El Govern, tras reunirse con la Mesa de Diálogo Social, ha solicitado autorización al Tribunal Superior de Justicia de Balears (TSJB) aplicar la exigencia de tener el certificado covid, que acredite la pauta completa de vacunación, para acceder a bares, restaurantes, salas de fiesta, salas de baile, cines, teatros, gimnasios y academias de baile.
En definitiva, el Govern pretende exigir el certificado covid en todos los locales y establecimientos donde se concentre un número considerable de gente. La exigencia será para aquellos negocios o actividades que su aforo exceda de las 50 personas en interior. En el caso de la restauración, si hay terraza, se contabilizarán 50 personas en el interior y otras 50 en el exterior.
Si el TSJB autoriza al Govern a aplicar esta medida entrará en vigor a partir del próximo 4 de diciembre, por espacio de 20 días. Ello significa que la víspera de Navidad, en el supuesto de que la incidencia de la pandemia de la covid-19 baje, se suprimirá la medida. El conseller Iago Negueruela ha vuelto a hacer un llamamiento a la población para que se vacune.
En función del nivel de alerta, se exigirá el certificado covid a determinados tipos de establecimientos. En el nivel 1, en el que nos encontramos ahora en Baleares, es el caso de bares y restaurantes con aforo de más de 50 personas (incluidos los ubicados en alojamientos turísticos, instalaciones deportivas, centros recreativos para la tercera edad y locales de juegos y apuestas) y establecimientos o locales donde se lleven a cabo celebraciones con participación de más de 50 personas, discotecas, salas de fiesta, bares de copas, cafés conciertos y pubs y residencias de la tercera edad que se exigirá en el nivel 1.
En el nivel 2 entrarán los refugios, hostales, establecimientos turísticos con habitaciones de usos compartidos.
En el nivel 3 ya se exigirá a cines, teatros, actividades culturales, gimnasios y acdemias de baile.
El conseller y portavoz del Govern, Iago Negueruela, ha destacado este lunes que el pasaporte covid es "una herramienta eficaz" para controlar la pandemia, como ya se ha venido utilizando en el ocio nocturno. En este sentido ha añadido que el Ejecutivo autonómico está trabajando en poner en marcha soluciones tecnológicas, vía aplicación o página web, junto con otras comunidades autónomas, para el uso del certificado como medida de control. Los propietarios de los locales serán los encargados de que se cumpla con la presentación del pasaporte para acceder a sus negocios.
Negueruela insiste en que el objetivo es mantener las restricciones "imprescindibles" para no interferir en el desarrollo de las actividades económicas y llama una vez más a vacunarse porque es "un acto de respeto y responsabilidad", con el que ya ha cumplido el 83 % de la población balear que cuenta con la pauta completa de la covid.
Tras el conseller, los representantes de los agentes sociales han refrendado su apoyo al Govern en la ampliación del certificado covid donde haya mayor concentración de personas. Para Lorenzo Navarro, secretario general de UGT en Baleares, la exigencia del pasaporte además de que sirve para contener la extensión del virus también permite mantener el empleo al 100 % sin medidas que limiten la actividad de las empresas. También José Luis García, secretario general de CCOO, ha expresado su total apoyo a la postura del Ejecutivo Armengol "por coherencia" ya que es una estrategia de protección sanitaria a la vez compatible con la economía. "Restringir la actividad económica sería un paso atrás" muy negativo para los trabajadores, por ello apoya este rumbo del Consolat de Mar, con "medidas proporcionadas".
Hasta 2.500 negocios de restauración se verán afectados por la obligatoriedad de pedir el pasaporte covid para acceder al interior de los locales, ha señalado Jordi Mora, presidente de Pimeb, quien no duda que será una buena medida.
Y desde Caeb ha sido su vicepresidente, Gabriel Llobera, el que ha defendido la idoneidad de la exigencia del certificado covid destacando la situación que atraviesan otros países que han vuelto a imponer restricciones más duras que en España, y que precisamente es lo que se pretende evitar. Llobera pide responsabilidad a los usuarios de las terrazas y advierte que se ha de evitar volver a la situación del año pasado con mayores limitaciones.
