El Consell de Govern ha aprobado hoy instar al Estado impulsar una figura de máxima protección de las aguas marinas que rodean el archipiélago balear. El objetivo es evitar la contaminación que provocan los grandes barcos, tanto cruceros como de mercancías y comerciales, con medidas estrictas como limitar la velocidad a su paso por las islas o el drenaje de combustibles y residuos. En concreto, el Govern reclama que Madrid tramite la declaración de las aguas de Balears como Zona Marina Especialmente Sensible (ZMES) ante la Organización Marítima Internacional que dependen de las Naciones Unidas.

El conseller de Medio Ambiente, Miquel Mir, ha explicado que "se trata de una figura que ya existen en otros lugares, como es el caso de Canarias, y se trata de regular y controlar la navegación marítima para evitar los fuertes impactos de navegación". Según Mir, ello no significa "una regulación específica para cruceros, en todo caso se trata de regular la navegación que provoca grandes impactos ambientales a nuestras aguas en general".

Según el Govern, la petición de esta figura máxima protección marítima se debe a que el Mediterráneo representa "una de las rutas marítimas más transitadas del mundo y es la puerta de entrada de Europa y Asia". Por ello, las aguas de Balears se encuentran en un cruce de transporte marítimo internacional que tiene consecuencias muy desfavorables para el medio ambiente marino".

Mir ha indicado que se trata de "conseguir un marco legal para poder actuar en medidas como la regulación de la velocidad de los grandes buques, controlar los vertidos de residuos y los impactos de esta navegación". El conseller de Medio Ambiente ha recordado que Baleares es la Comunidad Autónoma de España con más hectáreas marinas protegidas, 187.000, y ha asegurado que el Estado apoyará ante Naciones Unidas la protección de nuestras aguas.