La jueza del juzgado de Instrucción número 2 de Ibiza ha decretado hoy libertad provisional para el conductor borracho y drogado que causó un accidente el domingo en el que murió una mujer, que iba de acompañante en el vehículo. El hombre, que tampoco tenía permiso de conducir, huyó del lugar abandonando a la víctima.
El joven, de 24 años y nacionalidad india, ha recibido el alta del Hospital Can Misses esta tarde, donde permanecía ingresado con politraumatismos y bajo custodia policial desde el domingo por la noche, y ha pasado a disposición judicial. La Fiscalía no ha pedido prisión para el detenido, al que se le ha prohibido conducir vehículos de motor y que está obligado a comparecer en el juzgado cada quince días hasta que se celebre el juicio, según ha confirmado el Tribunal Superior de Justicia de Balears.
Choque contra un árbol
El accidente mortal se produjo el domingo a las 8.30 horas a la altura del kilómetro 5,200 de la carretera de Cala Llonga, cuando el coche que conducía el detenido, un Ford Focus, se salió en una curva y se estrelló contra un árbol. A consecuencia del violento choque, falleció en el acto la acompañante del conductor, una mujer de 37 años y de nacionalidad polaca. Los primeros indicios de la investigación apuntan a que la víctima falleció en el acto. Fue la parte derecha del turismo, donde viajaba la mujer de copiloto, la que recibió el mayor impacto del choque, muy violento.
Cuando la patrulla de la Guardia Civil de Tráfico llegó al lugar del accidente no encontró al conductor, que fue localizado horas más tarde en el Hospital Can Misses, donde fue detenido y quedó ingresado con politraumatismos. Tras el accidente, el conductor se dirigió a casa de un amigo, quien lo trasladó al hospital.
La Guardia Civil de Tráfico confirmó que el conductor iba borracho, drogado y no tenía carné, y le imputa los delitos de homicidio imprudente, contra la seguridad vial y de omisión del deber de socorro.
Se trata de la primera víctima mortal de un accidente de tráfico en Eivissa este año. En 2021, un total de ocho personas murieron en las carreteras de las Pitiüses, siete en Eivissa y una en Formentera.
