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Violencia machista | Equipo Mujer y menor (Emume) de la comandancia de la guardia civil de Balears

«Los hombres maltratadores sueltan a una víctima y cogen a otra»

La jefa del Equipo Mujer y Menor de la Guardia Civil insta a quien tenga noticia de un caso de violencia de género a que informe de él, pues se trata de un delito grave: «Que lo cuente, porque posiblemente le esté salvando la vida a esa mujer o a esos niños»

La jefa del Equipo Mujer Menor (Emume) de Balears en el cuartel de la Guardia Civil de Eivissa en 2019. | J. A. RIERA

Las campañas contra la violencia de género suelen estar dirigidas a mujeres que sufren malos tratos por parte de su pareja o expareja, pero en pocas ocasiones se centran en los agresores, que son quienes ejercen esa violencia y quienes tienen en su mano detenerla. La jefa del Equipo de Mujer y Menor (Emume) de la comandancia de la Guardia Civil de Balears, Antonia Alanzol, considera que se deberían dirigir campañas a los hombres: «Además de proteger a las víctimas, necesitamos reeducar a estos hombres [maltratadores] y educar a los niños y a las niñas, y hacerles ver que ni ellos están por encima ni ellas por debajo», reflexiona.

«Quizás tendríamos que darles más caña a ellos, porque muchas veces son condenados por violencia de género y no saben que son castigados por eso, porque no lo entienden. Es un asunto cultural, ancestral. Hay que redireccionarlos a ellos para que no lo hagan. ¿Qué pasa con los maltratadores? Que cuando sueltan a una víctima cogen a otra. Hay víctimas que tienen más de un maltratador, y ellos también constan en más de un caso, porque tienen más de una víctima; terminan la relación con una y tienen otra relación y también las maltratan. Estos hombres necesitan que los reeduquen», insiste la sargento primero de la Guardia Civil.

Impedir posibles muertes

¿Qué debería hacer una persona que sabe o sospecha que un hombre está maltratando a una mujer? Alanzol no lo duda: lo debe contar, porque recuerda que además la Ley de Enjuiciamiento Criminal obliga a quien tiene conocimiento de un delito a comunicarlo a las autoridades. Pero más allá de la obligación legal, se encuentra la moral y cívica: esta información puede salvar la vida de una mujer o unos niños, insiste. «En el Emume nos toca trabajar con los casos más graves y con los que terminan en muerte. Cuando hacemos el informe vecinal y hablamos con los vecinos, en los casos en que ha habido muertes la mayoría dicen ‘sí, he oído que gritaban, que peleaban, que rompían cosas, pero esto no es cosa mía, no quería meterme’. Hombre, no querías meterte… pues se han cargado a una mujer», advierte Alanzol.

Quien tenga la certeza o la sospecha de un caso de violencia de género puede comunicarlo a la Guardia Civil sin necesidad de identificarse, afirma la sargento: «Basta con que nos lo cuente, eso nos vale para empezar a trabajar y comprobarlo; no hace falta que una persona ponga la denuncia, ni siquiera que se identifique, solo decir la persona que está siendo víctima. Que lo cuente, tiene que decirlo, porque posiblemente le esté salvando la vida a esa mujer o a esos niños. Los niños también son víctimas de la violencia de género».

De hecho, la violencia de género, que es una vulneración de los derechos humanos, es un delito de oficio, lo que significa que no es necesario que haya denuncia para perseguirlo y para que se ponga en marcha el mecanismo de protección a la víctima y de procesamiento del agresor. Cuando la Guardia Civil o los cuerpos policiales tienen noticia de un caso lo dan de alta en el Sistema de Seguimiento Integral en los casos de Violencia de Género (VioGén), un detallado registro de casos de violencia de género accesible a todas las instituciones con competencias en esta materia en todo el país. En VioGén, las víctimas tienen un nivel de riesgo relacionado con la posibilidad de volver a sufrir agresiones, y que se corresponde con un determinado protocolo de medidas de actuación y, en su caso, de protección policial.

La Guardia Civil sigue 213 casos

En total, en Ibiza y Formentera hay 385 casos activos en el Sistema VioGén de hombres que ejercen violencia sobre sus parejas o exparejas y sobre los que hay un seguimiento policial, según informa la Delegación del Gobierno (datos a 22 de noviembre). De estos, la Guardia Civil tiene competencia sobre 191 casos en la isla de Ibiza (en Sant Josep, Sant Antoni, Sant Joan y Santa Eulària) y 22 en Formentera, explica Alanzol. La Guardia Civil tiene jurisdicción en todos los municipios pitiusos menos en el de Ibiza, que corresponde al Cuerpo Nacional de Policía. El Equipo VioGén de la compañía de la Guardia Civil de Ibiza cuenta con cinco agentes.

Cuando una patrulla detecta que puede estar ante un caso de violencia de género, inicia el trabajo con la víctima, en el que se implica a servicios sociales y asistenciales. Al final, puede que la víctima decida no denunciar, algo habitual debido a factores muy complejos: la dependencia afectiva y/o económica de su maltratador, el miedo, la destrucción psicológica a la que la ha sometido el agresor, el sentimiento de culpa (inducido por el hombre), la sensación de que no tiene salidas...

