La Audiencia Nacional acaba de archivar siete años de investigación del polaco Pierre Konrad Dadak, afincado en Ibiza desde principios de la década de 2010 y acusado de organización criminal, blanqueo, cohecho y amenazas, según comunica el diario digital El Confidencial, desde donde añaden que la Audiencia Nacional entiende que sus operaciones eran legales.

La investigación contra este polaco, con nacionalidad francesa de 45 años, arrancó en octubre de 2014 por medio de una querella de la Fiscalía remitida a la Audiencia Nacional. Iba dirigida, apuntan desde este diario digital, contra Pierre Konrad Dadak. Se le acusaba de organización criminal y blanqueo de capitales. A lo largo de este tiempo han comparecido 18 testigos, las escuchas telefónicas se mantuvieron entre el 23 de enero de 2015 y el 29 de marzo de 2016, se han recabado comisiones rogatorias a Francia, Letonia, Polonia, Estados Unidos, Suiza, Reino Unido y Ucrania y se han revisado 24.188 correos electrónicos solo del principal investigado, relata el mismo medio.

La Audiencia Nacional advierte de “la opacidad” y el “alto nivel sospecha de que Pierre Konrad Dadak tenga por actividad el tráfico internacional de armamento”. No obstante, añade que “no ha sido posible la conexión con ninguna operación de venta específica” de armas a países vetados por Naciones Unidas, detalla El Confidencial.

Él admite su actividad sin tapujos y, en su defensa, sus abogados remitieron 24 documentos para acreditar que su cliente trabajaba para una empresa polaca llamada Metalexport-S y para la empresa gubernamental polaca Bumar. En esta relación se recogen autorizaciones para representarles en “negociaciones con autoridades de los países de África y Sudamérica dentro del área de producción civil y de defensa”, relata El Confidencial.

Dos detenciones en Ibiza

Dadak fue detenido en 2016 en la Ibiza, en su mansión de Caló d´en Real, en una espectacular operación de los GEO de la Policía Nacional por presuntos delitos de blanqueo de capitales, extorsiones y amenazas a empresarios, además de por un presunto delito de tráfico de armas. Tras más de un año y medio en prisión provisional, fue puesto en libertad con cargos por la Audiencia Nacional. En 2018 fue arrestado de nuevo en cumplimiento de una euroorden de detención emitida por Alemania por la presunta comisión de delitos contra la Hacienda Pública, pero quedó en libertad con cargos tras declarar desde la isla por videoconferencia en el Juzgado Central de Instrucción 3 de la Audiencia Nacional.

Según reveló la Policía Nacional en 2016, Dadak, que llegó a la isla en 2012, era considerado como el presunto líder de una red de blanqueo de capitales y extorsión que supuestamente gestionó desde Ibiza la venta de 200.000 fusiles de asalto Kalashnikov AK-47, así como lanzamisiles y tanques a Sudán del Sur, «un país en permanente estado de guerra».

Dadak adquirió en Ibiza un terreno y una mansión en Caló d´en Real que acabó convirtiendo en un fortín con habitación del pánico incluida. Organizó desde la isla un complejo entramado empresarial con el que se dedicaba, presuntamente, al tráfico de armas, y contaba con una importante red de contactos internacionales, siempre según las investigaciones llevadas a cabo por la Policía Nacional.

Incluso llegó a utilizar el avión presidencial de Gambia para vender armamento, incluido el material bélico presuntamente adquirido por el Gobierno de Sudán del Sur, según la Policía Nacional. Dadak y algunos de los que fueron detenidos con él en Ibiza, destacaron los investigadores, mantienen supuestos contactos con el Clan Barresi, uno de los más importantes de la mafia marsellesa, según las investigaciones.

En la detección del 2016, los agentes intervinieron documentación que, supuestamente, probaba un presunto fraude fiscal de 12 millones de euros que esta organización llevó a cabo mediante el sistema conocido como ´carrusel del IVA´, que aprovecha las lagunas del actual régimen de tributación por IVA de las operaciones entre distintos países de la Unión Europea, que están exentas del pago de este impuesto.

A estos 12 millones de euros hay que sumar los 15 millones que, supuestamente, la organización blanqueó en la isla mediante la compra de propiedades inmobiliarias, así como a través de la adquisición de vehículos de lujo e incluso aviones privados. El dinero procedía, remarcó la Policía, tanto de la venta de armas en algunos países africanos como de extorsiones presuntamente realizadas a empresarios, informó la Policía Nacional.