El diputado y portavoz de Més per Menorca, Josep Castells, ha acusado hoy al PSIB-PSOE de "perseguir y fustigar con virulencia" al director de la Oficina de Lucha contra la Corrupción, Jaume Far, para "colocar a una persona afín a los socialistas". Es por ello que Castells, cuyo voto es necesario para que la izquierda pueda elegir un sustituto de Far, ha vaticinado que "será muy difícil que se encuentre a una persona de perfil independiente de consenso" para nombrarla directora de la Oficina Anticorrupción. Castells ha recordado que la propuesta de Far salió de Més per Mallorca y sus investigaciones "han molestado a los socialistas y Més per Mallorca y Podemos no han sabido ver la operación que estaban orquestando los socialistas para propiciar el desenlace que culminó ayer con la dimisión de Far". Según el diputado menorquín, todo este proceso acabará con la desaparición de la Oficina de Lucha contra la Corrupción.

La portavoz adjunta del PSIB, Silvia Cano, ha respondido a Castells tras la junta de portavoces celebrada esta mañana en el Parlament. Cano ha apuntado que "si el pecado que hemos cometido ha sido pedir la comparecencia de Jaume Far ante unas graves irregularidades que detectó la Sindicatura de Comptes, creo que actuamos de forma correcta". Cano ha añadido que "nuestro objetivo es la transparencia de las instituciones".

El PP pide comparecencia de Jaume Far

Por su parte, el portavoz del PP Toni Costa ha indicado que han pedido la comparecencia parlamentaria de Far para que "explique las presiones que ha recibido por parte del PSOE que han abocado a su dimisión, ya que creemos que ha habido otras muchas razones que las meramente profesionales para su marcha". De todas formas, Costa reclamó aprovechar la oportunidad y cerrar la Oficina de Lucha contra la Corrupción, al considerar que "es un órgano que genera duplicidades con la Sindicatura y la Fiscalía y tiene un elevado coste".

En este mismo sentido se ha manifestado el portavoz de El Pi, Josep Melià, quien ha asegurado que "si El Pi es necesario para nombrar al sustituto de Jaume Far exigimos un replanteamiento del organismo y se fusione con la Sindicatura, ya que consideramos un coste muy elevado". Melià puso de ejemplo que solo el director de Anticorrupción cobra 100.000 euros anuales.

Ciudadanos, Més y Podemos se mostraron partidarios de mantener el organismo para luchar contra la corrupción. Patricia Guasp (C's) ha recordado: "No tiene nada que ver la labor de la Sindicatura, con una auditoría a posteriori, que la Oficina Anticorrupción. Es absolutamente necesario este organismo en Balears y exigimos que se elija una persona de prestigio, con más de 10 años de experiencia y no se opte por la partidocracia y sí por la meritocracia. Joan Mas, diputado de Més, también ha apuntado que su formación defenderá el mantenimiento de Anticorrupción y negociarán con el PSOE y Podemos una persona "independiente, trabajadora y con méritos profesionales". Esperança Sans (Podemos) ha asegurado que "mientras Podemos esté en el Govern esta oficina existirá y al frente habrá una persona independiente".