Alanzol lleva trabajando con víctimas de violencia de género desde 2005, cuando empezó en la Policía Judicial. Desde 2015 es sargento en el Emume. A lo largo de estos años, esta profesional ha observado que ha mejorado mucho la atención que se da a las víctimas, gracias a que ha aumentado «muchísimo el conocimiento profesional y la concienciación».

La formación, fundamental

La formación de los integrantes de los cuerpos policiales es fundamental para poder actuar en los casos de violencia de género, porque los atestados son los primeros informes que llegan a los juzgados: «Tiene mucho que ver el trabajo del cuerpo policial que se esté encargando del asunto, pues los jueces y fiscales trabajan en función de los informes que hagamos los cuerpos policiales; en función de lo que nosotros informamos, ellos hacen».

Alanzol considera que en Ibiza «hacen falta centros asistenciales donde poder derivar a las mujeres y darles un servicio integral», más allá de poder ofrecerlas un lugar donde vivir durante un periodo de tiempo determinado. «Es tener la oportunidad de cortar con todo esto que me está haciendo ir muy mal y poder redireccionar mi vida, mi conducta, mis relaciones, mi trabajo, y para eso hace falta ayuda y un centro que te acoja y te permita empezar una vida nueva y no depender de nadie», agrega la experta, que recuerda que el alto precio de la vivienda en Ibiza «es un hándicap». «Si en la isla ya es complicado vivir, imagínate que dependes económicamente de tu marido, que es un maltratador y no te puedes ir de casa, ¿a dónde vas? Y si encima tienes niños, ¿con un bebé dónde te metes? Hay recursos que lo mismo habría que dedicar a asistir a las víctimas», agrega Alanzol. Insiste en la necesidad de habilitar más ayudas para que estas mujeres puedan afrontar los gastos de iniciar una vida nueva, «sobre todo en un sitio como Ibiza», un lugar muy caro para vivir.

Los niños, víctimas invisibles de la violencia de género

La sargento primero Antonia Alanzol sostiene que los niños son «las víctimas invisibles de la violencia de género»: «Muchas veces se les ignora, se reconoce a las madres pero no se considera que ese padre maltratador no tiene por qué estar teniendo régimen de visitas con los niños cuando también son sus víctimas. Es necesario protegerlos», advierte. La jefa del Emume recuerda que la ley de protección de la infancia es muy reciente «y se está empezando a implementar ahora». La protección de los niños se debe «seguir mejorando», considera.

«Es difícil que una mujer diga que es víctima de malos tratos»

La sargento Antonia Alanzol anima a las mujeres maltratadas a que busquen ayuda. La jefa del Emume de la comandancia de la Guardia Civil de Balears, Antonia Alanzol, recomienda a una mujer que esté sufriendo malos tratos a manos de su pareja o expareja «que lo cuente. Pero no es sencillo; que una mujer exteriorice que está siendo víctima de violencia es complicadísimo». «Mi recomendación es que lo cuente, por supuesto, porque eso hace que se ponga en funcionamiento un sistema de ayuda a cualquier nivel, personal, asistencial, psicológico, policial…», insiste. No obstante, puntualiza que normalmente una víctima de violencia de género «no es consciente de que es víctima».

Alanzol subraya la importancia de que las víctimas tengan acceso a terapia psicológica para que puedan retomar su vida. La jefa del Emume le manda este mensaje a las mujeres víctimas de malos tratos: «Que lo cuenten, que pidan ayuda, que vayan a cualquer servicio asistencial, porque las van a derivar a donde haga falta. Que pierdan el miedo y la vergüenza, que no piensen ‘no me van a creer’. Hoy en día por suerte la mayoría de los profesionales somos conscientes de lo que supone la violencia de género. Hay que decirle: ‘te vamos a acompañar, tienes un montón de servicios asistenciales que van a estar contigo’. Cada vez estamos más concienciados y avanzados en esto».

Alanzol afirma que estas mujeres deben pasar por un proceso judicial que es complicado, pero reitera que «por norma general las van a creer». Precisamente el temor a que no las crean es uno de los frenos que impiden a estas mujeres rehacer su vida lejos del agresor, y mucho menos dar el paso de denunciar.

Alanzol explica que en la Guardia Civil en general los profesionales están formados en violencia de género: «Lo tenemos muy machacado: si una víctima acude hay que tratarla como a una víctima, por encima de los prejuicios e ideas que podamos tener; hay que asistirla».

El 016 atiende a las víctimas de todas las violencias contra las mujeres. Es un teléfono gratuito y confidencial que presta servicio en 53 idiomas y no deja rastro en la factura. También se ofrece información a través del correo electrónico 016-online@igualdad.gob.es y asesoramiento y atención psicosocial mediante el número de Whatsapp 600 000 016. Además, los menores pueden dirigirse al teléfono de ANAR 900202010.

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