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Transporte público

El concejal de Ibiza Aitor Morrás y los taxistas cierran una nueva reunión sin acercar posturas

El concejal y el presidente de la patronal se cruzan acusaciones de inmovilismo mientras el portavoz de los taxistas en CAEB, Joan Marí, pide a ambos que «den un paso al lado» porque «ya no son interlocutores válidos»

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Protesta de los taxistas de Ibiza.

Poco antes de que los taxistas (cuarenta según la patronal, una treintena para el Ayuntamiento) iniciaran su marcha de protesta desde Vara de Rey hasta la sede del Ayuntamiento, en Dalt Vila, el concejal de Movilidad, Aitor Morrás, y el presidente de la asociación mayoritaria, Alejandro Cardell, tuvieron ocasión de verse de nuevo las caras para reafirmarse en sus posturas, diametralmente opuestas.

Los manifestantes suben hacia la sede municipal, en Dalt Vila. Toni Escobar

El concejal aseguró que tras esta nueva reunión, el portavoz de los taxistas «sigue en su posición de no aceptar ninguna de las dos opciones» que el equipo de gobierno ha puesto sobre la mesa para, según recordó, garantizar la seguridad de conductores y usuarios: el control mediante la huella dactilar del uso del vehículo o que todos los taxis paren un día a la semana durante la temporada de verano.

La protesta finalizó frente a Can Botino. Toni Escobar

Lo que para el concejal es algo perfectamente asumible que ya se aplica por ejemplo en Palma, apuntó, para Cardell es una intromisión inaceptable de la institución en la relación laboral entre el propietario de la licencia y sus asalariados. «Si podemos regular los días festivos en invierno, ¿por qué no en verano?», justifica Morrás. «Nos dice -replica el portavoz de los taxistas- cómo debemos trabajar, pero la disponibilidad de un vehículo es de 24 horas y la de un trabajador, de ocho horas». Cardell reprocha al concejal que «ni siquiera me ha respondido a la pregunta de si los [taxis] temporales también tendrán que parar un día y si en ese caso se concederán entonces más licencias» de este tipo para cubrir la demanda del servicio.

Los taxistas portaban varias pancartas. Toni Escobar

Si el equipo de Gobierno cimenta su postura en la necesidad de aumentar la seguridad, los taxistas inquieren: «¿Qué pasa, que antes éramos inseguros? ¿Y qué pasa con los taxis de otros municipios que cargan en Vila, se controlarán?». «No hay ninguna denuncia al respecto, de ningún tipo», añade Cardell.

Otra de las causas de fricción entre las dos partes se encuentra en las competencias de Vila en temas laborales. Morrás es claro y recuerda que la Ley 4/2014 de 20 de junio, de Transporte terrestre y movilidad sostenible de Balears, lo deja claro en su artículo 49. Bajo el epígrafe ‘Los ayuntamientos regularán los siguientes aspectos del servicio’, se detalla: ‘La normativa relativa a la explotación de las licencias de auto-taxi en relación con los días de descanso, las vacaciones, los turnos de guardia, las excedencias y las actividades auxiliares y complementarias del taxi».

«Morrás no tiene que dimitir, pero si los dos siguen no habrá una solución» a este conflicto

Joan Marí - Portavoz de los taxistas en la CAEB

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Mientras tanto, el representante de los taxistas ibicencos en la patronal CAEB, Joan Marí, le pide a ambos que «den un paso al lado» y abandonen la mesa de negociación para dar entrada a dos nuevos portavoces. Marí considera que tanto Morrás como Cardell, «ya no son interlocutores válidos». «Morrás no tiene que dimitir, pero si los dos siguen no habrá una solución» a este conflicto, abunda en su reflexión.

Marí considera que el concejal «se ha metido en un lío del que no sabe cómo salir» y lanza varias pregunta sobre su intención de controlar las libranzas en el sector: «¿Si paras un día el taxi, los conductores pueden trabajar más horas el resto de días? ¿De cuántas horas hablamos? ¿Es un sistema para controlar nuestra actividad? Dicen que los asalariados no pueden hacer más horas por convenio pero, ¿qué pasa con los titulares de las licencias?».

Marí, enfrentado a la asociación mayoritaria en otros muchos asuntos relacionados con el funcionamiento del taxi, considera no obstante que no es lógico que Vila «pida exclusividad y que trabaje sólo 40 horas a la semana a un autónomo [el dueño de la licencia] en pleno verano». Y resalta en este sentido que algunos asalariados tienen otros trabajos (guardias civiles, policías locales y portuarios, apunta como ejemplos). «¿Deben dejar sus empleos?», se pregunta.

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