Poco ha cambiado en el entorno del Pou de na Maciana (un bien catalogado que fue documentado por primera vez en el año 1656) en los últimos años y por mucho que se denuncie su estado. Situado en el límite del polígono industrial de Montecristo, se sigue acumulando la basura en sus cercanías, además de numerosos neumáticos, escombros y restos de botellones. Su boca sigue tapada por una rejilla poco apropiada para un elemento que forma parte del patrimonio hidráulico de la isla y el acceso está, además de embarrado, cubierto por hierbas. Los camiones aparcan justo a su lado, ocultándolo a la vista. Al menos se ha renovado el cartel que explica qué es.
