Las Pitiusas ya matriculan más vehículos eléctricos e híbridos que diésel, algo inimaginable hace sólo un lustro. Entre la demonización de los automóviles que se mueven con motores que utilizan gasoil y las ayudas aportadas por la Administración para fomentar la compra de aquellos que emplean motorizaciones que en principio son más sostenibles medioambientalmente, en noviembre ya se produjo el sorpaso de estos últimos. En total, en las Pitiusas se matricularon entre enero y noviembre (últimos datos aportados por el Instituto Balear de Estadística, Ibestat) 686 vehículos híbridos y eléctricos, 30 más que diésel (656). Y todavía queda por computar el mes de diciembre.
La resolución aprobada por la conselleria de Transición Energética, Sectores Productivos y Memoria Democrática de 28 de junio de 2021, que entró en vigor a comienzos de julio, por la que se aprobó la convocatoria pública de subvenciones para actuaciones de apoyo a la movilidad eléctrica (el llamado programa Moves III) en el marco del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia Europeo, ha sido el espaldarazo definitivo para que se aceleren las ventas de coches que o no emplean derivados del petróleo o disponen de sistemas híbridos que reducen notablemente su uso.
Así, en 11 meses se matricularon en la isla de Ibiza 359 híbridos, casi el doble (92% más) que en 2020 y 2019 (casualmente, en esos dos años se dieron de alta el mismo número, 187). Hace sólo seis años no se matricularon más que siete: 62 en 2016. El salto ha sido, pues, gigantesco.
Pero además, en Ibiza se tramitaron las matrículas de 247 vehículos eléctricos entre enero y noviembre, un 201% más que en 2020, cuando sólo salieron 82 de los concesionarios. En 2019 sólo fueron 26. Y hace cinco años únicamente se enchufaron ocho a las redes ibicencas.
En Formentera también han registrado un acelerón sin precedentes en las matriculaciones de eléctricos: de uno en 2020 a 20 este; de 10 en 2019 al doble en 2021. Hace un lustro, ni uno. En 2018, sólo uno. Lo mismo ha ocurrido con los híbridos, de los que hasta noviembre se tramitaron 60 en la pitiusa del sur, cinco veces más que en 2020 y que en 2019 (cuando se dieron de alta 12 y 11, respectivamente). No hay que olvidar tampoco que allí se formalizaron únicamente cuatro matrículas de híbridos hace cinco años, y sólo una hace seis.
Parece clara la tendencia: la caída progresiva de los diésel, quien sabe si hasta su extinción en breve, mientras los menos contaminantes cobran protagonismo y superan poco a poco e inexorablemente a los que usan derivados del petróleo
2021 marca, pues, un punto de inflexión en las ventas de vehículos en estas islas. Parece clara la tendencia: la caída progresiva de los diésel, quien sabe si hasta su extinción en breve, mientras los menos contaminantes cobran protagonismo y superan poco a poco e inexorablemente a los que usan derivados del petróleo. De los diésel, por ejemplo, en Ibiza se matricularon en 11 meses del pasado año 615 unidades, cuatro menos que en pleno año pandémico (2020) y 302 menos (-33%) que en 2019. De ser un superventas ha pasado a ser casi un proscrito: hace sólo cinco años fueron 1.705, un millar más que ahora.
Lo mismo ha sucedido en Formentera, que facturó 41 desde enero a noviembre, cinco menos que antes de que estallara la crisis sanitaria. Hace un lustro se matriculaban allí más del doble (91) y hace seis, cerca del triple (113), un descenso que apunta a su próxima desaparición en breve.
44% menos de turismos
En 11 meses se matricularon 1.817 turismos en Ibiza, sólo 18 más que en 2020 y 1.432 menos que en 2019, es decir, un 44% menos que antes de que empezara a expandirse el coronavirus. En Formentera (163 tramitaciones) la caída es de casi el 21%. Los datos de los dos últimos ejercicios son los peores de toda la reciente historia de las Pitiusas, pues nunca se dieron de alta tan pocos coches, ni siquiera en la anterior crisis de 2008. Tanto la situación económica como el serio problema de abastecimiento que padecen algunas marcas (no todas) para cubrir la demanda están detrás de esos números teñidos de rojo.
Las matriculaciones de motos han quitado dramatismo a la estadística en el caso de Ibiza, donde se dieron de alta 1.104, sólo siete menos que en 2019. En Formentera, sin embargo, sólo hubo 196 altas, un 47,6% menos que antes de la pandemia. De ahí que las matriculaciones globales (de todo tipo de vehículos) cayeran un 25% en Ibiza (sólo 3.618 matrículas, 1.565 menos) y un 37% en Formentera (392 en total, 231 menos) respecto a 2019.
