La Estación Depuradora de Aguas Residuales (Edar) de Formentera entrará en la primera remesa de mejoras incluidas en el proyecto de monitorización de todas estas instalaciones de las Balears, que la Agencia Balear del Agua desarrollará entre 2022 y 2027.
Esta iniciativa consiste en aplicar la tecnología necesaria para poder monitorizar en cualquier punto de la red de alcantarillado vertidos concretos de químicos o aumentos de la conductividad (salinidad) del caudal para reducirla y mejorar la depuración.
El conseller de Medio Ambiente, Miquel Mir, contestó ayer en el pleno del Parlament a una pregunta del diputado de Formentera, Antonio Sanz, sobre la «sensorización de aguas de la estación depuradora» de Formentera para medir sus niveles de calidad, y explicó que el proyecto en el que trabaja Abaqua es un plan «ambicioso» que se aplicará en todas las depuradoras que gestiona la entidad, «demostrando el compromiso firme para mejorar los sistemas de depuración», añadió Mir.
La previsión es comenzar el proyecto en las depuradoras con emisarios situados cerca de espacios protegidos y sensibles.
El conseller avanzó que en el presupuesto de 2022 de la CAIB se contempla una partida destinada a este proyecto, que se desarrollará en los seis próximos años. Agregó que la previsión es comenzar «con las depuradoras con emisarios situados cerca de espacios protegidos y sensibles», como es el caso de Formentera y el Parque Natural de ses Salines.
En su intervención, el diputado de Formentera, del grupo mixto, Antonio Sanz, recordó al conseller que «en reiteradas ocasiones» habían abordado el funcionamiento de la depuradora: «Hace dos años ya le trasladamos la problemática sobre la calidad del agua depurada en Formentera». Sanz añadió que existen estudios del Imedea que demuestran una disminución de la densidad de la pradera de posidonia en la zona donde se ubica la salida del emisario de Formentera.
