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Juan Ribas: los 100 años del incansable buscador de ‘pebrassos’ de Ibiza

Carmen Tur, presidenta de la Llar Eivissa, rinde homenaje al hombre centenario en su casa con sobrasada, queso y vino

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Los 100 años del buscador de 'pebrassos'

«Nunca me habría imaginado que yo llegaría a los cien años. Además, poder pasar este día junto a mi familia es toda una suerte para mí», cuenta Juan Ribas Boned, que ayer cumplió cien años acompañado de su mujer, su hija, nietos y bisnietos. Además, Carmen Tur, presidenta de la Llar Eivissa, homenajeó al hombre centenario regalándole una sobrasada, una butifarra, un queso y un vino.

«Ha sido una suerte que, a lo largo de mi vida, no haya sufrido nunca ninguna enfermedad grave que me haya impedido llegar hasta aquí», señala Ribas, quien el día de su cumpleaños recibe el regalo de Carmen Tur acompañado de sus seres queridos. A pesar de los problemas de audición y de visión que tiene, disfruta junto a su familia «igual o más que cuando era más joven», según detalla.

Ribas tiene una hija, María; tres nietos, María, Santiago e Irene, y otros tres bisnietos. Además, aún conserva tres hermanos de 90, 93 y 95 años. «Éramos tres hermanos y seis hermanas», comenta. «Tenemos genes fuertes y longevos», bromea su nieta Irene.

Dos o tres kilómetros al día

Ha trabajado de albañil durante 32 años, según cuenta. «Siempre he sido muy trabajador, pero también he disfrutado mucho con las pequeñas cosas, como salir a caminar», detalla el hombre. «Cuando era más joven salía a andar dos veces al día, y mínimo hacía dos o tres kilómetros», cuenta. Ahora, su nieto Santiago le ha puesto una pasarela que une la puerta de casa con la entrada. «Hago ese trayecto unas dieciocho veces al día, me gusta tener actividad», comenta.

Buscar pebrassos era una de las actividades favoritas de Juan cuando era más joven, como él mismo puntualiza. Su hija María recuerda con emoción lo fiestero que era su padre. «Le encantaba ir de excursión y salir a bailar cada vez que podía», detalla.

A lo largo de su vida ha pasado por muchos momentos, «algunos años han sido eternos y otros se han pasado volando», confiesa entre risas. El día «más feliz» de su vida fue el de su boda: «Recuerdo ese momento como si fuera ayer. Fue un día precioso y la alegría más grande de mi vida», indica.

«Para celebrar nuestra boda fuimos a casa de Juan a comer con la familia y amigos. Recuerdo que invitamos a muchísima gente. Juan tenía diez hermanos, o sea que con ellos ya teníamos una mesa al completo», puntualiza, entre risas, Catalina Escandell, su mujer.

66 años juntos

Juan y Catalina llevan 66 años juntos. A día de hoy la pareja «vive sola pero con ayuda», según explica su nieta Irene. «Empecé con él cuando tenía 19 años. Siempre me ha parecido muy guapo y atractivo. A veces discutimos, pero siempre nos hemos querido mucho», detalla Catalina. El matrimonio tan sólo ha conocido tres ciudades a lo largo de su vida: Palma, Valencia y Cuenca. «Solo nos hemos movido para visitar a la familia», añaden.

Juan ha vivido todo tipo de momentos históricos, desde la Guerra Civil hasta la actual crisis sanitaria. Ribas recuerda al detalle cuando estuvo de servicio durante la guerra en Santa Eulària. «La época de hambre que vino después fue malísima», lamenta.

El coronavirus también ha condicionado la actividad en la vida de Juan. «Tenemos más cuidado con ellos cuando venimos a su casa, intentamos que sigan saliendo y que hagan vidanormal, pero que estén más recogidos», explica su hija. «De momento estoy contento porque nadie de mi familia se ha infectado», señala con alivio el hombre centenario.

A Juan Ribas le gustaría que todo el mundo llegase a su edad y que disfrutara de la vida como ha hecho él: «Aconsejaría a todos los jóvenes de hoy en día que trabajen mucho y luchen por sus sueños para poder tener una buena vida», concluye.

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