezó a retrasar los trabajos cuando daban con una parte mutilada, así que empezaron a comunicar solo las de mayor envergadura.
Una de las espectadoras pregunta por qué el avión volaba tan bajo y recuerda entre sollozos el testimonio de su madre, que vio al avión perderse entre la niebla antes de escuchar su explosión. El piloto pecó de confianza y, en realidad, «no tenía ni idea de dónde estaba», precisa Mir.
Pep Tur, que cuatro años después del accidente ingresó en AENA como técnico de comunicaciones, incide en que hoy en día sería imposible que se repitiera esa tragedia. Aquel día, cuando Tur subió a ses Roques Altes, sin apenas ver nada por la niebla, notó un roce en la mejilla. Eran unas entrañas colgando de unas ramas.
A la espera de estrenar su nuevo documental
El realizador de ‘Ibiza. Vuelo 602’, José Luis Mir, tiene prácticamente listo su nuevo documental sobre la vida de Carlos Cardona Tur, el ibicenco que fue uno de los pioneros de los efectos especiales en Hollywood. Además, tiene en mente otro rodaje de carácter histórico, sobre el bombardeo al acorazado alemán ‘Deutchsland’ en el puerto de Vila durante la Guerra Civil.
Más que del trabajo que queda por finalizar, el estreno de la cinta sobre CarlosCardona depende de que se alivie la situación sanitaria y las restricciones por el covid. «A ver si después del verano dejan juntar a más gente y podemos presentarlo» confía Mir.
Carlos Cardona Tur (1901-1979) emigró a Estados Unidos en 1920, fascinado por el cine, para buscar una oportunidad en Hollywood. Su esfuerzo tuvo recompensa y allí fue trabajó en los efectos especiales de ‘King Kong’, para la que hizo el muñeco articulado, o en clásicos como ‘Ben-Hur’.
