Tras un mes de movilizaciones, las plantillas de los tres hoteles que explotaba Azuline en Ibiza por fin ven que se da un paso para la continuidad de sus puestos de trabajo, después del cambio de titularidad de los establecimientos. Con la mediación del conseller de Trabajo del Govern, Iago Negueruela, los delegados sindicales y los responsables de la Unión General de Trabajadores (UGT) y Comisiones Obreras (CCOO) han mantenido esta tarde un primer contacto con los representantes legales de Azuline y de la propietaria de los hoteles, Paquita Sánchez, que hasta ahora no había dado respuesta a los requerimientos de los afectados.
Este encuentro se salda con el compromiso de "abrir un calendario de negociaciones para discutir las situaciones [laborales de los trabajadores] entre las dos empresas con los dos sindicatos que los representan y que tutelará en un primer momento la dirección de Trabajo del Govern", ha destacado Negueruela al finalizar la reunión. Cualquier posible acuerdo final se concretará en los futuros encuentros, aunque tanto el conseller como los sindicatos han expresado su pleno optimismo.
Gratitud por la mediación
"Por fin hemos podido hablar con ellos para empezar un diálogo y llegar a acuerdos, como estamos reclamando con las movilizaciones desde el mes pasado", valora la secretaria general de la Federación de Hostelería de UGT en Eivissa y Formentera, Guadalupe López. Por su parte, la secretaria general de CCOO en las Pitiüses, Consuelo López, recuerda que hasta el momento sus protestas "caían en el vacío", pero "ahora empiezan unas reuniones y la gente puede estar tranquila, porque sus puestos de trabajo están garantizados".
Las dos representantes sindicales, que han asistido a la reunión junto a los 14 delegados de los comités de empresa de los hoteles, han querido agradecer la mediación de Negueruela, que la semana pasada se comprometió "a asumir esta primera fase de la intermediación", en un momento en que los afectados no tenían ninguna comunicación con Paquita Sánchez. Entre otras muchas irregularidades, esta empresaria es conocida principalmente en Ibiza por la polémica Casa Lola, ahora pendiente de una orden municipal de derribo. Se trata de una mansión ampliada sin licencia y que albergaba fiestas ilegales, también en plena pandemia.
Azuline ha gestionado en los últimos años los tres hoteles propiedad de Sánchez en es Canar (Atlantic, Coral Beach y Punta Arabí), que emplean a 250 personas, aunque la suma total de afectados llega a 400 trabajadores con otro hotel de la empresaria en Menorca. El pasado 7 de octubre, la cadena hotelera se limitó a comunicar por carta a la plantilla que se desentendía de ellos. Así, los establecimientos pasaron a ser responsabilidad de Paquita Sánchez, que recuperaba su gestión por vía judicial, después de que Azuline hubiera incumplido el pago del alquiler durante dos años.
