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El nuevo reglamento del taxi de la ciudad de Ibiza obligará a instalar un sistema de control del horario de los taxistas

El Consell pide que "se intente negociar hasta el último momento" para evitar la huelga de los taxistas

Caravana de taxis en el primer cinturón de ronda de Vila, en un acto de protesta en julio de 2018 contra las VTC. | VICENT MARÍ

Pese al anuncio de huelga de la asociación mayoritaria de taxistas de la ciudad de Ibiza, el segundo teniente de alcalde y concejal de Movilidad de Vila, Aitor Morrás, mantiene firme la decisión de forzar en verano a los taxistas a dejar el vehículo un día a la semana en el garaje para garantizar el descanso de los conductores, salvo que estos instalen un sistema de control biométrico, sea con la huella dactilar u otro método, de las horas de conducción. «Tienen todo el derecho a hacer huelga, aunque sorprende que lo haga la patronal contra una medida que se dirige a asegurar el descanso de los conductores para garantizar la seguridad y la calidad del servicio», responde Morrás.

«El sector del taxi no asume que presta un servicio público. No quieren que la Administración de la que dependen les controle», agrega el concejal de Movilidad. De hecho, Morrás adelanta que el nuevo reglamento del taxi en el que ya están trabajando los servicios técnicos incorporará, a pesar del rechazo del sector, la obligación de instalar un sistema de identificación biométrica del conductor determinado por el Ayuntamiento».

El presidente de la asociación mayoritaria de taxistas de Vila, Alejandro Cardell, cuestiona que el Consistorio pueda imponer esta condición. «¿Quién es [Aitor Morrás] para saber cuándo libran los asalariados?», pregunta.

Morrás responde que el Ayuntamiento es «competente tanto en la seguridad como de la calidad del servicio». «Nos tenemos que asegurar de que se cumple. Igual que podemos reglamentar el taxímetros o el lector de tarjetas de crédito, también la instalación de un sistema de identificación de los conductores», justifica.

El edil de Unidas Podemos sostiene que «si los taxistas aseguran que cumplen con todo para que el servicio sea seguro», no ve «qué problema hay en que se identifiquen los tiempos de conducción para constatar los descansos».

Los taxistas quieren una reunión con el alcalde, Rafa Ruiz, del PSOE, para que fuerce a su socio político a rectificar. Morrás recuerda que el alcalde manifestó personalmente a los taxistas cuál era «el criterio del Ayuntamiento». Un portavoz municipal confirmó que se trata de «una decisión del equipo de gobierno», no sólo de Morrás, para «mejorar la seguridad y calidad del servicio».

Sobre las consecuencias de la huelga, Morrás recuerda que los taxistas tendrán que prestar «unos servicios mínimos» y avanza que el Ayuntamiento va a ser «estricto» en su «cumplimiento». Además, avisa de que si los taxis de otros municipios se niegan a atender servicios de Vila, «el Ayuntamiento lo tendrá en cuenta en fechas posteriores». No quiso aclarar a qué se refería. «Lo dejo ahí», se limitó a decir.

Incumplimiento de servicios

Asimismo, el primer teniente de alcalde aseguró que «seguramente» con los servicios mínimos «el número de taxis sea superior a los que efectivamente prestan servicio en invierno». En este sentido, Morrás admite que tiene «dudas» de que fuera de temporada «en determinados días se cumplan los turnos obligatorios». «Hemos reclamado en estos años a la Asociación de Autónomos del Taxi la información del GPS [la relación de taxis que se conectan] y ponen trabas. Unas veces pasan una parte, pero nunca completa. Les cuesta interiorizar que es un sector público y que han de colaborar con la Administración en vez de ir por libre».

Por su parte, el vicepresidente segundo del Consell, Javier Torres, de Ciudadanos, también defiende «el derecho a la huelga», aunque pide que «se intente negociar hasta el último momento para evitarla». Torres rechaza que se haga «política a base de imposiciones» e insiste en que para «controlar los horarios laborales está la Inspección de Trabajo». «Se puede pedir que ayude», dice.

Torres advierte de que parar los taxis un día a la semana en verano no garantiza el descanso de los conductores porque «no evita que puedan compatibilizarlo con otros trabajos y hacer jornadas de 12 ó 16 horas, que es cuando puede haber un peligro». «Entiendo al Ayuntamiento, pero sigo pensando que esta no es la vía. Si podemos ayudar, lo haremos, pero se escapa de nuestras competencias».

SERVICIOS MÍNIMOS

Morrás afirma que podría haber más taxis que en algunos días de invierno

Durante la huelga podría haber más taxis que los que puede haber algún día de invierno por el posible incumplimiento de los servicios obligatorios, según Morrás.

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