El Gobierno defiende, en respuesta al senador Carles Mulet, de Compromís, la actuación de AENA en el incidente del 5 de noviembre en el aeropuerto de Palma, cuando huyeron 24 pasajeros del vuelo desviado por una falsa emergencia sanitaria. Las actuaciones «cumplieron con las responsabilidades que se contemplan» según los protocolos.
Según relatan desde el Ejecutivo central, el incidente en el aeropuerto de Palma se produjo por un desvío de la aeronave MAC431 que cubría la ruta Casablanca-Estambul por emergencia médica a bordo. El comandante, ante la necesidad de asistencia médica de un pasajero, decidió aterrizar en Son Sant Joan. A las 18.34 horas de ese día, la Torre de Control avisó al centro de operaciones del desvío del vuelo por dicha causa. Y se iniciaron todas las actuaciones que están contempladas en el Procedimiento de Coordinación de Asistencias Médicas en el Aeropuerto, destacando que «en ninguna de las comunicaciones antes o después del aterrizaje de la aeronave, se puso de manifiesto algún problema con el pasaje o pasajero en concreto, que pudiera haber dado lugar, además de los sanitarios, a la activación de protocolos o procedimientos de seguridad».
A las 18.45 horas, el avión llegó al estacionamiento 115. Los servicios médicos accedieron para evaluar el estado del pasajero y determinaron que debía ser evacuado a un centro sanitario al verificar que estaba sufriendo una hiperglucema. Posteriormente, «utilizando la fuerza contra la tripulación y el comandante», 24 pasajeros lograron salir de la aeronave. Ya no se trataba de una emergencia sanitaria, sino de un incidente de seguridad que obligó a cerrar el tráfico.
