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Cáritas estima que en la isla de Ibiza hay más de 300 personas sin hogar

Cruz Roja atiende mediante sus furgonetas a más de 50 personas cada día entre los municipios de Vila, Sant Josep y Sant Antoni

El albergue del Ayuntamiento de Ibiza, sa Bodega, con 15 plazas, está completo durante estos días por las fuertes lluvias

Dos voluntarios en la furgoneta de atención.

Cruz Roja, Cáritas y los recursos municipales de Bienestar Social de Ibiza trabajan conjuntamente para atender estos días de lluvia y de progresiva bajada de las temperaturas al colectivo de personas sin hogar, que viven en la calle y que se refugian en cajeros o bajo algún cobertizo; también a quienes ocupan una infravivienda.

Un voluntario lleva comida a una infravivienda. Cruz Roja

Gustavo Gómez, de Cáritas Ibiza, señaló que actualmente no existe ningún estudio sobre el número de personas que viven en la calle o en infraviviendas ,«pero calculamos que pueden ser más de 300» en la isla de Ibiza. Matizó que entre este colectivo existe también mucha movilidad, por lo que «es muy complicado tener números exactos».

También han notado en las últimas semanas el incremento de usuarios en los desayunos que ofrecen cada día en su sede y en el turno de comidas: «La gente que viene se queda más rato en el centro e intentamos atenderles con alguna actividad para acompañarlos en estos días de lluvia». Cada día atienden a unas 50 personas por la mañana, y al mediodía a unas 40.

Cruz Roja

Cruz Roja también ha intensificado su actividad hacia las personas sin hogar a raíz de las lluvias de este mes. Su coordinadora en Ibiza, Mari Castaño, explicó: «Hemos maximizado nuestros recursos y servicios, tenemos la unidad móvil de Bienestar Social que sale de lunes a viernes en Ibiza, desde las 20 horas hasta las doce de la noche, en función de la ruta que se haga». Además, cuentan con otra furgoneta en Sant Antoni que cubre parte de Sant Josep. Castaño explicó que el objetivo es dar una respuesta inmediata a las necesidades que surgen entre el colectivo que sufre el «sinhogarismo».

Detalló que en días lluvia se pueden dar dos circunstancias opuestas: «Que se incremente el número de usurarios o que se reduzca porque cuando encuentran un cobijo muchos no se mueven» por miedo a perderlo. El furgón de Cruz Roja tiene distintos puntos de encuentro en los que atienden a las personas que acuden en busca de ayuda.

Este recurso les facilita un caldo caliente, leche, bollería, pan, latas y mantas cuya demanda se duplica en estos días. El servicio también llega a algunas zonas donde saben que hay infraviviendas: «Ahora la dotación de mantas aumenta mucho y también los impermeables que facilitamos. Además, el viernes es el día del reparto de los productos de higiene». También aumenta con este tiempo los usuarios del servicio de duchas, tres días a la semana, que Cruz Roja ofrece en su sede de Ibiza. Actualmente la furgoneta de Ibiza atiende a unas 40 personas por noche y la de Sant Antoni a una docena, aunque no siempre son las mismas.

El albergue de Sa Bodega

Por su parte, el Ayuntamiento de Ibiza mantiene abierta cada día y desde hace un año la instalación del centro de primera acogida para las personas sin hogar, en Sa Bodega.

Actualmente ofrece 13 plazas, más otras dos que se habilitan en función de las necesidades. El Ayuntamiento precisó que «en este momento, todas las plazas están ocupadas debido al mal tiempo que ha habido durante las últimas semanas».

A las personas que no quieren acudir a las instalaciones municipales se les hace un seguimiento de la situación en la que se encuentran, bien a través de los servicios técnicos de Bienestar Social, bien en coordinación con el servicio conveniado con Cruz Roja.

El perfil de los usuarios suele ser el de un hombre de entre 45 y 60 años, sin red familiar de apoyo y sin ingresos o pensiones muy bajas. Algunos con trabajos esporádicos o bien de temporada que no disponen de suficiente dinero para acceder de forma estable a un alojamiento. El perfil de cada persona determina qué recurso se le ofrece, «para adaptarnos al máximo a sus necesidades y con las personas que tienen que convivir».

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