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El sector náutico y del automóvil de Ibiza, sin existencias por la crisis de suministros

Los costes del transporte desde Asia se han multiplicado por cinco y la escasez se prolongará hasta el año 2023

Los coches expuestos en los concesionarios ya están todos vendidos, y los ‘stocks’ se han reducido a una quinta parte.

La crisis de suministros ha impactado de lleno en los sectores náutico y de la automoción de Ibiza. La falta de existencias ya es una realidad: los concesionarios de vehículos solo disponen del 20% de los coches que deberían tener en un año normal, mientras que en el sector náutico ya avisan de que los pedidos de pequeñas embarcaciones para la temporada de verano de 2022 no llegarán a tiempo y que se retrasarán hasta finales del año que viene o a inicios de 2023.

En ambos sectores, la raíz del problema radica en la escasez del suministro de procesadores y chips, cuya fabricación se concentra en un 95% entre China, Taiwán, Corea del Sur y Singapur. Muchas de las fábricas de estos países pararon su producción durante la crisis del covid y ahora no alcanzan para atender los pedidos del mercado internacional. La reactivación de la demanda ha generado un cuello de botella en el sector de transportes y un atasco en los puertos.

El coste de un contenedor

Esta situación ha provocado que el precio del transporte se dispare. Según explica Ramón Díaz, presidente de la Asociación de Náutica de Eivissa y Formentera, traer desde China un contenedor estándar -carga de 29 toneladas- ha pasado en un año de los 2.400 a los 12.000 dólares: «Los costes se han encarecido muchísimo y no llega material». Díaz calcula que esta variación se traducirá en un «aumento de entre el 4 y el 10% en el precio de venta al cliente».

Em barcaciones en el puerto de Sant Antoni. J.A.Riera

En el caso de la náutica ligera, las embarcaciones de esloras menores de ocho metros se construyen mayoritariamente en astilleros de Europa del Este, mientras que en el caso de las embarcaciones mayores, en astilleros franceses e italianos: «En España hemos perdido terreno». Esta dependencia completa del exterior ha provocado en el sector una «incertidumbre total y absoluta».

«En el año 2022 solo entregaremos unidades restringidas y en cuentagotas», admite el presidente de la patronal náutica, quien calcula que el colapso se prolongará hasta 2023.

Unos problemas que también son extensibles a la venta de turismos, como señala el presidente de la Asociación Empresarial de Concesionarios o Distribuidores de Automoción, Jose Antonio Colomar: «Tenemos un 80% menos de los vehículos que deberíamos tener». Según explica el presidente de la patronal pitiusa de concesionarios, los interesados en comprar un turismo deberán esperar «cinco o seis meses», y advierte de que en el mercado de segunda mano la cosa no está mejor: «La mayoría de los vehículos de segunda mano vienen del sector del rent a car, y este año los negocios de alquiler no se han desprendido de sus vehículos, con lo que tampoco hay stock».

A diferencia del sector náutico, el portavoz de AECA no considera que suban los precios de los turismos, pero sí que habrá otras consecuencias: «Se han cancelado todas las ofertas, descuentos y promociones. Estas iniciativas no tienen sentido cuando hay más demanda que oferta».

La situación se refleja también en el aspecto de los concesionarios: «Todo lo que llega ya tiene comprador. Prácticamente, no hay nada nuevo para mostrar».

Para evitar que se reproduzcan crisis de este tipo, la Unión Europea pretende impulsar un proceso de reindustrialización centrado en sectores estratégicos, según explica a Diario de Ibiza el consultor Alberto Demetrio, especializado en políticas europeas: «La idea es depender menos de China e impulsar la fabricación de semiconductores e industrias basadas en el sector de la ciberseguridad». No obstante, se trata de un plan a medio plazo, con lo que la actual crisis no tendrá una solución inmediata.

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