El pleno extraordinario del Ayuntamiento de Vila aprobó esta mañana sus presupuestos generales para 2022, que ascienden a 75 millones de euros y contemplan una inversión de 14,5 millones de euros. No incluyen subidas de impuestos pese a que la cuentas para el próximo año sean un 10,3% más altas que las del presente ejercicio, en parte porque contarán con importante financiación externa procedente de los Fondos Europeos y de la capitalidad, así como del dinero que destine a este municipio el Gobierno central.
Como suele ocurrir en este tipo de plenos, mientras el equipo de Gobierno cree que sus presupuestos dibujan un futuro espléndido, casi un cuento de hadas, la oposición vislumbra el apocalipsis. A juicio del portavoz de Ciudadanos, José Luis Rodríguez, son «unas cuentas de secano que dejan al municipio en barbecho». Según este edil, el equipo de Gobierno «no está preparado para gestionar ese dinero», razón por laque Cs no le dio su apoyo: «No queremos ser sus cómplices. Son incapaces de llevar a buen puerto las inversiones previstas. Pongo en duda que sean capaces de ejecutarlas. Y de hacerlo, lo harían mal», indicó. Rodríguez, que se quejó de que le hayan ninguneado a la hora de redactar el proyecto de presupuestos, recordó que Vila suma «otro año sin firmar el contrato del agua», avisó de que hay inversiones realizadas recientemente «que deberán ser demolidas [asfaltado de la calle Castilla] para ejecutar otras incluidas en esas cuentas [peatonalización de esa calle]», y de que es la enésima vez que se anuncia la construcción de la casa de la música. «El Ayuntamiento acaba el año más rico y sus administrados, más pobres», concluyó.
«Ustedes -añadió- son el mejor amigo de los bancos. Les entregan su superávit desde 2016 mientras mantienen la bota de la asfixia fiscal sobre los ciudadanos de Vila»
Algo similar dijo el portavoz del grupo popular José Vicente Marí Bosó: «A pocos días de que concluya el año tienen 22 millones de superávit», de los que calculó que «de 10 a 15 millones» acabarán en la cuenta bancaria del Consistorio. «Ustedes -añadió- son el mejor amigo de los bancos. Les entregan su superávit desde 2016 mientras mantienen la bota de la asfixia fiscal sobre los ciudadanos de Vila».
Cree Bosó que cuando llega el momento de explicar la ejecución del presupuesto es cuando al equipo de Gobierno, constituido por PSOE y Unidas Podemos, «se le acaba el cuento». Es, según sus cálculos, tan mal ejecutor que pidió algo que en principio suena disparatado: «Casi mejor que le dé el dinero del superávit a Pedro Sánchez (presidente del Gobierno) para que María Jesús Montero (ministra de Hacienda) al menos haga algo con él». Porque «lo máximo» que el equipo del alcalde Rafa Ruiz ha llegado a cumplir es al 40% de las previsiones, con una media del 35%. «Hay casos inenarrables -señaló-, como presupuestar cuatro años seguidos la casa de la música o cinco el colector de Can Mortera».
Para definir las cuentas para 2022, Bosó fue poco imaginativo, pues recurrió a calificativos ya utilizados en el pasado: «Son fantasías en inversión y un infierno fiscal consecuencia de una ideología mal entendida». Esa bota que aplasta el cuello de los vileros innecesariamente, dijo, porque, total, al final sólo se ejecuta una tercera parte, como mucho, de lo proyectado. Este año, a falta de 10 días para acabarlo, van por el 16%.
«Sólo les va bien con ustedes a los de las concesiones administrativas, a los del establishment socialista y a los bancos»
Por lo demás, el popular criticó «los recortes en servicios sociales (-16% en ayudas sociales, y en dos años, dos millones de euros menos), en educación, en medio ambiente... suerte que ustedes son los de las personas», ironizó: «Sólo les va bien con ustedes a los de las concesiones administrativas, a los del establishment socialista y a los bancos». Lo del establishment lo dijo por una contratación eventual para detectar fondos next generation a los que pueda acceder el Consistorio.
Desde Cs y PP criticaron, además, que hayan desaparecido las ayudas a los autónomos, que además aún no han cobrado las de este año. La responsable de Hacienda, Estefanía Torres, alegó que las borró de las previsiones «al entender que empezaba una recuperación económica, como ha hecho Santa Eulària». Santa Eulària ha asignado al menos 100.000 a esa partida «a la espera de que el Consell y el Govern puedan aumentarla, como hicieron el año pasado», explican desde ese Consistorio. Está lejos del millón previsto para 2021, pero esa partida no está vacía.
Por otra parte, el pleno aprobó la creación de tres nuevas plazas de personal funcionario, repuso otras tres y creó otras tres más de personal laboral. Asimismo, se dio el visto bueno al plan estratégico de subvenciones por un total de 2,8 millones de euros.
